viernes, 28 de agosto de 2015

Como Optimizar la Digestión | Parte 2

En la entrega anterior vimos los fundamentos de una buena digestión y la importancia de un fuego digestivo saludable y potente. También hablamos de los ritmos naturales y el perfecto funcionamiento de nuestra maquinaria biológica.

En esta segunda parte ampliaremos la información con las claves para una buena digestión. A su vez te brindaremos tips fáciles para incorporar a tu vida cotidiana con resultados rápidamente asombrosos.

Claves para una digestión óptima

  • Realizar Ciclos Completos

“Los ciclos de ingestas completas son perfectamente complementarios con un reposo digestivo completo”. Esto significa que si durante el día hacemos 5 comidas o picoteos, utilizamos muchas veces el sistema digestivo. Es decir, que fraccionamos demasiado la ingesta de alimentos en bloques muy pequeños y ello entorpece un poco el trabajo que debería hacer nuestro estómago. Es como si cada vez que nos quedamos dormidos suena el despertador o una bocina en la calle. ¡Seguro no nos agradará demasiado!

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Si nos alimentamos realizando ciclos completos estaremos haciendo entre 3 y 4 ingestas diarias con espacios de 3 a 5 horas entre ellas. En ese lapso la potencia digestiva se restaurará completamente antes de volver a ser utilizada.

Por ejemplo, si a las 2 horas de desayunar tenemos hambre es porque no ha sido suficiente o le faltó equilibrio. Un almuerzo deficiente también traerá deseos de picotear cualquier alimento hasta la hora de la merienda.

Esto quiere decir que:

Las personas que se levantan muy temprano deben elegir  un desayuno suculento, un almuerzo fuerte y una cena temprana algo más liviana. Si existiese mucha demanda física o se practica ejercicio intenso probablemente también sería deseable tomar una merienda, sobre todo si a causa de las actividades, la cena se realiza demasiado tardía.

Para aquellos que se levantan mas tarde (a media mañana) porque su actividad se extiende hasta pasada la media noche, probablemente sea mejor que tomen un desayuno liviano o algunas piezas de fruta para disfrutar de un suculento almuerzo. Luego pueden disfrutar de una buena merienda y una cena tardía igualmente buena.

  • Combinar Adecuadamente

“juntar aquellas comidas de diferentes naturalezas para que nos aporten la proporción equilibrada de nutrientes. Esto nos traerá como consecuencia saciedad y óptima combustión energética”.

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Un plato equilibrado constará de:

  • Una fuente de proteínas
  • Una dosis de carbohidratos
  • Un poco de grasas
  • Un aporte de minerales
  • Una cantidad suficiente de fibra

Cuando falta algún componente de los indicados anteriormente o las proporciones se encuentren desequilibradas, no sólo no nos estaremos alimentando bien sino que también causará los tan conocidos “picoteos”. También se producen lo que se conoce como “hambres constantes” y lo que es peor de todo, inestabilidades en los niveles de  glucosa en sangre (con todos los problemas que ello acarrea).

No todas las personas tienen los mismos requisitos en cuanto a las proporciones de nutrientes, cada uno deberá encontrar su combinación más adecuada por medio de ensayos y errores.

Las combinaciones mas desaconsejables son:

  • Diferentes proteínas animales, como huevo, carnes y lácteos.
  • Almidones de diversa naturaleza, como cereales y patatas o batatas.

Algunas personas podrían tener dificultades digestivas si mezclan alimentos muy proteicos con alimentos ricos en almidones. Recomendamos repasar el artículo que habla en detalle sobre las combinaciones de alimentos.

  • Seguir un orden conveniente

“Es necesario saber cuando un alimento va primero y cuando va después”.

Muchas personas experimentan problemas digestivos a causa de incluir muy poca cantidad de alimentos crudos, (vegetales y frutas) que no han sido procesados, envasados, enlatados, etc.

Una pregunta muy habitual es ¿cómo puede ser que una banana de acidez estomacal si la fruta es tan “saludable”? Y la respuesta es simplemente porque si comemos fruta con el estomago ocupado, aun hay comida de la ingesta anterior “bloqueando” el acceso al intestino. Esto provoca una ralentización en el proceso de digestión y por lo tanto congestión estomacal, acidez y reflujos.

