¿Cómo Equilibrar los Chakras para una Vida Más Saludable?

En anteriores artículos te hemos contado sobre la características generales y específicas de los chakras y además, te mencionamos que podrían desarmonizarse. No tienes de qué preocuparte, ya que existen diferentes técnicas para equilibrar los chakras que te ayudarán en tu día a día. ¡Ponlas en práctica!

¿Cómo sé si un chakra está funcionando mal?

El cuerpo nos ofrece todo tipo de señales y es bueno que sepas reconocerlas. En el caso puntual de los chakras desalineados o desequilibrados, los síntomas serán los siguientes:

• En el chakra raíz: sentimiento de desarraigo, miedo a la vida cotidiana, sensación de culpa, timidez, problemas para concentrarse, estar distraído, desconfianza, problemas para decir que no, apego a las cosas materiales.
• En el chakra sexual: Miedo a disfrutar, desprecio por el sexo, represiones al placer, bloqueos energéticos que limitan la expresión de la personalidad.
• En el chakra del plexo solar: Enfermedades del aparato digestivo, fatiga crónica, acidez, úlceras, exceso de peso sobre todo en el abdomen, adicción a estimulantes, sensación de inseguridad, desconfianza e inferioridad, egoísmo, insatisfacción, encerrarse en uno mismo, estar de mal humor, percepción de que falta algo para sentirse pleno.

• En el chakra del corazón: Enfermedades respiratorias o cardíacas, incapacidad para amar o expresar sentimientos, desconexión, aislamiento, egoísmo.
• En el chakra de la garganta: Problemas en la voz o cuerdas vocales, irritación de la garganta, problemas para comunicarnos, temor a hablar, necesidad de hablar sin parar, problemas en las glándulas tiroides.
• En el chakra del tercer ojo: estados de confusión mental, trastornos psicológicos, alucinaciones, problemas en la vista, dolores de cabeza relacionados a la visión.
• En el chakra de la corona: Actitud de siempre tener la razón, prepotencia, dominación y manipulación, dificultad para pensar de manera independiente, rigidez en el sistema de creencias, estrechez mental, problemas para concentrarse, dispersión, materialismo.

Ejercicios para desbloquear los chakras

Puedes practicar ejercicios específicos para armonizar un chakra en particular o bien ciertos movimientos que te ayudan a equilibrarlos en general. Empecemos por los puntuales:

• Para el chakra raíz: Los aeróbicos y los anaeróbicos, caminar, flexionar y estirar la espalda, bailar, saltar, correr.
• Para el chakra sexual: Rotación de cadera, natación, aquagym, saunas, jacuzzis, duchas, bailes y danzas “sensuales”, tener relaciones sexuales.

• Para el chakra plexo solar: jogging, sentadillas, boca abajo sujetar los tobillos con las manos y balancearse, apretar bien fuerte con brazos y piernas una almohada y liberar todas las tensiones.
• Para el chakra corazón: Ejercicios respiratorios dentro del yoga, aperturas del pectoral, ejercicios aeróbicos (bicicleta, caminar, correr, saltar, nadar).
• Para el chakra garganta: Pronunciación de mantras, abrir la boca y sacar la lengua moviendo todos los músculos de la cara, girar el cuello, cantar, vocalizar, gritar con fuerza.
• Para el chakra corona: Meditar, orar, acostarse en el suelo y elevar las piernas, dejar la mente en blanco.

Según Osho, la meditación es la mejor manera de equilibrar todos los chakras en general, por más de que uno o dos estén desalineados. Para ello, coloca una música del tipo “espiritual”, que puede ser la repetición de un mantra, una canción de la India o aquella que te relaje, en lo posible que sea instrumental. Siéntate en posición de loto con la espalda bien recta. Cierra los ojos, respira por la nariz y llena muy bien los pulmones, expandiendo lo más que puedas la caja torácica. Deja la mandíbula floja, los brazos sueltos, las manos apoyadas ligeramente sobre el regazo.

Repite diversos mantras, esos sonidos que no significan nada y al mismo tiempo significan todo. El más importante y conocido es el “OM”, que está relacionado al chakra del tercer ojo. El chakra de la corona no tiene ningún sonido ya que se medita en silencio. Para el quinto chakra usa “JAM”, para el cuarto, “IAM”, para el tercero “RAM”, para el segundo “MAM” y para el primero “LAM”.

Otra manera muy interesante para equilibrar los chakras mientras estás meditando es a través de frases o afirmaciones.

• Si el problema se encuentra en el chakra raíz, di: “Yo soy uno con todo lo que soy, estoy seguro de ser amado”.
• Si la falta de armonía es debido al chakra sexual, recita: “Yo me amo y me horno ahora y para toda la vida”.
• Si las dificultades aparecen por causa del chakra plexo solar, afirma: “Yo soy el creador de gran alcance de mi realidad”.

• Si el desequilibrio está en el chakra corazón, piensa: “Yo soy amor y aceptación incondicional”
• Si el bloqueo se produce en el chakra garganta, canta: “Yo soy el autor de mi vida y tengo el poder de la elección”.
• Si el desequilibrio está protagonizado por el chakra tercer ojo, repite: “Es seguro para mi ver la verdad”
• Si la falencia se desencadena en el chakra corona, medita: “Yo soy uno con el momento presente”.

¿Cómo equilibrar los chakras con piedras?

Esta opción te permite armonizar todos los chakras en general. Además es una bonita artesanía o manualidad que puedes hacer para regalar a quienes más amas. Necesitas un cuarzo blanco, un cristal violeta (por ejemplo amatista) un cristal azul (puede ser aguamarina), una piedra verde (como esmeralda), un cristal amarillo (como el citrino), una piedra naranja (una opción puede ser ámbar) y una de color rojo (por ejemplo ágata).

Una vez que hayas reunido todas las piedras, acuéstate boca arriba sobre una colchoneta o suelo. Coloca el cuarzo en la parte alta de tu cabeza, luego la piedra violeta en el entrecejo, la azul en la garganta, la verde en el pecho, la amarilla en el estómago, la naranja en el ombligo y la roja en la pelvis.

Cierra los ojos, inhala y exhala el aire de manera lenta y pausada. Mantén esta posición durante por lo menos 3 minutos. Al terminar, tienes dos opciones: guardar las piedras para volver a hacer este ejercicio cuando lo necesites o bien crear una bonita joya que puedas llevar a todos lados contigo.

Equilibra tus chakras con la dieta

Por último, también has de saber que la alimentación te puede ayudar a armonizar tus chakras. Cada una de las áreas comentadas antes tiene una comida específica:

• Granada: Cura el chakra raíz.
• Zanahoria: Trata los problemas en el chakra sexual
• Pimiento amarillo: Para desequilibrios en el chakra plexo solar
• Col: Te ayuda a mejorar el chakra corazón
• Arándanos: Son muy buenos para armonizar el chakra garganta
• Uvas: Perfectos para equilibrar el chakra tercer ojo
• Repollo: No dudes en consumirlo para que la energía del chakra corona fluya

Tras leer este artículo, ¡cuentas con una gran cantidad de opciones para poder equilibrar tus chakras! Y para finalizar, te dejamos de regalo una hora completa de música para activarlos y armonizarlos. ¡Que lo disfrutes!

Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Cómo Equilibrar los Chakras para una Vida Más Saludable? - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Los Chakras: Una Explicación sobre Cada uno de Ellos

Luego de haber leído el anterior artículo “general” sobre los chakras… ¡Seguro te has quedado con muchas dudas y sobre todo, curiosidad! Es por ello que en esta segunda entrega especial de Siendo Saludable te contaremos cuáles son los 7 chakras principales, caracterizados por un color, un área del cuerpo y un sentimiento diferente.

Es mucha la información referente a los tipos de chakras, por lo cual, haremos un resumen de lo más importante, para que puedas tener tus primeros acercamientos al tema.

Primer chakra: Raíz

El nombre en sánscrito es Muladhara y está localizado en el borde inferior de la columna vertebral, por encima de los órganos sexuales. El color es el rojo, el elemento es la tierra, el sentido es el olfato y el símbolo una flor de loto con cuatro pétalos. Interfiere en la columna vertebral, los huesos, los dientes, las uñas, el intestino grueso, los riñones, la próstata y la circulación de la sangre. La glándula es la adrenales y está relacionado a la consciencia que nos permite vivir día a día. Está ligado a lo material, corporal y sólido, así como a la energía física y a los deseos de permanecer en el mundo.

