sábado, 13 de junio de 2015

Fitoterapia: ¿Cómo almacenar las Plantas?

Ya has aprendido algunas cosas sobre la fitoterapia en la primera parte de este informe de Siendo Saludable. ¡Ahora es momento de que aproveches sus propiedades! Como primera medida, es bueno saber cómo almacenar o preservar las plantas e hierbas para que estén listas para usar cuando las necesites o desees.

Si por ejemplo has incursionado en tener una huerta propia, seguramente habrás hecho una barrera natural con plantas aromáticas, ¿verdad? O bien has empezado a plantar en macetas y lo más aconsejable en ese caso es usar hierbas para condimentar la comida.

Lo que ocurre con estas especies es que proliferan bastante rápido y en poco tiempo parece que la cocina se convirtió en un bosque o la huerta en una selva. Para evitar cortarla y deshecharlas, si es que ya le regalamos a todo el mundo y le ponemos albahaca hasta al café con leche, es momento de que aprendas cómo guardarlas y almacenarlas.

Recuerda que muchas de las aromáticas crecen durante los meses de invierno y que no las tendrás disponibles todo el año. ¡Otro punto a favor de preservar las plantas fuera de la huerta!

fitoterapiab2

Como si todo esto fuera poco, si estás pensando en dar tus primeros pasos en la fitoterapia, te servirá contar con los ingredientes y elementos en su totalidad para cada receta. Ya he perdido la cuenta de cuantas ventajas tiene guardar las plantas, así que mejor vayamos a lo práctico.

10 maneras de conservar las hierbas en casa

Existen diversas formas para preservar tus plantas e hierbas medicinales y aprovecharlas cuando desees:

1-Secar con aire: Si tienes un parque o jardín (también podría ser una terraza grande), limpia las hierbas y átalas en manojos de hasta 5 tallos. Cuélgalas boca abajo (con las flores mirando el suelo) en un sitio oscuro, cálido y bien ventilado. Entre 2 y 4 semanas es lo que necesitan para secarse. Te darás cuenta cuando las hojas estén “crujientes” y se desarmen fácilmente al contacto.

2-Hornear: Limpia bien los tallos y coloca en una bandeja para horno. Cocina a 180°C durante 4 horas con la puerta del horno abierta para que la humedad se escape. Si quieres aprovechar el tiempo y secar más cantidad de plantas, puedes hacer una capa tallos, cubrir con papel de cocina, luego otra capa de hierbas, otra de papel absorbente y así sucesivamente (hasta 5 capas máximo). Están listas para retirar cuando estén crujientes.

3-Secar con microondas: Es un método más rápido que con el horno, aunque no recomendable por las ondas que libera este electrodoméstico. Igualmente te contamos cómo se hace. Envuelve las hierbas en papel absorbente de cocina y cocina en baja potencia durante dos minutos. Si al sacar todavía no se secaron, repite de a 30 segundos el proceso.

4-Enfriar: Lava las hierbas y pásales un paño suave y seco para quitar la humedad. Coloca con papel de cocina en un recipiente que puede ser una asadera (sólo una capa) y coloca en la nevera. Retira cuando se hayan secado por completo.

fitoterapiab3

5-Salar o azucarar: Ambos elementos sirven para secar las hierbas medicinales o las plantas aromáticas. Sólo tienes que disponer los tallos limpios uno al lado del otro en una bandeja y espolvorear con sal o azúcar, según prefieras o el sabor de la especie.

6-Congelar: Pica bien las plantas (la parte que consumes habitualmente, como ser las hojas) y coloca en una cubetera de hielo vacía. Cubre con agua y lleva al congelador. Cuando vayas a cocinar, sacas un cubo y lo derrites a baño maría o en un cazo. Otra opción es primero hacer un caldo con esas aromáticas (con un poco de agua en una olla, calientas y retiras el exceso de agua), en este caso puedes mezclar varias hierbas y usarlo como si fuera un caldo súper concentrado.

7-Congelar (otra opción): En este caso, no añadirás líquido. Lava y seca las hojas y coloca en bolsas para congelador, esas que tienen cierre hermético. Quita todo el aire y congela. Puedes guardarlas tanto enteras como picadas, en porciones o raciones para su posterior utilización sin problemas.

8-Hacer conservas: Este método permite que las hierbas se mantengan por mucho tiempo y puedas disfrutarlas en todo momento. Luego de lavarlas bien, pásalas por un procesador de alimentos y coloca en un frasco de vidrio con tapa hermética. Llena con aceite hasta casi el borde, tapa bien y lleva a la nevera. Te quedará lo que usualmente se conoce como “pesto”. Queda muy rico con albahaca, cilantro, perejil y aceite de oliva. Otra alternativa es una vez tienes esta mezcla, la viertes en una cubetera y la congelas, para usar más adelante.