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La comida puede haber estado bien y la fruta también, pero el orden correcto es la banana (o la fruta que sea) primero y los alimentos con alta cantidad de proteínas y grasas después. ¿Cómo? ¿Primero el postre y después la comida? Si. Invertir el orden evita dispepsias, gastritis y todo tipo de reflujos y malestares digestivos.

También cometemos un error cuando bebemos agua mientras comemos. La hidratación debe ocurrir antes de la comida y al terminar la digestión. Nunca durante la ingesta. Comer y beber a la vez es una mezcla inconveniente para el sistema digestivo. Es como si por un lado alguien estuviera encendiendo una fogata y por el otro la estuviera apagando con agua. Es algo que no resulta.

Desde SiendoSaludable.com te animamos a encontrar tu mejor versión de ti mismo y optimizar la digestión siguiendo estos consejos! ¿Te animas?

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lunes, 24 de agosto de 2015

Cuáles son los beneficios de beber té verde

Esta infusión de origen asiático tiene muchas y muy buenas propiedades para tu organismo. ¡y también para la belleza! Si bien todos creen que el té verde sólo sirve para adelgazar y eliminar la retención de líquidos también nos ayuda en varias dolencias, afecciones y hasta enfermedades.

¿Aún no has comenzado a beber té verde? ¿A qué esperas? Sin dudas tras leer este artículo quedarás maravillado con todas sus bondades.

Ventajas de consumir té verde

La dosis diaria permitida es de 3 tazas. La buena noticia es que se puede disfrutar tanto frío como caliente. Si es verano viertes en una botella de plástico y te lo llevas a la oficina o al gimnasio. Si es invierno lo usas para calentarte las manos y el vientre. No te olvides de endulzar con stevia o con miel. Algunas personas le ponen cáscaras de limón o naranja. ¡Haz tu propia combinación!

En un post de la web Mejor Con Salud nos recomiendan por ejemplo hacer una infusión con té verde, jengibre y canela y beber a diario para evitar la retención de líquidos, los problemas cardiovasculares y el sobrepeso… Nos explican a su vez cómo preparar y consumir esta rica bebida:

Pondremos un litro de agua a hervir con una cucharadita de jengibre y una cucharadita de canela, ambas en polvo o cortadas finas. Cuando hayan hervido cinco minutos apagaremos el fuego y añadiremos dos cucharaditas de té verde, para dejarla reposar cinco minutos. A continuación la colaremos y la pondremos en una jarra o botella para ir bebiéndola durante el día. La podemos tomar caliente, tibia o fría.

Si queremos endulzarla lo haremos preferiblemente con estevia, un edulcorante natural que no tiene ningún efecto dañino en nuestra salud, como sí lo tienen el azúcar o los edulcorantes artificiales.

Todavía potenciaremos más sus efectos si le añadimos el jugo de medio limón.

Tomaremos esta infusión cada día durante al menos un mes para notar sus beneficios.

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Las bondades del té verde

Son muchas las propiedades que se le atribuyen a esta infusión surgida de una planta que crece sólo en zonas cálidas y húmedas y que ha sido cultivada desde hace miles de años en Asia. Según un artículo publicado en el sitio Muy Interesante

Al té verde los científicos no cesan de encontrarle propiedades últimamente. Chi Pui Pang, de la Universidad de Hong Kong, ha demostrado que los antioxidantes que contiene (vitamina C, vitamina E, luteína y zeaxantina) pueden ser absorbidos por diferentes tejidos del ojo, incluida la retina, lo que previene el glaucoma y otras enfermedades oculares. También se ha comprobado científicamente que reduce las enfermedades de los dientes y las encías. Consumido con moderación (de 3 a 6 tazas al día) disminuye el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, según un estudio publicado en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology: Journal of the American Heart Association. Y experimentos en ratones han revelado que ayuda a combatir la obesidad.

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¿El té verde también tiene propiedades estéticas?

Por supuesto que si. Esta infusión se puede usar de manera tópica para tratar diversos problemas de la piel como es el caso de la rosácea. ¿Quieres saber cómo? Con una mascarilla de té verde y té de manzanilla podrás quitarte el enrojecimiento del rostro.

Ingredientes:

  • 1/2 taza de agua caliente
  • 1 saquito de té de manzanilla
  • 1 saquito de té verde

Pasos a seguir:

1.Echa los dos saquitos de té en la taza de agua caliente y deja hasta que se enfríe el agua.