A su vez, está relacionado con los aceites esenciales cedro, ciprés, mejorana y mirra; los minerales ágata, granate, cuarzo y rubí; los signos del zodíaco tauro, virgo y capricornio; los planetas Marte y Saturno y su principio es la Entidad Física.

Cuando el chakra raíz está desequilibrado, las enfermedades que causa son anemia, presión baja, leucemia, problemas circulatorios, poca tonicidad muscular, exceso de peso y fatiga. Entre los síntomas psicológicos podemos encontrar miedo existencial o a la muerte, impaciencia, dependencia, agresión excesiva o pacifismo extremo. Cuando está en su lugar correcto trae como consecuencia serenidad, confianza, altruismo y autocontrol.

Segundo chakra: Ombligo (Sexual)

El nombre en sánscrito es Svadhisthana y está ubicado dos dedos por debajo del ombligo. Su color es el naranja, el elemento es el agua, el sentido es el sabor, el símbolo es la flor de loto con seis pétalos y el principio básico es crear vida. Las partes del organismo relacionados a este chakra son el sistema reproductor, la vejiga, los glúteos, las piernas, los pies, el nervio ciático, los testículos, los ovarios y la próstata y la glándula es la gónadas.

Los aceites esenciales para este chakra son el sándalo y el Ylang Ylang; los minerales la turmalina, la cornalina y la piedra de la luna; los signos del zodíaco cáncer, escorpio y piscis; los planetas Venus, Urano y la Luna.

El significado de este chakra es “Morada propia”, sirve para la propagación de la especie, es decir, la reproducción. También representa las relaciones amorosas, sobre todo las sexuales.

Cuando está desequilibrado, el segundo chakra causa miedos y sensaciones negativas en relación a la sexualidad y al comportamiento con el sexo opuesto. Los bloqueos también provocan manía por la limpieza, mente muy centrada en la razón, aislamiento, impotencia, falta de apetito sexual, sentimientos impulsivos y poca proximidad física con la pareja. Las virtudes del chakra ombligo son la comprensión de la unidad, el amor, la benevolencia, la tolerancia, la humildad y la amplitud mental.

Tercer chakra: Plexo Solar (Emociones)

Su nombre en sánscrito es Manipura y está localizado en la base del hueso del pecho, es decir, en el diafragma. El color es el amarillo, el elemento es el fuego, el sentido es la vista, el símbolo es la flor de loto de diez pétalos y el principio básico es la Formación del ser. Está vinculado con la parte inferior de la espalda, el estómago, el hígado, el baso, el páncreas, la vesícula biliar y el sistema nervioso autónomo; la glándula de este chakra es el páncreas.

Los aceites esenciales son la manzanilla, el limón, el tomillo y el Ylang Ylang; los minerales son el ámbar, el cuarzo, el ojo de tigre, el topacio amarillo, el citrina y el ágata; los signos del Zodiaco son Aries, Leo y Sagitario; los planetas son Marte, Júpiter y el Sol.

Representa la personalidad, concentra las cualidades de la mente, la vitalidad, la voluntad por saber más, el deseo de vivir y comunicar. Promueve la auto aceptación y está relacionado al ego.

Si no existe la armonía en el tercer chakra aparecen los sentimientos de inferioridad, la confusión, la ansiedad, las alergias, el insomnio, la ambición, la envidia, la sinusitis o las pretensiones de poder y control. Las virtudes de este chakra se reflejan en la fortaleza, el sacrificio, la pureza, la veracidad, la tolerancia, la serenidad, el equilibrio y el sentido común.

Cuarto chakra: Cardíaco (Sentimientos)

El nombre en sánscrito es Anahata y está localizado entre las costillas (al mismo nivel que el corazón). Su color es el verde, el elemento es el aire, el sentido es el tacto, el símbolo es la flor de loto con doce pétalos y el principio básico es la dedicación y la unión con los demás.

Las partes del organismo relacionadas a este chakra son el corazón, el sistema circulatorio, la piel, la sangre y la parte superior de la espalda. Su glándula es el timo. Los aceites esenciales son el geranio, la bergamota, la rosa y la salvia; los minerales son la esmeralda, el jade verde y el cuarzo rosa; los signos del zodiaco son Géminis, Libra y Acuario y los planetas Mercurio, Venus y el Sol.

Representa el amor incondicional, nos permite amar sin condiciones, ofrecer sin esperar nada a cambio, es un puente de transferencia entre los tres chakras inferiores y los tres superiores, ya que se encuentra justo en el medio.

Cuando está desequilibrado, no permite amar, se está contra todo y contra todos y las respuestas siempre son violentas. En cuánto a los síntomas encontramos pánico, palpitaciones, acidez, arritmia cardíaca, presión arterial elevada, colesterol, enfermedades pulmonares, tensión muscular.

Las virtudes de este chakra son la simpatía, la tolerancia, la devoción, la energía y el sentido común.

Quinto chakra: Garganta

En sánscrito se dice Visuddha y está localizado en las vértebras inferiores del cuello. El color es el azul claro, el elemento es el etérico, el sentido es el oído, el símbolo la flor de loto con 16 pétalos y el principio básico es el eco de ser.

Las partes del organismo vinculados a este chakra son el cuello, la garganta, las cuerdas bocales, las orejas, los brazos y los pulmones; la glándula es la tiroides. Los aceites esenciales son la lavanda, el sándalo, el neroli y la salvia; los minerales son la aguamarina y la turquesa; los signos del zodiaco son Tauro, Géminis y Acuario y los Planetas son Marte, Urano y Venus.

Este chakra es de la comunicación, la creatividad, la capacidad de recibir y asimilar, se relaciona también con los sentidos del paladar, al estar en equilibrio permite desarrollar tanto los sentidos materiales como los espirituales.

Si no se encuentra la armonía, causa problemas comunicacionales entre el cerebro y el cuerpo, dificultades para observar las emociones propias, sensación de culpa, incapacidad para expresas las ideas, los pensamientos y los sentimientos. Además, causa infecciones bacterianas y virales, herpes, resfriados, dolores de cabeza, ronquera, problemas dentales y dolores musculares.

Las cualidades son ternura, tolerancia, humildad, paciencia y simpatía.

Sexto chakra: Tercer ojo

El nombre en sánscrito es Ajna y se localiza en el centro de la frente. El color es el índigo y está relacionado con todos los sentidos (a excepción del extrasensorial), el símbolo es la flor de loto con 96 pétalos y el principio básico es el Saber Ser.

Las partes del organismo vinculados a este chakra son los ojos, los oídos, la nariz, el cerebro y el sistema nervioso central; su glándula es la pituitaria (o hipófisis).

Es el responsable por la energía que circula en la cabeza, la clarividencia, la intuición, la capacidad intelectual, la memoria. Los aceites esenciales son el jazmín, la albahaca, el pachuli y el romero; los minerales son el lapislázuli, el zafiro añil y el ópalo; los signos del Zodiaco son Piscis, Sagitario y Acuario y los Planetas Urano, Mercurio y Júpiter.

Cuando no está armonizado, este chakra puede traer confusión, hiperactividad, falta de objetivos claros, inestabilidad, miedos a los espíritus o fantasmas, compulsiones, problemas visuales o auditivos y caer en vicios como el alcohol y las drogas.

Las cualidades son el perdón, el silencio, la conciencia, la reverencia, el amor, la devoción y la amplitud mental.

Séptimo chakra: Corona

El nombre en sánscrito es Sahasrara y el color es el violeta (también puede ser blanco o dorado). El símbolo es la flor de loto con mil pétalos y el principio básico es la pureza del ser. Las partes del organismo relacionadas es el cerebro y la glándula la pineal.

Representa la conexión con la espiritualidad, la integración con lo físico, lo emocional y lo mental. Es el chakra más importante y más sutil de todos. Es la luz del conocimiento y la conciencia, la visión global del Universo, nos permite tener experiencias muy personales, disfrutar de la paz y dar sentido a la vida.

Los aceites esenciales son el incienso, el loto y el musgo de encina; los minerales la amatista, el topacio, el cristal y el zafiro; los signos del Zodiaco Capricornio y Piscis y los planetas Saturno y Neptuno.

Si este chakra está en desequilibrio, trae como consecuencia la falta de comprensión y una pobre vida espiritual. Es decir, que se tiene una visión muy materialista de la existencia. Insomnio, histeria, desórdenes del sistema nervioso, obsesión, disfunciones sensoriales y neurosis son los síntomas más frecuentes.

Las cualidades y virtudes son la evolución espiritual, la conciencia colectiva, la integración, el silencio, la reflexión, el amor, la compasión, la energía y el altruismo.