9-Mezclar con sal: No es lo mismo que salar las hierbas para que se sequen, sino que en este caso las mezclarás con sal para obtener sodio saborizado para las comidas. Lava y seca con un paño las aromáticas elegidas, pica bien y mezcla con la sal. Esta se encargará de secarlas y también preservarlas. Y lo bueno es que aromatiza y condimenta tus alimentos.

fitoterapiab5

10-Preparar mantequilla: Para ello tienes que picar bien las plantas aromáticas y en un cazo derretir mantequilla. Puedes verter en el cazo las hierbas y mezclar o también primero verter las hojas picadas en una cubetera y luego la mantequilla por encima. Cuando esté todo frío, llevar al congelador.

11-(Bonus track): Secar con deshidratador solar: Es una de las opciones más naturales que tenemos a disposición para conservar las hierbas, sin embargo suele ser un elemento muy costoso para comprarlo o grande para tenerlo en una casa. Existen modelos hogareños que son de tamaño pequeño y se pueden colocar en el balcón o la terraza. Si tienes espacio disponible, hasta puedes confeccionar el tuyo propio. En este video aprenderás cómo:

¡Empieza a almacenar tus hierbas naturales y ya no tendrás que comprar más! Puedes usarlas tanto para preparar alimentos como remedios caseros basados en la fitoterapia.

 

Para ver la entrada completa haz click aquí: Fitoterapia: ¿Cómo almacenar las Plantas? - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

jueves, 11 de junio de 2015

Fitoterapia: el arte de curar con hierbas y plantas

En artículos anteriores de Siendo Saludable te hemos contado varias de las propiedades de las hierbas y plantas según una dolencia en particular. En esta oportunidad te daremos algunos datos sobre la fitoterapia, una terapia antigua que se basa en la curación utilizando las plantas. ¿sabes qué es lo mejor de todo? ¡Que puedes practicarla en casa!

Principios de la Fitoterapia

Quizás en el pasado no llevaba ese nombre tan “chic” pero si es verdad que desde hace varios siglos atrás se utilizan extractos de plantas para curar enfermedades. Los principios activos de los tejidos vegetales sirven para combatir todo tipo de patologías, ya sean graves o agudas. Pueden a su vez prevenir enfermedades.

¿Qué son los principios activos? Sustancias que se encuentran en las partes de las plantas y que tienen la capacidad para alterar o modificar el funcionamiento de los órganos o sistemas del cuerpo en las personas o animales. Gracias a las investigaciones científicas se han podido encontrar muchos de estos principios para ser usados a favor de la salud.

Los más importantes son los taninos, los mucílagos, los glucósidos y los alcaloides pero no hace falta que te aprendas estos nombres. También puedes encontrar plantas que te aporten minerales, vitaminas, fibras, lípidos y hasta antibióticos. Conocer las propiedades de las plantas nos puede ayudar a mejorar un cuadro, aliviar un dolor, evitar un padecimiento mayor, etc.

fitoterapia2

Breve historia de la fitoterapia

Quizás no estés interesado en tomar clases de historia en este momento, pero vale la pena que sepas de dónde surge esta terapia. Como seguro sabrás, todas las civilizaciones antiguas elaboraban remedios naturales a base de plantas y flores. Los herboristas se encargaban de recolectar y luego tratar las especies, así como también analizar sus efectos.

La medicina herbal forma parte de la historia del hombre. Ya en el año 3000 A.C. Los egipcios realizaron un listado de plantas medicinales y sus propiedades. Luego los griegos adaptaron ese legado (ellos consideraban que los dioses les habían otorgado propiedades curativas a las plantas para poder sanar). Los romanos llevaron las hierbas a Europa y desde allí se expandió a otras latitudes. Esto no quiere decir que en Oriente o en América no se usaban, sino todo lo contrario. Las dinastías en China, las civilizaciones Azteca en México, Inca en Perú y muchos nativos de Sudamérica aprovecharon las virtudes de sus plantas y flores más cercanas.

Durante la Edad Media se hablaba de superstición y mito en relación al uso de hierbas medicinales, porque es en esa época donde se empiezan a tener más conocimientos sobre los órganos internos del cuerpo, por ejemplo. Igualmente, el herbalismo proliferó mucho en estos años gracias a la difusión de libros impresos con el invento de Gutemberg.

Los estudios farmacológicos dañaron bastante al sector del herbalismo y varios herboristas quedaron sin clientes. Se empezó a pensar que los productos sintéticos (tomando extractos de plantas en proporciones mínimas) eran más efectivos que las propias plantas.