2.Vierte el líquido en una botellita con spray y aplica en la cara varias veces al día (no olvides lavar y secar bien el rostro antes de usar este remedio).

No dudes en ir a comprar té verde en tu casa naturista de confianza. Lo puedes conseguir en hebras o en bolsita (o saquito).

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¿Has usado alguna vez el té verde? ¿Te ha resultado? ¡Déjanos un comentario y cuéntanos tu experiencia!

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domingo, 16 de agosto de 2015

¿Cómo Hacer tus Propias Mascarillas Exfoliantes?

¿Te gustaría estar en un spa pero tienes que trabajar? ¿Quieres que tu rostro se vea joven, bonito, suave y lozano? ¿Deseas eliminar el acné, los poros dilatados, las manchas y los puntos negros? ¡Entonces las mascarillas exfoliantes caseras son la mejor respuesta!

Gracias a los ingredientes con capacidades exfoliantes podrás eliminar todas las impurezas de tu piel (polvo, restos de maquillaje, sudor, etc), así como también las células muertas. Con una buena exfoliación en casa, podrás reducir la apariencia de las líneas de expresión y arrugas, destapar y reducir los poros y mejorar la textura de la piel en general. ¡Haz la prueba!

Spa en casa ¡Ten tiempo para ti!

¿Cuánto hace que no te dedicas por completo a tu salud y tu belleza? Si, ya sabemos que tienes muchas obligaciones, ser una madre moderna o una profesional no es nada sencillo, pero también tienes que guardar al menos media hora al día para hacer lo que te gusta.

¿No tienes espacio disponible en la agenda para ir al salón de belleza o a un “día de spa”? ¡No importa! Puedes aprovechar unas mascarillas exfoliantes caseras y disfrutar de un “mimo” para tu autoestima y tu paz interior con alternativas hogareñas, muy fáciles, con ingredientes simples que seguro tendrás en la cocina (o puedes salir a comprar al mercado) y sobre todo, sin gastar dinero de más. Pero… ¿funcionan? ¡Por supuesto que si! Te verás más bonita que nunca, y te sentirás mucho mejor.

Recetas de mascarillas exfoliantes caseras

Antes de comenzar con las recetas para hacer mascarillas exfoliantes en casa es bueno que sepas que la piel tiene que estar completamente limpia y sin un gramo de maquillaje. Lava primero el rostro con agua templada y jabón neutro. Seca con una toalla dando golpecitos para no lastimar y ya estás en condiciones de aprovechar las bondades de la madre naturaleza. Al finalizar, siempre aplica una crema humectante (puede ser comprada o natural) para que la dermis no se resienta tras el tratamiento.

Café: Puede que hayas leído que el café no es bueno para la salud si lo bebemos en demasía, por ejemplo, lo cierto es que está presente en todos los hogares y forma parte de la alimentación diaria, ya sea en el desayuno, a media mañana, por la tarde o de postre. Si bebes una taza al día no habrá efectos adversos en tu organismo y la buena noticia es que si guardas el poso de café puedes realizar una maravillosa mascarilla exfoliante (si la aplicas en los glúteos también te sirve para reducir la celulitis). Simplemente tienes que mojas el café con un poco de agua y aplicar en el rostro con movimientos circulares. Otra idea es mezclar con tu crema limpiadora habitual. Enjuaga con agua tibia.

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Avena y leche: ¡No es para comer en el desayuno! Estos dos ingredientes se convierten en una mascarilla perfecta para exfoliar las células muertas e impurezas. Mezcla dos cucharadas de leche en polvo con media taza de avena molida y un poco de agua hasta formar una pasta (que no sea líquida). Aplica en el rostro y en el cuello con movimientos circulares. Deja actuar quince minutos y enjuaga con agua templada.

Granola: Algo similar a la receta anterior, esta vez con la popular “granola”, ese mix de cereales que se consume como barrita a media mañana, por ejemplo. Haz una pasta con media taza y un poco de agua tibia o caliente (cuidado de no quemarte). Humedece el rostro con agua tibia y aplica la mascarilla con movimientos circulares, lava luego con agua tibia.