En la tercera parte de este informe, te contaremos cómo equilibrar los chakras… ¡No te lo pierdas!

Para ver la entrada completa haz click aquí: Los Chakras: Una Explicación sobre Cada uno de Ellos - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Los Chakras: ¿Qué Son y Cómo Armonizarlos?

Quizás hayas oído o leído la palabra “Chakra” y no sabes bien a qué se refiere. En este artículo conocerás un poco sobre este término que engloba mucho más que una definición, ya que se trata de un concepto amplio e interesante.

¿Qué quiere decir “Chakra”?

Como primera medida, chakra quiere decir rueda en sánscrito. En la ciencia yóguica el chakra se refiere a un centro giratorio de energía que tiene la capacidad para recibir, regular y distribuir el prana, es decir, la energía vital que fluye en el cuerpo a través de los canales energéticos (también conocidos como nadis, meridianos o chi).

No te preocupes si esta definición parece un poco científica o sacada de una enciclopedia. Entenderás un poco más sobre los chakras a lo largo de este artículo y en las próximas entregas que te proponemos desde Siendo Saludable.

Los principales chakras son siete y están relacionados a un color específico:

• Raíz (rojo)
• Sacro (naranja)
• Plexo Solar (amarillo)
• Corazón (verde)
• Garganta (azul)
• Tercer Ojo (índigo)
• Coronilla (Violeta)

Están ubicados en una línea imaginaria a lo largo de la columna vertebral, de manera ascendente, es decir, de abajo hacia arriba. La energía de los chakras se comunica entre si y nos aporta vitalidad. Además, están encargados de transformar esa energía en vibraciones. Las más importantes son la supervivencia, la sensualidad, el poder, el amor, la expresividad, la intuición y la espiritualidad.

Los chakras, un mapa de nuestro cuerpo espiritual

En nuestro mundo interior es donde se ubican los chakras y cada uno de ellos tiene un punto determinado. Al igual que en un mapa o plano localizamos una ciudad o una calle, también la energía tiene su punto de acción específico.

Además, cada uno de los siete chakras está caracterizado con un color (los del arco iris) que corresponden a los brillos percibidos en el aura (esa especie de halo de protección que rodea a cada ser humano).

Los cambios en los chakras pueden reflejar cómo están la salud, las relaciones interpersonales, la voluntad, la decisión, la creatividad, la capacidad para disfrutar, la conexión con el universo, etc. Por ello es necesario mantenerlos equilibrados entre si y en relación al universo. Un chakra desalineado puede generar enfermedad, problemas con los demás, desgano, dificultades para tomar decisiones o tener imaginación, que nada nos haga feliz y que nos sintamos perdidos.

Los 7 chakras tienen incidencia no sólo en lo espiritual o trascendental, sino también en lo emocional, lo físico y lo mental. Por esta razón es que decimos que su equilibrio es muy importante. Al saber cuál es el objetivo de cada una de estas ruedas energéticas y trabajar en su bienestar, esto repercutirá inmediatamente en nuestra vida cotidiana, en nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestras relaciones (tanto con nosotros mismos como con los demás).

El yoga y los chakras

Con la práctica del yoga y la meditación podemos equilibrar nuestros chakras. Pero para ello, tenemos que conocerlos. Cuando trabajamos con ambas disciplinas ancestrales, lo que buscamos es estar en sintonía con algo más allá de lo que pasa en nuestro cuerpo. Es decir, que estamos tratando de volver a nuestras raíces, nuestro contacto con la tierra y la naturaleza (la pachamama como se suele decir), pero también, con lo superior, es decir, el Universo.

Quizás no te hayas dado cuenta de lo bien que te sientes una vez que termina la clase de yoga o tal vez lo hayas atribuido a que te has serenado y estirado tus músculos. Sin embargo, una gran parte de esa sensación se debe a que has acomodado tus chakras.

Gracias al yoga y a la meditación, eliminarás los condicionamientos sociales, culturales o familiares, las creencias que vienes sosteniendo desde hace tiempo, los patrones mentales frecuentes, las formas de vida alejadas de lo espiritual.

No se trata de pasarse todo el día sentados en posición de loto como hacen los budistas de los templos en el Tíbet (muchos menos afeitarte la cabeza y andar en túnicas naranjas), sino de empezar a sentirte un poco mejor contigo mismo y con quienes te rodean.

La vida es el reflejo de los chakras

Es interesante saber también que algunos chakras están relacionados con la quietud, la aceptación, la receptividad y la sabiduría (características femeninas) y otros a la actividad, el poder, la solidez y la afirmación (características masculinas). Los chakras pueden conectarse con la naturaleza más básica de instinto y conservación o bien con las fuerzas elevadas. Todos y cada uno de estos sentimientos y sensaciones arman el rompecabezas de lo que somos, son necesarios para mantener la salud, tanto física como emocional.

Los 7 chakras representan un aspecto de la energía a nivel universal presente en nosotros. De la manera en que los manejemos es cómo nos moveremos en el mundo. Equilibrarnos nos ayuda a estar conectados con lo interior y lo exterior. La clave o secreto está en darnos cuenta de que tenemos la capacidad para crear la salud, la energía, la prosperidad, el disfrute… en definitiva, la felicidad.

Si somos conscientes de ello, no habrá nada ni nadie que nos pueda hacer enfermar, entristecer, rendirnos o pasarlo mal. ¡El poder está en nosotros y somos los encargados de mejorar cada día!

Para ver la entrada completa haz click aquí: Los Chakras: ¿Qué Son y Cómo Armonizarlos? - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

¿Cómo Hacer Yoga en tu Casa? Parte II

Ya te hemos contado antes cuáles son los beneficios del yoga y los pasos a seguir para practicarlo en casa. ¡Seguro que tienes muchas ganas de comenzar lo antes posible! Si no sabes qué técnicas utilizar para tus primeras clases hogareñas, lee el siguiente artículo y te enterarás de mucho más.

Pequeña guía para hacer yoga en casa

No dudes en tener este manual cerca de tu área de práctica de yoga para que puedas practicar cuando tengas tiempo o lo hayas determinado según tu agenda. Recuerda que siempre es bueno basarte en videos o en imágenes, así como también consultar con un profesor. Algunas posturas que te pueden ayudar a comenzar en esta maravillosa disciplina son:

De pie, deja los brazos, manos y hombros flojos a los laterales del cuerpo, los pies juntos. Cierra los ojos y respira por la nariz diez veces, lo más lento posible. Luego, sube los brazos para tocar las palmas por encima de la cabeza, como si fueras una montaña. Sigue respirando lentamente sin abrir los ojos.

También de pie y con las piernas juntas, no flexiones las rodillas. Inhala y al exhalar desciende el tronco e intenta tocar las palmas de las manos en el suelo. No importa si al principio no llegas, no te sobreexijas. De a poco irás adquiriendo mayor elasticidad. La idea es que con cada exhalación te puedas estirar un centímetro más y puedas elongar la espalda, los hombros y el cuello, lugares bastante conflictivos y de típica tensión.

Ahora acuéstate en la colchoneta boca abajo, con los brazos a los laterales y las piernas juntas. Apoya las palmas de las manos en el piso y trata de levantarte usando la fuerza de los brazos. El objetivo es que sólo queden palmas y puntas de los pies en contacto con el suelo, todo lo demás, en el aire. Como si hicieras una flexión o lagartija, pero sólo manteniendo la postura.

En la misma posición inicial que el ejercicio anterior, estira los brazos sin levantar la pelvis. Lo que queda apoyado son las palmas y de la cintura hacia abajo. Haz una curva con tu espalda hasta donde puedas. Te ayudará a estirar y aliviar los dolores de columna.

Nuevamente de pie pero ahora con las piernas separadas un ancho de caderas y los brazos paralelos al suelo, dobla un poco la rodilla derecha y deja la izquierda extendida. Gira el tronco hacia la rodilla que está flexionada y mantén la postura apoyando las manos en el muslo. Mantén unos segundos, vuelve al centro y repite para el otro lado.

En la colchoneta boca arriba y con las piernas juntas, inclina la cabeza hacia atrás mientras inhalas. Apoya las palmas de las manos en el suelo y has un movimiento de fuerza usando la pelvis para levantar el cuerpo. Sólo quedan apoyadas las manos y los pies. El resto del cuerpo hace una especie de puente. Este ejercicio lleva algo de práctica, pero puedes ir mejorando de a poco con las clases.