Desde hace un tiempo (podría decirse desde que comenzó un nuevo milenio) cada vez son más las personas que optan llevar una vida más sana y natural, por lo cual, han “vuelto a sus orígenes”. La buena noticia es que la ciencia aporta sus conocimientos para que el proceso sea más eficaz. Se está reconociendo, de a poco, el valor de muchos tratamientos antiguos y eso sin dudas, es maravilloso.

fitoterapia3

3 pasos esenciales en la fitoterapia

Ahora que ya sabes un poco más sobre esta terapia de sanar con plantas, seguro querrás empezar a implementarla. ¡Espera! Todavía te faltan más conocimientos. Claro, porque la fitoterapia no es algo que se aprende de la noche a la mañana. Lleva su tiempo, pero los resultados son realmente increíbles.

Los 3 procesos principales para la fitoterapia son: Recolección, secado y almacenaje. Te explicaremos todos ellos aunque quizás el primero sea un poco complicado si vives en la ciudad (pero nunca se sabe cuando podemos aplicar los datos que se guardan en nuestra mente).

1-Recolección: Se ha de realizar cuando la planta tiene mayor cantidad de principios activos. ¿Y cómo sabemos es? Existen ciertas recomendaciones generales según la parte de la hierba que vamos a utilizar. En el caso de la hojas, cuando aún no ha florecido. Si queremos usar las flores, la mejor opción es en la etapa de floración. Para recolectar frutos, debemos distinguir entre los carnosos (cuando la pulpa se altera con facilidad) y secos (en la madurez). Por último, para bulbos, raíces, rizomas y tubérculos, la mejor época es en el otoño o cuando comienza el invierno.

También necesitamos saber que los principios activos tienen altas y bajas según el momento del día. De esta manera, las horas ideales son las de la mañana, siempre y cuando la planta no esté mojada por la lluvia o el rocío. No realices recolección al mediodía porque es cuando más evaporación sufre, tampoco se aconseja hacerlo si llueve, hay mucha humedad o niebla. Tras la recolección, se procede a lavarlas bien para quitar tierra, malas hierbas, suciedad, etc.

2-Secado: Existen muchas técnicas de secado para las plantas (te ofreceremos un artículo especial sobre ello en unos días). El objetivo de este paso es extraer la parte líquida o acuosa del vegetal para que pueda conservarse en estado óptimo por más tiempo. Es bueno saber que en los países cálidos se aconseja un secado natural y en los fríos, un secado artificial. Por su parte, no es bueno utilizar al sol como secante, ya que puede modificar las características de los principios activos.

3-Almacenaje: Necesitas destinar un sitio seco, sin luz directa y bien ventilado para guardar tus plantas ya secas. El tiempo máximo que se las puede almacenar es un año. Es preferible utilizar frascos de vidrio con tapa hermética a latas de aluminio o envases de plástico. Tampoco es bueno colocarlas en sobres de papel (muchos usan el de periódico por ejemplo) o bolsas plásticas porque permiten que la humedad penetre o bien que se condense, por lo tanto, las plantas se estropean y ya no sirven más.

fitoterapiab3

Para ver la entrada completa haz click aquí: Fitoterapia: el arte de curar con hierbas y plantas - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

martes, 9 de junio de 2015

Remedios Caseros para los Dolores Musculares

Si te suele suceder a menudo que tu cuello queda rígido, te levantas con mucho dolor de espalda o los hombros parecen estar formados por rocas en lugar de músculos, entonces, es necesario que lleves a cabo algunas técnicas para evitar estas complicaciones. Conoce los mejores tratamientos y remedios caseros para los dolores musculares en este artículo de Siendo Saludable.

Este tipo de molestia o dolor se caracteriza por estar causado en relación a nuestros hábitos o actividades, pero también por ciertas enfermedades. De esta manera, el cansancio, la tensión, la mala postura, el dormir incómodo, el ejercicio intenso, la gripe o levantar peso nos puede provocar dolor intenso. Las áreas más afectadas son el cuello, los hombros y la espalda en su totalidad.

Recetas caseras para el dolor muscular

Si el dolor de los músculos no te permite hacer tus tareas con normalidad, si no puedes mover el cuello y te sientes un robot al querer tomar un vaso de la alacena, entonces, presta atención a los siguientes consejos y remedios naturales:

Aceites esenciales: Existen diferentes opciones para elegir que son muy buenos para este problema tan habitual (junto al estrés podría decirse que son los males del siglo XXI). Puedes hacer una mezcla de aceites para mejores resultados. Una combinación que encaja a la perfección con tu dolencia es el aceite de almendras con el de oliva, además son fáciles de conseguir. Otras opciones son el aceite de nuez moscada o el de clavo de olor. Son muy efectivos para relajar los músculos y tranquilizar los nervios. Están aconsejados para los atletas después de entrenar, por lo tanto, los puedes usar para tus contracturas “domésticas”. Haz masajes con ellos para muy buenos efectos.