Linaza y miel: Las semillas de lino no sólo te aportan muy buenos aceites naturales cuando las consumes, sino también es un ingrediente estrella para una mascarilla exfoliante. En este caso, te ayuda a mantener los codos y las rodillas bien suaves (dos zonas muy factibles de estar ásperas). Mezcla una taza de miel con media taza de agua tibia. Luego añade 3 cucharadas de linaza (semillas de lino) y forma una pasta. Pon en el refrigerador tres horas. Retira y usa para frotar codos y rodillas, deja que actúe tres minutos y lava con agua tibia. Puedes también usar esta pasta para los talones.

Azúcar moreno: Podría ser también azúcar blanco, pero si has estado siguiendo los artículos de Siendo Saludable sabrás que no es bueno consumir refinados (incluyendo harinas). Bueno, echa esta aclaración, sigamos con la receta. Mezcla una cucharada de azúcar moreno o mascabo con tu crema limpiadora habitual. Humedece el rostro y aplica con movimientos circulares. Luego lava con agua tibia.

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Limón y azúcar: Nuevamente, usa el azúcar que tengas disponible. Necesitas dos cucharadas y el zumo de medio limón. Con el rostro limpio, aplica esta pasta. Deja actuar durante cinco minutos y enjuaga con agua tibia. Una aclaración muy pero muy importante con respecto al limón en belleza: no hagas ningún tratamiento durante el día. No importa que esté nublado o llueva, tampoco si no tienes pensado salir a la calle. El limón en combinación con la claridad o el sol, no se llevan bien. Entonces, lleva a cabo esta mascarilla por las noches, justo antes de irte a dormir. A la mañana siguiente lava igualmente con buena cantidad de agua tu rostro (más que lo habitual para despabilarte). De lo contrario, tu dermis se manchará y no quedará para nada bien.

Sal y suero de leche: Mezclando unas cucharadas del segundo ingrediente con una pizca del primero (mejor si es sal gruesa), obtendrás un espectacular exfoliante casero. Aplica igual que todos los demás. Es una receta perfecta para reducir poros abiertos.

Avena y miel: Dos elementos que ya hemos nombrado antes. ¿Qué tal si los juntamos? ¡El resultado no podría ser menos que espectacular! Un cuarto de avena en copos y una cucharada de miel son suficientes. Aplica en el rostro húmedo, deja actuar 15 minutos y lava con agua tibia.

Aceite de oliva y azúcar: No hace falta que hablemos de nuevo del azúcar. En el caso del aceite de oliva, mejor que sea extra virgen o de primera prensa. Mezcla ¼ taza del azúcar que quieras con 3 cucharadas de aceite. Aplica en la piel (se puede usar en todo el cuerpo) mientras te duchas. Retira con agua caliente.

¿Qué te han parecido estas mascarillas exfoliantes caseras? ¿Las pondrás en práctica verdad? ¡Arma tu propio día de SPA en casa!

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sábado, 15 de agosto de 2015

12 Hierbas que No Pueden Faltar en Tu Cocina: Descúbrelas Aquí

En el artículo anterior de Siendo Saludable te contamos cuáles eran las mejores especias para tener siempre a disposición al cocinar. En esta oportunidad, te diremos las Hierbas que no pueden faltar en tu cocina. ¡Si las juntas, ni te imaginas los sabores que obtendrás para tus platillos!

Si tienes espacio, te recomendamos que coloques unas macetas para poder consumir las hierbas aromáticas directamente como si fuera una huerta (o mejor si tienes espacio para plantar en el jardín). El gusto de tus comidas será realmente diferente. ¡No dudes en condimentar con hierbas naturales y frescas, que además aportarán un delicioso aroma a tu cocina!

Las mejores hierbas aromáticas para tener en casa

Albahaca: Se usan las hojas y se puede consumir además de fresca, congelada y seca. Es tradicional en la cocina mediterránea y combina a a perfección con el tomate (y si le añadimos queso, tenemos “caprese” para empanadas o pizzas). La albahaca es riquísima con salsas y huevos y es la base del pesto.

Estragón: Las hojas de esta planta se usan en salsas y vinagres, en platos con carne, sopas y huevos. Es necesario añadir una pizca nada más porque su aroma es característico y fuerte. Es uno de los ingredientes esenciales de las llamadas “finas hierbas”.