Sentada en la colchoneta y con las piernas juntas, levanta los brazos por encima de la cabeza y dobla el tronco para poder tocar con los dedos de las manos las puntas de los pies (o hasta donde llegues). Vuelve a la postura inicial y abre las piernas hasta donde puedas. Repite el movimiento de llevar los brazos hacia arriba y después hacia adelante. También puedes girar hacia el costado y estirar los laterales del torso. El objetivo es el mismo, estirar lo más posible la espalda y los brazos.

De pie, apoya los talones y abre ligeramente las piernas. Lleva los brazos por delante del cuerpo con las palmas juntas. Intenta bajar las caderas lo más que puedas y quedar en cuclillas. En esa posición, inhala y exhala varias veces, después sube despacio.

También de pie, levanta una pierna y apoya el pie en el interior de la rodilla contraria, como formando un número 4. Las palmas de las manos se juntan en el centro del pecho. Trata de mantener el equilibrio. Repite con la otra pierna.

Otro ejercicio de yoga interesante para el equilibrio es, estando de pie, colocar un pie delante del otro, como hacías cuando eras pequeña y caminabas por un lugar estrecho. La punta del pie de atrás está en contacto con el talón del pie de adelante. Los brazos a los costados del cuerpo, levantados a la altura de los hombros.

Siéntate en la colchoneta apoyando los muslos en los talones, como se sientan los asiáticos a la hora de comer. Luego inclina tu torso hacia adelante y lleva los brazos por encima de la cabeza. Esta postura se llama “del niño” y te ayuda a estirar la espalda, los hombros y el cuello.

En la colchoneta, apoya las puntas de los pies, las rodillas y las palmas de las manos. Dobla espalda hacia atrás formando una curva, llevando la cabeza hacia atrás. Luego, forma una “bola” con el estómago y curva la espalda para adentro, Lo único que debes mover en este ejercicio es la espalda y la cabeza, lo demás queda en la misma posición.

De pie y con las piernas levemente separadas, empieza a doblar el torso para llegar a tocar con las manos la colchoneta. El cuerpo formará un triángulo. Alinea la cabeza con los hombros.

Parado, abre las piernas a un metro aproximadamente. Los pies tienen que estar paralelos entre si y bien apoyados. Gira 90° el pie derecho hacia la derecha. Lleva los brazos a la altura de los hombros. Levanta el izquierdo para que quede pegado a tu cabeza. Mueve el torso para el lado del pie derecho, ayudándote con el brazo para estirarte mejor. El brazo derecho puede descansar en la rodilla o muslo derecho. Respira unos segundos, vuelve a la posición inicial y repite con el pie y lado izquierdo.

Acuéstate boca arriba en la colchoneta. Lleva hacia atrás los hombros y apoya los codos en el suelo. Las palmas deben quedarte a la altura de la cola. Estira hacia atrás la cabeza hasta apoyarla en el suelo. El torso se levantará y encorvará. Las piernas quedan estiradas.

Por último, haz una torsión espinal. Sentada con las piernas estiradas y la espalda recta. Dobla la rodilla derecha como acercándola al estómago y cruza por encima de la pierna izquierda. El brazo izquierdo pasa por la rodilla flexionada mientras giras la espalda hacia la derecha, acompañando el movimiento con la cabeza. Mantén durante unos segundos, vuelve a la posición inicial y repite con el lado contrario.

Recuerda que todos los movimientos han de ser lentos, pausados y escuchando lo que el cuerpo te dice. Si no puedes estirarte más o te duele mucho, pasa a otro ejercicio o hazlo más despacio.

Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Cómo Hacer Yoga en tu Casa? Parte II - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

¿Cómo Hacer Yoga en tu Casa?

Después de haber leído los tres artículos de Siendo Saludable sobre los beneficios del Yoga, seguro que pensaste: “Tengo que empezar ahora mismo”. En la teoría puede ser perfecto, pero a veces en la práctica, no es posible.

Si bien solemos aconsejarte desde este sitio que te tomes un tiempo cada día para hacer ejercicio y descansar, las obligaciones diarias no nos permiten muchas veces, entrenar o hacer deporte cómo y cuando queremos. Por ello, una buena alternativa es… ¡practicar yoga en casa! Claro que es posible. En esta nota te contaremos cómo.

¿Cómo hacer Yoga en casa?

Antes de comenzar, es bueno que sepas que una clase con un profesor es lo más recomendable, sobre todo para que puedas llevar a cabo las prácticas o posturas de la mejor manera posible. Si te gusta experimentar por ti mismo, si deseas una clase más personal o practicar cuando tengas unos minutos libres en casa, entonces, presta atención a estos consejos:

Paso N°1: Establece intenciones y metas a lograr. Quizás buscas un poco de tranquilidad después de un día ajetreado, quieres aliviar el dolor de espalda, el médico te ha dicho que es bueno para la circulación de las piernas o tienes picos de estrés que no te permiten dormir. Cada uno sabe cuáles son las razones por las cuáles empezar a practicar yoga. Recuerda las tuyas.

Paso N° 2: Consigue los elementos necesarios. Lo mínimo que precisas es una colchoneta, aunque también puedes practicar con una manta, al menos al principio. En las tiendas de artículos deportivos las venden y no son costosas. Para que la clase sea más cómoda puedes tener a mano una almohada (para apoyar la cabeza), ropa de gimnasia (que te de más apertura de movimientos) y una manta (para taparte en la relajación final).

Paso N° 3: Determina el tiempo y la frecuencia de clase. Algunas duran una hora y media, otras 60 minutos, media hora, etc. Lo importante es que cumplas con ese tiempo preestablecido. Si eres organizado, no “faltarás” nunca a tu clase particular. Por ejemplo, anota en la agenda que los lunes, miércoles y viernes de 17 a 17,30 harás yoga. No lo cambies por nada a menos que sea necesario y de última medida. Las excusas estarán a la orden del día cuando ejercitas en tu casa. Si dices “haré yoga cuando tenga tiempo” o bien “la clase comenzará cuando termine todo lo que debo hacer”, lamentablemente, no ejercitarás nunca. Tómalo como una linda obligación, algo que te agrada y que te has comprometido a practicar.

Paso N° 4: Prepara el espacio. Si tienes la suerte de contar con una habitación libre, puedes disponer allí tu espacio para hacer yoga y dejar la colchoneta preparada. Si no, no te preocupes, porque se enrolla y se guarda en cualquier rincón o debajo de la cama. Asegúrate que ese lugar elegido tenga el espacio suficiente como para que te muevas sin problemas (y sin tirar o romper nada). Durante el tiempo que dure la clase, desconecta el teléfono, pon el móvil en vibrador, apaga la televisión y que nada ni nadie te interrumpa. Puedes elegir el momento del día donde no haya nadie (por ejemplo, cuando los niños fueron a la escuela o están durmiendo la siesta). Si tienes parque o jardín, no dudes en practicar al aire libre los días de verano o primavera.

Paso N° 5: Infórmate sobre las técnicas de yoga. Una buena idea es que vayas al menos a una clase en una academia o centro donde se dicte esta disciplina. Muchos gimnasios o profesores dan la oportunidad de practicar la primera vez sin pagar, por ejemplo. También puedes conseguir video en Internet o comprarlos en DVD. Así, seguirás bien las explicaciones y evitarás que las posturas estén mal hechas, lo que puede acarrear dolores o lesiones. Otra idea interesante es que leas sobre el yoga. Se trata de una disciplina milenaria de la que se han escrito mucho libros y publicaciones en revistas científicas. Sumérgete más en esta ciencia… ¡Te maravillará!

Paso N° 6: Empieza desde lo más básico. Existen diferentes niveles para hacer yoga. El de principiantes se basa en estiramientos, ejercicios de equilibrio y de relajación. Los movimientos siempre tienen que ser lentos y pausados, no quieras hacer muchos en una misma clase. Es preferible que hagas tres repeticiones de cada ejercicio pero que los realices correctamente. No es una carrera, ni tienes que ganarle a nadie. El yoga es una disciplina de mucha serenidad y paz, no lo olvides.

Al empezar, siéntate en posición de loto (con las piernas entrecuzadas), cierra los ojos y respira por la nariz lentamente. Al finalizar, recuerda hacer una relajación final, acostada en la colchoneta (sería bueno que te tapes porque empezarás a temblar de frío, ya que el cuerpo estará muy relajado). Si te quedas dormida, no te preocupes, es lo normal. ¡Aprovecha a dormir la siesta y a recuperarte!

