Insuficiencia Cardíaca: un Mal Silencioso

Pasados los 50 años es más probable padecer este problema que la mayoría no sabe identificar. La insuficiencia cardíaca es una condición que provoca un desequilibrio en el bombeo del corazón y por ello no se irriga la sangre de manera correcta al resto del cuerpo.

Se dice que es un mal silencioso porque no suele tener síntomas evidentes hasta que la patología ya es grave o es preciso realizar un tratamiento inmediato. Después del diagnóstico la cuarta parte de los pacientes fallece por eso es preciso conocer el problema con anticipación.

Insuficiencia cardíaca: Síntomas

Según el periódico argentino Los Andes:

La insuficiencia cardíaca crónica (ICC) es una condición en la que el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre al resto del cuerpo. Es la consecuencia final de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares que no han sido tratadas en forma adecuada. Si bien tiene un alto impacto en la calidad de vida del paciente y una significativa tasa de mortalidad, pocas personas logran diferenciar los síntomas más comunes

Los síntomas comunes son dificultad para respirar, hinchazón de piernas y tobillos (edemas), rápido aumento de peso y cansancio o fatiga. La advertencia viene a tono con la cantidad de personas que puede resultar afectadas por esta patología, lo que en el informe se estima en 1 de cada 5 personas de más de 40 años. Además es una de las principales causas de hospitalización en mayores de 65 años de edad.

La insuficiencia cardíaca y la obesidad

Existe una estrecha relación entre las personas obesas y las complicaciones cardiovasculares. La acumulación de triglicéridos en las venas le da al corazón una menor capacidad para bombear la sangre. Como nos indican en el sitio abc:

La esteatosis hepática no alcohólica –esto es, el consabido ‘hígado graso’– se corresponde con la enfermedad hepática más común el todo el mundo. El hígado graso también es uno de los signos del síndrome metabólico, por lo que se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Se asocia con el desarrollo de insuficiencia cardiaca en la población con obesidad. El incremento de los niveles de triglicéridos en el hígado conllevaba un descenso de la función diastólica ventricular izquierda y, por tanto, un mayor riesgo de insuficiencia cardiaca.

Prevención y abordaje integral de la insuficiencia cardíaca

Este problema puede afectar a personas de cualquier edad pero va en aumento a medida que pasan los años. Tiene que ver también con la calidad de vida y los hábitos cotidianos. Según nos informan en Diario Democracia:

Lo fundamental es la prevención de las patologías por las cuales los pacientes llegan a la IC: hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo, estrés, tabaquismo, entre otras. El envejecimiento conlleva una mayor morbilidad, deterioro de los órganos, y el sistema cardiovascular no está exento. Los pacientes más añosos, tienen más factores de riesgo. Está demostrado que cada vez que un paciente con IC tiene un episodio de descompensación que lo lleva a una internación y un tratamiento de emergencia, queda un poco más deteriorado de lo que estaba antes. Por eso, cuanto antes se aplique la terapéutica, mejor va a ser el pronóstico para el paciente.

Algunas recomendaciones para prevenir la insuficiencia cardíaca:

• Consultar al médico periódicamente y seguir sus indicaciones.
• Tener en cuenta antecedentes familiares.
• Estar atentos a enfermedades que puedan derivar en problemas cardíacos.
• Realizar actividad física de manera programada.
• Tratar de evitar el estrés cotidiano.
• Llevar una dieta equilibrada.

A su vez se refieren a los tratamientos que combinen varias especialidades:

La falla cardíaca puede llevar a fallas en otros órganos, por lo que es importante un abordaje integral en el que participen otros especialistas. El tratamiento de la IC debe incluir un trabajo en equipo de nutricionistas, kinesiólogos, clínicos, cardiólogos, nefrólogos y psicólogos. Se necesita un verdadero gabinete de especialistas para abordar esta enfermedad cada vez más frecuente.

Si se detecta a tiempo con chequeos médicos anuales, la insuficiencia cardíaca puede evitarse.

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