Laurel: Uno de los más conocidos en la gastronomía. Se usan las hojas enteras y tiene un aroma bien fuerte. Sirve para darle otro sabor a las salsas, guisos, estofados, escabeches, caldos, sopas y platos con carne (roja o blanca). Se retiran las hojas antes de servir, de lo contrario, en algunos lugares se lleva a cabo una tradición: aquel que recibe una hoja de laurel en su plato tiene que lavar las ollas.

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Orégano: Y justamente hablando de hierbas aromáticas o condimentos típicos, tenemos al orégano, que se puede utilizar fresco o seco, siempre sus hojas. Es uno de los ingredientes por excelencia en la cocina italiana, se usa para las salsas con tomate, las pastas y las pizzas, pero se le puede añadir a casi cualquier platillo.

Perejil: Se usa tanto las hojas como el tallo, fresco en cualquier caso. Perfecto para vegetales al horno, sopas y carnes. Un ramito de perejil no debe faltar en casa si se hacen tartas o pastel de carne, por ejemplo.

Romero: Seguro conoces el delicioso aroma de esta planta, con hojas muy pequeñitas, como agujitas. Se usa fresco o seco y es un condimento ideal para salsas de tomate, guisos, sopas, caldos y platos con carne roja.

Tomillo: Sus hojas frescas o secas sirven para aderezar las salsas de tomate estilo italiano, así como también carne asada, pollo, pescado y salsas que tengan vino blanco.

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Salvia: Una planta con muchas propiedades para la salud y que al mismo tiempo es perfecta para cientos de platillos con carne (sobre todo de ave), legumbres, quesos y vegetales.

Estragón: No es de las más conocidas o populares, pero lo cierto es que su aroma y su sabor son únicos. Se usa fresco o seco para condimentar carnes y vegetales, también se puede usar para preparar infusiones.

Cilantro: Una hierba que tiene sus orígenes en las costas del Mar Mediterráneo y por ello es muy usado en todos los platillos de la zona. Le aporta un sabor astringente a las comidas. El gusto es similar al del perejil.

Alcaravea: Es una hierba aromática que sirve para condimentar todo tipo de preparaciones, ya sean dulces como saladas. Es perfecta para los panes, la bollería y los encurtidos.

Menta: Sus hojas tienen un aroma que nadie puede confundir y al igual que la anterior, es una hierba versátil. Puedes usarlas secas o frescas y le aportan un sabor refrescante a los alimentos dulces o salados. Utiliza la menta en tus infusiones, licuados, zumos, batidos, pasteles y galletas.

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Cebollino: También conocido con el nombre de ciboulette le aporta un sabor delicado a todas las recetas y un aroma bien suave. Es perfecto para condimentar sopas, tortillas y salsas.

¿Cómo cultivar plantas aromáticas en casa?

No hace falta tener un jardín con muchos metros cuadrados de tierra para cultivar hierbas aromáticas. ¡Puedes tenerlas en macetas en tu cocina! Son muy fáciles de cuidar, aunque necesitan de ciertas condiciones en cuanto al sol y al riego. El sitio perfecto para tenerlas es donde dispongan de luz natural todo el día pero no sol directo porque las quema. No se recomienda tampoco que estén al lado del horno o la cocina, tampoco estufas. La calefacción y la falta de ventilación, así como un riego excesivo son las causas de que las aromáticas no prosperen.

Es bueno saber que la mayoría de estas especies son originarias de un clima agradable, mediterráneo y por lo tanto, no requieren de mucha agua para poder sobrevivir. Algunas excepciones son la menta, el perejil y la hierbabuena.

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Para recolectar las hojas, corta con una tijera justo en el momento de usar. No arranques las hojas porque eso lastima a las plantas. Puedes también cortar un tallo y colocarlo “boca arriba” para que se seque de forma natural (esta técnica es buena por ejemplo para el orégano).

Presta mucha atención a las enfermedades de las plantas. Trata con insecticidas naturales o biológicos, ya que luego esas hierbas serán usadas por ti para cocinarle a tu familia. No dejes que la planta esté plagada de insectos u hongos para tratarla, en ese caso es mejor deshecharla.

Muchas de estas aromáticas son plantas de invierno y conviene podarlas una vez al año, al final de la temporada (recuerda que tienes muchas técnicas para almacenarlas y poder disfrutarlas todo el año).

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