Paso N° 7: Intensifica tus prácticas. Una vez que ya has repetido los mismos ejercicios varias veces, es momento de innovar y de dificultar un poco las cosas. Puedes pasar al nivel intermedio cuando lo creas necesario, pero no antes de los tres meses de básico o principiante. También sería aconsejable aumentar la cantidad de clases a la semana (de dos a tres, de tres a cuatro, etc) y la duración de la práctica (de 30 a 45 minutos, de 45 minutos a una hora, y así sucesivamente). Mantén la práctica constante para disfrutar de todos los beneficios que el yoga tiene para ti.

Paso N° 8: Analiza tus experiencias. Si bien este es un paso anterior a todos estos, tal vez al principio no te des cuenta de tus progresos o cómo te sientes luego de la práctica. Es una buena idea que lo vayas documentando y que prestes más atención a las señales que te ofrece el cuerpo. Si tienes alguna dolencia o enfermedad, si te das cuenta de mejoras en los síntomas, por ejemplo. Si te sientes más relajada o calmada, si puedes dormir mejor por las noches, etc.

Paso N° 9: Sé paciente. Las ventajas de practicar yoga son muchas pero no todas aparecen de la noche a la mañana. Tal vez necesites ejercitarte durante varias semanas antes de empezar a ver algunos leves resultados. Pero que eso no te desanime. Estamos mal acostumbrados a querer todo ahora mismo que no nos permitimos la espera y la paciencia. Cultiva estas dos virtudes. Piensa que estás haciendo un bien a tu cuerpo y a tu mente con el yoga y eso bastará para seguir adelante.

Paso N° 10: Predica con el ejemplo. Una buena manera de hacer que el yoga se expanda y que todos puedan disfrutar de sus beneficios, a cualquier edad, es contando tu experiencia. Cuando alguien te vea cambiada, indica que es por el yoga. Invita a tus amigas o familiares a practicar contigo, así las clases serán más dinámicas. Si te animas, puedes hacer un curso para dar clases como instructor. ¡Es preciso esparcir esta práctica por el bien de todos!

Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Cómo Hacer Yoga en tu Casa? - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Tercera Parte)

Ya que esta práctica milenaria tiene cientos de ventajas, no nos alcanzó un sólo artículo para enumerarlas todas. Presta atención a la tercera y última parte de este especial Yoga de Siendo Saludable. ¿Aún no has leído la primera y segunda entrega?

Más y más Beneficios de Hacer Yoga

Alivia los dolores: ¿Dónde te duele? ¿La espalda, la cabeza, las muelas, los pies, las muñecas, las rodillas? ¡Practica yoga! Así como lo estás leyendo. Varios estudios han confirmado la capacidad de esta disciplina para aliviar los dolores. Esto se debe a la combinación de los tres pilares del yoga, es decir las posturas (asanas), las técnicas respiratorias (Pranayama) y la meditación. Las personas que sufren de artritis, fibromialgia, dolor de espalda, síndrome del túnel carpiano, contracturas musculares, lesiones deportivas en la rodilla, etc, pueden reducir los síntomas al practicar yoga. Y esto trae como consecuencia un mejor ánimo, sentirse más activo y feliz.

Aumenta el “calor”: No quiere decir que hacer yoga te evite encender la estufa en invierno, sino de un fuego interior, del calor que te ayuda a ser mejor persona. Esta sensación que disfrutarás durante la práctica la puedes desarrollar en todos los aspectos de tu vida, para cumplir con tus propósitos sin tanto esfuerzo. Por ejemplo, te servirá para comer mejor, hacer más ejercicio, dejar de fumar, terminar la carrera, etc.

Decir adiós a las drogas: Cada vez que nos dicen, leemos o pensamos en la palabra “droga” solemos relacionarlo con la marihuana, la cocaína o la heroína. Sin embargo, existen otras drogas aceptadas por la sociedad que tienen efectos muy malos en la salud. Si el baño o mesa de noche parecen una farmacia, si no puedes vivir sin tomar medicamentos, si consumes pastillas para dormir, si apenas te duele la cabeza tomas un remedio… también estás consumiendo drogas. En el caso de padecer una enfermedad crónica como puede ser la diabetes, el asma, problemas de tiroides o la presión arterial elevada, los médicos recetan fármacos que deben ser consumidos a diario. Se ha comprobado que los pacientes con estas patologías que practican yoga han podido reducir la ingesta de estos medicamentos. Lo mismo ocurre con los que padecen depresión, insomnio o desórdenes obsesivo-compulsivos.

Maneja la ira: ¡Sin necesidad de hacer un curso! La yoga en combinación con la meditación reducen la irascibilidad de las personas. Como ya lo hemos dicho antes, si a los niños se les enseñaran ambas prácticas en la escuela, el mundo sería mucho más pacífico. La ira es una emoción que cuando se siente en demasía no sólo nos afecta a nosotros mismos sino también las relaciones con los demás. Gracias al yoga podrás sentirte más feliz, más satisfecho y más amigable con la vida. Reducirás tus niveles de enojo y aumentarás los de compasión. A su vez, podrás distanciarte de los problemas y analizarlos de manera consciente antes de reaccionar. Evitarás de esta manera el sufrimiento propio y ajeno. Así que ya lo sabes, si eres un “Pitufo gruñón”… es momento de que empieces a hacer yoga. ¡Todos los que te rodean te lo agradecerán!

Mejora tus relaciones personales: En relación a lo que decíamos en el ítem anterior, la práctica de esta disciplina te ayuda a ser más tolerante, más compañero, más amable, más amistoso, más amoroso, más cariñoso, más compasivo… Todos estos “Más”, harán tu vida MAS armoniosa y feliz. ¿Te parece poco? ¡Todavía hay más! Porque el yoga te ayuda a desarrollar el sentido de equipo, de amistad, de amor al prójimo y de positividad. Quien te necesite, sabrá que podrá contar contigo.

Ayuda a visualizar: Quizás no lo sabes, pero todo lo que está en tu mente, puede hacerse realidad. Lo que imaginas con fervor pasará del plano mental al plano real, no lo dudes. Durante la práctica de yoga tendrás la capacidad de ir visualizando las cosas que deseas lograr en tu vida. Puede ser desarrollar mejor una postura, tener un empleo que te encante, curarte de una enfermedad o dolencia, formar una familia, comprar una casa, irte de vacaciones, tener un coche o encontrar el amor de tu vida. Podrás imaginar lo que deseas y sumar puntos para que esto se cumpla.

Limpia el interior: Las prácticas del yoga pueden estar acompañadas por las Kriyas, que ayudan a quitar todo lo malo, lo que estorba y lo que no sirve de tu cuerpo. Mediante respiraciones rápidas y repetidas, por ejemplo, podrás eliminar lo que está obstaculizando tu futuro. Otra opción es el lavado de los pasajes de la nariz con agua salada para remover los virus que se quedan “atrapados” al respirar. Así no sólo drenarás los senos nasales sino que limpiarás tu cuerpo por completo.

Afina tu silueta: ¿Sabías que una clase de yoga te permite quemar la misma cantidad de calorías que si salieras a correr por el parque? Pero además, esta práctica te ayuda a conocer más tu cuerpo, a modelar tu figura, a quitar las contracturas musculares y a bajar de peso sin volver a recuperar esos kilos. Considera esta opción si estás haciendo dieta o tratando de comer de manera más sana y equilibrada.

Mejora tu vida sexual: Esto es tanto para los hombres como las mujeres. Esto se debe a que el yoga sirve para liberar tensiones y relajarnos. Por lo tanto, se puede disfrutar de más intimidad con la pareja. Por su parte, al conectarse más con nuestro cuerpo, las sensaciones que se experimentan son superiores. El flujo sanguíneo en la zona pélvica aumenta, así como también el deseo sexual y la respuesta a los estímulos durante el sexo. Muchas parejas han comenzado a practicar yoga para poder ser padres, por ejemplo. ¡Y los resultados han sido maravillosos!

Aumenta la consciencia: Estamos súper estimulados en la vida actual. Y eso en lugar de despertarnos, nos hace funcionar como si fuéramos máquinas. La mente está involucrada en todas y cada una de las actividades que hacemos. Pero si sólo le hace caso a la televisión y a los carteles de publicidad en la calle, así como también a la automatización del trabajo, nos convertimos en una especie de zombies. Gracias al yoga, el cerebro empieza a pensar de otra manera, está más presente en lo que ocurre, nos ayuda a enfocarnos y evitar las distracciones de cualquier tipo. Por otra parte, esta práctica mejora la capacidad intuitiva. Sin esfuerzos adicionales podrás interpretar diferentes situaciones y dejarte llevar por tus “corazonadas”.