recetas dolores2

Hojas de romero: Es un remedio ideal para la inflamación muscular ya que esta planta cuenta con propiedades antiinflamatorias. Las hojas de romero no sólo sirven para dar gusto a tus sopas, salsas o cremas, sino que también son perfectas para aliviar las contracturas en los tejidos musculares y disminuir los dolores. Para usarlas, hierve una taza de agua con un puñado de hojas de romero (mejor si son frescas). Deja reposar media hora y luego embebe un paño en esa infusión. Aplica en el área afectada al menos dos veces al día. Por ejemplo, puede ser por la mañana y por la noche. Refuerza al mediodía si estás en casa.

Vinagre de manzana: Hay muchos más usos para el vinagre que condimentar tus ensaladas. Ayudan a combatir el cansancio, la tensión muscular y los dolores. Para aprovechar sus bondades, llena la tina con agua caliente y luego añade dos tazas de vinagre de manzana. Sumérgete hasta que al agua se entibie y luego báñate como de costumbre si es que no quieres oler a ensalada.

Hielo: Si te has golpeado, caído o un músculo se inflamó, el hielo es tu mejor opción. Simplemente tienes que sacar unos cubos de hielo del congelador y envolverlos en una toalla, paño o lienzo seco y limpio. No cometas el error de aplicarlo directamente en la piel porque te quemará (si, el hielo puede quemar). Aplicar hielo ayuda a relajar los músculos y reducir la inflamación. En estos casos no se recomienda el calor (compresas, almohadillas térmicas), porque dilata los vasos sanguíneos y aumenta el flujo de la sangre lo que ocasionará más hinchazón y dolor al poco tiempo.

Calor: Está aconsejado para las contracturas causadas por malas posturas o dormir incómodo, ya que relaja el músculo y lo hace más laxo, sin esos “nudos” tan dolorosos. Puedes optar por tomar una ducha bien caliente para que el agua haga su trabajo, ponerte una compresa caliente, usar la almohadilla eléctrica o mojar un paño con agua caliente y aplicar en la zona afectada.

recetas dolores3

Pimienta molida: Otro gran tratamiento casero para los dolores musculares con un ingrediente que tendrás en casa. Prepara una pasta con pimienta blanca o negra molida y un aceite a elección (mejor si es de sésamo). Masajea bien la zona afectada y en seguida empezarás a notar una mejoría. La pimienta de cayena también es muy buena para tratar dolores y calambres musculares.

Valeriana: Es un remedio muy conocido por su capacidad para aliviar la ansiedad, los nervios y las contracturas. Es una planta que nunca debería faltar en tu jardín o en tu despensa. Permite aliviar las tensiones del cuello, por ejemplo, y evitar los trastornos del sueño (ya sean por el dolor muscular o por otros problemas). Realiza una infusión de una cucharada de valeriana por taza de agua hirviendo. Ten en cuenta que es una planta con una olor fuerte y un gusto no del todo agradable. Usa miel para endulzar o combina con otras hierbas como ser la manzanilla.

Manzanilla: Justamente esta flor es un tranquilizante maravilloso que te puede ayudar a combatir los dolores musculares y al mismo tiempo, es una infusión deliciosa. Se usa también para los dolores menstruales, el dolor de cabeza, la ansiedad, el estrés, las tensiones, etc. Tiene la capacidad de relajar los músculos, aliviar los calambres y reducir la inflamación. La dosis es una cucharadita de manzanilla por cada taza de agua hirviendo. No bebas más de tres tazas al día ¡O te quedarás dormida en cualquier rincón!

Catnip: Se trata de una planta originaria de Europa que también se utiliza en Norteamérica y en Asia. Es de la familia de la menta y tiene muy buenas propiedades sedativas. Es buena para reducir la inflamación de las articulaciones, curar lesiones en los tejidos blandos, aliviar el dolor de cabeza, etc.

Rábano: Una verdura que se debe consumir en poca cantidad por su sabor algo picante. Ayuda a aliviar las tensiones, los dolores y los calambres musculares. Busca en la dietética o casa naturista cercana a tu casa si venden (o te pueden conseguir) el aceite esencial de rábano, con el cual hacer masajes. Sino, haz una decocción de algunos rábanos con agua, deja reposar unos minutos y luego aplica con un algodón o paño en el área afectada.

¿Qué te parecen estos remedios caseros para los dolores musculares? ¡No dudes en usarlos la próxima vez que te duela el cuello, los hombros o la espalda!

recetas dolores5

Para ver la entrada completa haz click aquí: Remedios Caseros para los Dolores Musculares - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com