¡Sin dudas, el yoga es la actividad que todos deberíamos practicar!

Para ver la entrada completa haz click aquí: Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Tercera Parte) - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Segunda Parte)

Como ya te hemos contado en la primera parte del artículo sobre las ventajas de practicar yoga, esta disciplina milenaria tiene mil y un beneficios esperando por ti. ¡Presta atención a lo que podrás conseguir una vez que asistas a clases regulares de yoga!

Más beneficios del yoga

Mejora el trabajo cerebral: Uno de los componentes más destacados del yoga es que nos ayuda a focalizarnos en el tiempo presente, es decir, en el aquí y el ahora. La práctica regular nos sirve para mejorar la coordinación de movimientos, la memoria, el tiempo de reacción, los actos reflejos y los niveles de coeficiente intelectual.

En el caso de también practicar meditación transcendental, estos efectos se potencian. Podrás resolver problemas de todo tipo de manera más rápida y eficaz, recopilar y recordar la información que lees, estar menos distraído, no dejarte llevar por tus pensamientos o imaginación, etc.

Estimula la relajación: Armoniza el sistema nervioso simpático (el que responde luchando o huyendo) y el sistema nervioso parasimpático (el que calma y restaura). El yoga hará que estés tranquilo como una lechuga o como una seda, como se dice popularmente. A su vez, reduce el ritmo cardíaco evitando las taquicardias, equilibra la respiración, reduce la presión arterial y mejora el transporte de la sangre a todos los órganos.

La relajación que sentirás por practicar yoga te ayudará a mejorar en muchos aspectos de tu vida, sobre todo si te estás acostumbrando al estrés, la vorágine de la ciudad, el todo ya y ahora, las presiones, las obligaciones, etc.

Te da más equilibrio: Esto puede ser muy bueno por ejemplo para las personas mayores. El yoga aumenta la habilidad para sentir lo que el cuerpo hace y cómo se sitúa en el espacio (esto se llama propiocepción), además de mejorar el equilibrio físico. Es ideal a su vez para los que suelen mantener una mala postura todo el día o bien llevan a cabo patrones de movimiento disfuncionales. Dejarás de tener dolor de espalda, de rodillas o de hombros. Además puede significar no caerse, otorgando más libertad e independencia en las personas de más de 65 años.

Suelta los músculos: Si por tu trabajo o por dormir mal todos los días te duelen todos y cada uno de tus músculos, estás contracturado y no puedes girar la cabeza porque el tirón que sientes es muy fuerte, no dudes en practicar yoga. Quizás hayas hecho algún mal movimiento o levantado más peso del que puedes soportar y eso se vio reflejado en un dolor agudo en la espalda o el cuello.

Las tensiones también pueden estar presentes en la lengua, el rostro, los ojos, los dedos, etc. Todas estas áreas se verán beneficiadas con la práctica regular de esta disciplina. Y ni que hablar de los grupos musculares más grandes como ser los cuádriceps o los biceps.

Permite restaurarnos y descansar mejor: Si ya has ido a una clase de yoga, seguro que en el momento de la relajación final te has quedado dormido. ¡No te averguences! Es lo más natural del mundo. A la mayoría les pasa lo mismo. El yoga tiene una gran incidencia en el sistema nervioso y en la relajación, como ya lo has leído en este artículo.

Por lo tanto, es probable que por la noche lego de practicar tendrás un sueño más reparador y no sufrirás de insomnio. Esto se debe a las posturas (asanas) restauradoras que has realizado. Te sentirás cansado si, pero también feliz y relajado. Dormirás como un angelito, no te despertarás en la madrugada y en la mañana estarás con más energías para afrontar la jornada.

Mejora el sistema inmune: Las personas que suelen sufrir mucho de enfermedades respiratorias o quienes tienen una patología relacionada a las defensas, podrían practicar yoga para mejorar su estado de salud general. Gracias a las técnicas respiratorias (pranayama) de esta actividad, el sistema inmune mejora notablemente. La cantidad de defensas aumenta y no se padecen por ejemplo, infecciones. Esto es así porque el yoga incrementa los niveles de anticuerpos. Es indicado para los pacientes con psoriasis (enfermedad en la piel), las alergias, las gripes o el cáncer.

Permite respirar mejor: En la actualidad, no le prestamos nada de atención a nuestra respiración. Creemos que es algo mecánico que hace el cuerpo para conseguir oxígeno a través del aire y nada más. Sin embargo, respirar de manera consciente nos ayuda en muchos aspectos. Por ejemplo, a relajarnos y a sentirnos de mejor ánimo. En el caso de las personas con problemas pulmonares, después de realizar yoga por un mes seguido verán efectos maravillosos en su salud.

El yoga a su vez promociona la respiración utilizando la nariz, ayudando a filtrar el aire y calentándolo, algo que la boca no puede hacer. El aire que ingresa por la nariz está más limpio, sin polvo ni suciedad, todos elementos que se depositan en los pulmones y nos enferman.

Dice adiós a los problemas intestinales: Pueden ser úlceras, colon irritable o estreñimiento. Ello formará parte del pasado si practicas yoga. Seguro sabrás que estos problemas están ocasionados por un lado por el estrés y por el otro, por la acumulación de toxinas (que incorporamos a través de los alimentos) y el sedentarismo. El yoga ayuda a eliminar todo lo malo de nuestro interior, facilitando la eliminación rápida y eficiente de los tóxicos, por ello es que evita por ejemplo el cáncer de colon. Se dice también que ciertas posturas sirven para “mover el vientre” e ir al baño sin problemas.

Incrementa el auto estima: Miles de personas en todo el mundo sufren de baja autoestima. Si esto no se maneja como corresponde, puede sumir en una grave depresión, en el uso de drogas, en el exceso de trabajo, en la falta de sueño, en el descuido general del cuerpo, etc. Desde la primera clase de yoga se aprende a cuidar, respetar y conocernos tanto en lo interno como en lo externo. Tal como esta filosofía enseña, cada uno es una manifestación de lo divino. Esta simple frase puede ser el puntapié inicial para mejorar el auto estima y amarse un poco más.

¡Todavía quedan más beneficios del yoga que conocerás en la tercera entrega de este especial de Siendo Saludable!

Para ver la entrada completa haz click aquí: Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Segunda Parte) - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Primera Parte)

Se trata de una práctica milenaria que nos permite no sólo mejorar en el plano físico, sino también emocional y mental. Involucra cada una de las áreas de nuestro organismo y se puede realizar a cualquier edad, ya que existen varios tipos diferentes. Conoce cuáles son los Beneficios del yoga más importantes en este artículo.

Ventajas de Practicar Yoga

Te da flexibilidad: Podrás extender mejor brazos y piernas, alcanzar sitios más altos o más bajos, etc. Con el correr de las clases tendrás la capacidad de tocar con las manos las puntas de los pies, sea parado o acostado, realizar arcos hacia atrás, etc. El estiramiento de los músculos también es bueno para reducir los dolores, contracturas y tensiones. Las caderas, las rodillas, los hombros y la espalda son las zonas que más se benefician con la práctica del yoga.

Mejora la fuerza: Tener músculos más fuertes no sólo te hará ver mejor en el espejo, sino que además te ayudará a levantar objetos sin problemas, abrir frascos, evitar dolores de espalda o molestias por artritis. La fuerza se equilibra con la flexibilidad, algo que ocurre en el yoga pero no en el levantamiento de pesas en el gimnasio.

Alinea tu cabeza: Si pensamos en una línea imaginaria que une el huesito dulce con la coronilla, tenemos que conseguir que todo el conjunto esté alineado, incluyendo la cabeza. La columna, los músculos de la espalda baja y alta, la nuca… todo en armonía. ¿Para qué? ¡Nada más y nada menos que para sostener tu cabeza! Esto te ayudará a tener una postura más armoniosa y evitar lesiones o dolores, así como también curvar la espalda ocasionando efectos indeseados.

Aumenta la movilidad de tus articulaciones: Cuando practicas yoga, todo el cuerpo entra en movimiento, aunque no te des cuenta. Esto ayuda a evitar la artritis degenerativa, el síndrome del túnel carpiano, entre otros problemas articulares. Es preciso cuidar los cartílagos sobre todo de las rodillas, los hombros y los tobillos, porque de lo contrario, sufrirás mucho.

Nutre tu espina dorsal: Los discos vertebrales son los encargados de absorber toda la carga de las vértebras, pero se pueden lastimar si no están en buenas condiciones. Con el yoga, le darás más fuerza para cumplir con su trabajo, manteniendo saludables las vértebras y los huesos.

Mejora los huesos: Los ejercicios de yoga sirven para fortalecer la masa ósea y prevenir la osteoporosis, siendo ideal para las personas mayores o las mujeres en la edad de menopausia. También evita fisuras o quebraduras si nos caemos o golpeamos.

Permite que la sangre fluya mejor: La circulación sanguínea viajará libremente si hacemos yoga, especialmente en las manos y los pies (muy bueno para aquellas personas que sufren de calambres, hinchazón, frío). El yoga a su vez permite transportar más oxígeno a las células. En algunas posturas invertidas la sangre venosa de las caderas y piernas fluye hacia el corazón, siendo ideal para los que sufren de inflamación en los tobillos, por ejemplo. Mejora a su vez la producción de glóbulos rojos y hemoglobina, que transportan oxígeno a los tejidos. Adelgaza la sangre y reduce los niveles de colesterol, además previene infartos y coágulos sanguíneos.

Aumenta el drenaje de la linfa: El fluido viscoso que contiene una gran cantidad de células inmunológicas aumenta en cantidad y calidad. Esto trae como consecuencia ganarle la batalla a las infecciones, las enfermedades, las células cancerosas y a las toxinas que se acumulan en el cuerpo.

Rejuvenece el corazón: Además de lo que ya contamos sobre la sangre, es bueno saber que los ejercicios de yoga fortalecen este músculo tan importante para nuestra supervivencia. Gracias a las posturas que también mejoran la respiración (luego hablaremos de ello), se mejoran las condiciones cardiovasculares, se reducen los latidos del corazón en reposo y aumentan el suministro de oxígeno.

Reduce la presión arterial: Las personas que padecen presión arterial elevada pueden aprovechar las ventajas del yoga. Luego de practicar esta disciplina durante tres meses seguidos, la presión sistólica desciende notablemente, al igual que la diastólica.

Desestresa: La hormona del estrés, llamada cortisol, se ve disminuida cuando practicamos yoga y meditación. Las glándulas encargadas de producirla responden a las crisis, los problemas y los nervios. ¡Y todo lo contrario ocurre en la práctica de esta técnica! Si los niveles de cortisol están bajos, no sólo estarás más tranquilo, sino también el sistema inmune estará reforzado, por ejemplo. Se traducirá en un buen estado de salud y de ánimo general, te enfermarás menos, dormirás mejor por las noches, no abusarás del café, los latidos de tu corazón estarán más equilibrados, amarás tu vida y hasta tendrás menos grasa acumulada en el estómago. Como si esto fuera poco, reducirás las chances de padecer un ataque al corazón, diabetes y otros trastornos relacionados al estrés.

Estarás muy feliz: En relación a lo que decíamos en el punto anterior, el yoga te ayuda a mejorar tu estado de ánimo y te aporta felicidad. ¿Cómo? Simplemente debes sentarte en posición de Loto (con las piernas entrecruzadas y las manos en el regazo), luego te levantas y te estiras tanto como si tus manos tocaran el cielo. ¡Asunto solucionado! Estos dos ejercicios aumentarán los niveles de la hormona serotonina (conocida como “de la felicidad”) y reducirán la cantidad de cortisol (esa que ya hemos hablado antes). Si aún quieres más ventajas, como si estar feliz no bastase, mejorarás tu sistema inmune y harás frente a todos los dolores y enfermedades.

Bajarás de peso: Muchas personas creen que el yoga no sirve para adelgazar pero eso no es verdad. Acude a clases un mes y verás los resultados en tu cuerpo, el cuál estará más fino y moldeado. Además, las prácticas te harán estar en movimiento, quemarás calorías y al estar feliz y relajado comerás menos y mejor. No te extrañes si al salir de la clases tienes muchas ganas de comer una ensalada de frutas y no un helado o bien un plato de vegetales salteados en lugar de una hamburguesa.

Reduce lo malo de tu sangre: Ya hemos hablado un poco sobre los beneficios del yoga para la circulación sanguínea. Ahora es momento de dedicarnos a lo que está dentro de la sangre, es decir, el azúcar y la grasa. En mucha cantidad, provocan diabetes y colesterol (respectivamente). El yoga reduce la glucosa y el LDL (colesterol “malo”), por lo tanto es perfecto para las personas que sufren una o las dos enfermedades. Como consecuencia, se evitan las complicaciones resultantes de estas patologías, como por ejemplo los fallos renales, la ceguera o el ataque al corazón.

¡Existen muchos más beneficios de practicar yoga! ¡Los conocerás en la segunda entrega de este artículo!

Para ver la entrada completa haz click aquí: Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Primera Parte) - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

¿Cómo Elegir el Mejor Tipo de Meditación?

Ya te hemos contado los beneficios de meditar y también las diferentes prácticas que existen. ¿Te gustaría saber cuál es la más adecuada para ti? En Siendo Saludable te ofrecemos un test muy interesante para que reveles una incógnita: ¿Qué tipo de meditación elijo?

Todo depende de varios factores, como ser la personalidad, el estilo de vida, la edad, el propósito de la práctica, etc. De acuerdo a tu mentalidad puede que elijas un tipo de meditación sobre otra. Pero también puede ocurrir que no sepas cuál elegir. Aunque puedes ir cambiando “sobre la marcha”, siempre es bueno saber un poco más antes de comenzar. Lo importante es que te decidas.

¿Qué Tipo de Meditación me Conviene Más?

Presta atención al siguiente test para saber cuál es la meditación que más se relaciona con tu personalidad o gusto. Anota en un papel la cantidad de respuestas de cada letra para luego echar un vistazo al resultado final:

1-¿Por qué deseas meditar?

a) Para vivir en armonía y hacer el bien al prójimo.

b) Para descubrir quien soy y transitar un camino espiritual e interior

c) Para mejorar mi concentración y mi atención, así como para estar más estructurado

d) Para equilibrar los niveles de estrés y aprender a liberarme

2-Cuando se te explica algo que es complicado, prefieres:

a) Que me lo den por escrito para poder leerlo con calma

b) Que me lo expliquen frente a frente para plantear preguntas en el momento

c) Que me lo expliquen en un curso oral

d) Que me hagan un gráfico o un dibujo para entenderlo desde lo visual

3-¿Cuál de estas afirmaciones te gusta más?

a) “Me gusta ir hasta el final con lo que emprendo, aunque a veces tenga que cambiar algunos planes”.

b) “Tengo muy pocas ganas para concentrarme en las tareas complejas o de larga duración”

c) “Soy demasiado organizado, no dejo nada al azar, planifico todas mis actividades y puedo concentrarme sin distraerme”

d) “Soy muy soñador, me cuesta poner los pies sobre la tierra, pienso en cualquier cosa y me pierdo”

4-¿Cuál es la relación que tienes con tu cuerpo?

a) No me preocupo por él, a menos que esté enfermo o herido

b) Trato de ocuparme de él comiendo sano, hacer ejercicio cuando puedo

c) Estoy pendiente cada minuto de mi cuerpo, me hago masajes y todo tipo de tratamientos

d) Tengo cuidado en las comidas y hago ejercicio al menos 3 veces por semana

5-¿Eres más del pensamiento o de la acción?

a) Sin dudas la acción es lo mío. Prefiero actuar antes que reflexionar.

b) Me gusta pensar bien antes de actuar, pero cuando ya me he decidido, no cambio por nada

c) Prefiero nutrirme de ideas antes de tomar una decisión o actuar, prefiero las actividades mentales a las físicas

d) Me gusta pensar y reflexionar mucho antes de dar un veredicto

6-Eres…

a) Para nada paciente

b) Bastante paciente

c) Muy paciente

d) No demasiado paciente

7-Según tu punto de vista, eres…

a) Nada perseverante, abandono ante la primera dificultad y me canso en seguida

b) Basta perseverante

c) Muy perseverante, nunca dejo nada sin acabar

d) No demasiado perseverante

8-¿Cuál de estas frases se asemeja más a tu realidad?

a) Dejo que el olfato y la intuición me guíen en las decisiones que tomo.

b) Me gusta comprender bien el problema antes de tomar una decisión

c) Soy bastante indeciso

d) Con una explicación simple ya tengo las herramientas suficientes para decidirme

9-¿Te sientes cómodo al hablar con los demás?

a) Me puedo expresar normalmente, pero no estoy a gusto si hay demasiadas personas a mi alrededor

b) Me gusta hablar mucho con la gente, sirve para aprender más

c) No me puedo expresar muy bien con las palabras, prefiero escribir

d) Me encanta expresarme en público y amor ser el centro de atención

10-¿Cómo eres socialmente?

a) Tengo un puñado de muy buenos amigos que conozco desde hace tiempo y otros menos conocidos

b) Conozco a una gran cantidad de gente, me gusta que mi red de contacto sea grande y poder salir para conocer personas nuevas

c) Soy más bien solitario pero tengo algunos buenos amigos, no me gusta salir mucho

d) Tengo un grupo de amigos con los que salgo a todos lados

Y ahora… ha llegado el momento de la verdad. ¡Los resultados!

¿Ya has sumado cuántas respuestas a), b), c) y d) has anotado? ¡No vale espiar antes de contar!

Si tienes una mayoría de respuestas a), entonces tu elección está más orientada a la meditación del tipo Zen.

Si has anotado más respuestas b), tendrías que elegir la meditación del tipo Consciencia Plena (Mindfulness).

Si posees una mayoría de respuestas c), quizás te convenga preferir la meditación del tipo Viapassana

Y si al respuesta d) es la que más se repite, tu mejor elección será la meditación del tipo Trascendental.

Atención: no quiere decir que tengas que responder todas con la misma letra, porque los seres humanos no somos tan lineales. Si has tenido por ejemplo, cantidades iguales de dos letras, busca más información sobre una y otra opción para elegir la correcta, practica ambas o arroja la moneda a ver cuál te toca en suerte.

En cualquiera de los casos, es bueno que busques datos de fuentes confiables, que consultes con personas que lo han practicado o bien que tomes una clase de prueba en el centro más cercano.

Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Cómo Elegir el Mejor Tipo de Meditación? - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

¿Qué Tipos de Meditación Existen? ¡Elige tu Propio Estilo!

En otro artículo te hemos contado cuáles son las ventajas de meditar. Ahora es el turno de que aprendas los tipos o clases de meditación que tienes a disposición. No sólo tienes que sentarte en posición de loto con los ojos cerrados en medio de una montaña para meditar. ¡Puedes practicar meditación en cualquier momento y lugar!

Los maestros indican que la meditación sirve para que puedas percibir más claramente el mundo y amplíes las capacidades de tu mente. Cada persona puede encontrar la mejor manera para lograr estas metas y no siempre se relaciona con estar 20 minutos en un cojín con los ojos cerrados, un incienso encendido y música de cuencos tibetanos.

Existen diferentes caminos que puedes tomar para lograr la paz interior y la expansión de tus capacidades mentales. Cada una de las prácticas tiene sus características puntuales y puedes elegir la que más se adapte a tus gustos.

Tipos de Meditación

Meditación Budista: También llamada Meditación completa de la mente. Permite que la mente esté enfocada en el momento presente. Se practica la observación de uno mismo y de qué manera el cerebro puede estar focalizado en el hoy. Así mismo, la meditación budista enseña a no permitir que el torbellino de ideas que aparecen a diario no desvíen de nuestro camino, como una manera de ser feliz y pleno. La técnica consiste en respirar de manera consciente para disfrutar del presente.

Meditación Zazen: Es de origen japonés y pertenece al budismo Zen. Significa “sentarse en concentración”. La experiencia que se busca es la de vacío, es decir, contemplar la realidad y desapegarse de todo lo material. Se puede practicar en cuatro posturas diferentes, loto, medio loto, Seiza y Birmana. En todos los casos, la columna vertebral permanece recta, la pelvis hacia arriba ligeramente, los ojos abiertos mirando a una pared blanca, los hombros relajados y las manos en el regazo, con los dedos juntos y los pulgares tocándose las puntas. El foco está en la respiración, contando cada inhalación y exhalación.

Meditación Trascendental: Surgió durante la década del 60 y se hizo muy popular hasta los 70, debido a que los Beatles la practicaban mediante un gurú personal, Maharishi Mahesh Yogi, el creador de la técnica y oriundo de la India. Es preciso sentarse con la espalda derecha y respirar durante dos minutos de forma tranquila para relajar el cuerpo. Se repite un mantra sagrado y se puede acompañar con música suave. Se aconseja practicar la meditación trascendental por la mañana y por la tarde. Se dice que acerca a las personas a los dioses.

Meditación Vipassana: Otra manera de llamar a esta práctica es “meditación penetrante”. Es una de las más antiguas de la India y quiere decir “ver las cosas como realmente son”. Fue redescubierta y practicada por Buda en el año 2500 a.C. Tiene como objetivo eliminar las impurezas de la mente y alcanzar un estado de liberación, gozo y curación supremos. Se basa en la auto observación y además de matar, la persona no puede robar, mentir, intoxicarse con diversas sustancias ni tener relaciones sexuales. La atención se centra en las fosas nasales y en el cambio de aire en la respiración.

Meditación Kabbalah: Se hizo muy conocida después de que muchas celebridades (como Madonna) comenzaran a practicarla. La estructura de esta técnica tiene una fórmula de siete oraciones de seis palabras cada una, que se corresponden a los días de la semana, a los arcángeles y chakras. Se medita nombrando a Dios y se busca la conexión con lo divino y lo celestial. La oración del día se repite en tres ocasiones por lo menos y también cuando estamos tristes o angustiados (las veces que queramos).

Meditación Mantra: Los sonidos sagrados que se repiten muchas veces se llaman mantras. Estas palabras de pocas letras en la mayoría de los casos producen vibraciones que van directo al sistema endócrino y también a las glándulas pineal y pituitaria. Para recitar los mantras es preciso estar sentado en posición de loto con los ojos cerrados y la espalada recta. Las personas que practican este tipo de meditación sienten diversas emociones como por ejemplo, ganas de llorar, emoción, felicidad, risas, etc. Los mantras sagrados se pueden elegir según el momento del día o la situación en particular. El tan conocido “OM” es el mantra más importante que existe.

Meditación Sufi: Hemos dicho que para meditar no tenemos que quedarnos sentados. La tradición sufí o el sufismo es un claro ejemplo de ello. El objetivo es trascender el ego y unirse a Dios a través del amor. La atención está puesta en el charkra del corazón. Las personas giran sobre si mismas con los ojos cerrados siguiendo un ritmo que lo puede dar una música o un instrumento, o lo que sientan en ese momento. Los maestros sufíes se encuentran en Turquía en su mayoría, ya que la tradición pertenece a la Antigua Constantinopla.

Meditación Dzoghen: Se la conoce como el “camino natural” y es practicada por el Dalai Lama, siendo de las prácticas más sencillas para comenzar a meditar. No requiere de estar concentrado, repetir un mantra ni aprenderse una oración. Los ojos pueden estar abiertos o cerrados, pero la columna siempre ha de permanecer derecha. Las premisas son “sólo sé”, “sólo respira” y “sólo siéntate”.

Meditación Dinámica: Es una de las prácticas en movimiento dentro de la meditación. Se la llama también de Osho o de Kundalini. Puedes realizarla cuando empiezas tu jornada para cargar las baterías y estar lleno de energía o bien al finalizar el día, para liberar las tensiones. Durante una hora seguida, elige un ambiente al aire libre o en tu casa donde puedas moverte libremente.

Pon música que te guste y sigue algunos pasos. Para comenzar, respira por la nariz lo más rápido posible, llenando por completo los pulmones (diez minutos). Luego, deja que tu cuerpo exprese sus sentimientos como quiera, puede ser bailando, gritando, llorando, saltando, riendo (diez minutos). En la tercera parte, deja los brazos en alto, salta y grita intensamente hasta que estés cansado y tu chakra base se active (diez minutos). Para la cuarta etapa tienes que ser una estatua, no moverte por nada del mundo (quince minutos). Para finalizar, baile y celebración (quince minutos).

Meditación Metta Bhavana: Está compuesta por cinco estadíos y es la meditación de la compasión. Lleva la atención a las emociones y a las señales del cuerpo. Observa cómo te sientes pero sin juzgar. La siguiente etapa tiene que ver con las buenas acciones a los demás, enviando amor a los que te rodean y quieres. La tercera parte es hacia alguien que no conozcas, enviando tu amor incondicional. La cuarta es un mensaje de cariño a alguien complicado. Por último, manda tus energías positivas a todos los seres vivientes del planeta.

¿Ya has decidido qué tipo de meditación vas a practicar?

Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Qué Tipos de Meditación Existen? ¡Elige tu Propio Estilo! - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com