martes, 7 de abril de 2015

Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Primera Parte)


Se trata de una práctica milenaria que nos permite no sólo mejorar en el plano físico, sino también emocional y mental. Involucra cada una de las áreas de nuestro organismo y se puede realizar a cualquier edad, ya que existen varios tipos diferentes. Conoce cuáles son los Beneficios del yoga más importantes en este artículo.


Ventajas de Practicar Yoga


Te da flexibilidad: Podrás extender mejor brazos y piernas, alcanzar sitios más altos o más bajos, etc. Con el correr de las clases tendrás la capacidad de tocar con las manos las puntas de los pies, sea parado o acostado, realizar arcos hacia atrás, etc. El estiramiento de los músculos también es bueno para reducir los dolores, contracturas y tensiones. Las caderas, las rodillas, los hombros y la espalda son las zonas que más se benefician con la práctica del yoga.


Mejora la fuerza: Tener músculos más fuertes no sólo te hará ver mejor en el espejo, sino que además te ayudará a levantar objetos sin problemas, abrir frascos, evitar dolores de espalda o molestias por artritis. La fuerza se equilibra con la flexibilidad, algo que ocurre en el yoga pero no en el levantamiento de pesas en el gimnasio.


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Alinea tu cabeza: Si pensamos en una línea imaginaria que une el huesito dulce con la coronilla, tenemos que conseguir que todo el conjunto esté alineado, incluyendo la cabeza. La columna, los músculos de la espalda baja y alta, la nuca… todo en armonía. ¿Para qué? ¡Nada más y nada menos que para sostener tu cabeza! Esto te ayudará a tener una postura más armoniosa y evitar lesiones o dolores, así como también curvar la espalda ocasionando efectos indeseados.


Aumenta la movilidad de tus articulaciones: Cuando practicas yoga, todo el cuerpo entra en movimiento, aunque no te des cuenta. Esto ayuda a evitar la artritis degenerativa, el síndrome del túnel carpiano, entre otros problemas articulares. Es preciso cuidar los cartílagos sobre todo de las rodillas, los hombros y los tobillos, porque de lo contrario, sufrirás mucho.


Nutre tu espina dorsal: Los discos vertebrales son los encargados de absorber toda la carga de las vértebras, pero se pueden lastimar si no están en buenas condiciones. Con el yoga, le darás más fuerza para cumplir con su trabajo, manteniendo saludables las vértebras y los huesos.


Mejora los huesos: Los ejercicios de yoga sirven para fortalecer la masa ósea y prevenir la osteoporosis, siendo ideal para las personas mayores o las mujeres en la edad de menopausia. También evita fisuras o quebraduras si nos caemos o golpeamos.


Permite que la sangre fluya mejor: La circulación sanguínea viajará libremente si hacemos yoga, especialmente en las manos y los pies (muy bueno para aquellas personas que sufren de calambres, hinchazón, frío). El yoga a su vez permite transportar más oxígeno a las células. En algunas posturas invertidas la sangre venosa de las caderas y piernas fluye hacia el corazón, siendo ideal para los que sufren de inflamación en los tobillos, por ejemplo. Mejora a su vez la producción de glóbulos rojos y hemoglobina, que transportan oxígeno a los tejidos. Adelgaza la sangre y reduce los niveles de colesterol, además previene infartos y coágulos sanguíneos.


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Aumenta el drenaje de la linfa: El fluido viscoso que contiene una gran cantidad de células inmunológicas aumenta en cantidad y calidad. Esto trae como consecuencia ganarle la batalla a las infecciones, las enfermedades, las células cancerosas y a las toxinas que se acumulan en el cuerpo.


Rejuvenece el corazón: Además de lo que ya contamos sobre la sangre, es bueno saber que los ejercicios de yoga fortalecen este músculo tan importante para nuestra supervivencia. Gracias a las posturas que también mejoran la respiración (luego hablaremos de ello), se mejoran las condiciones cardiovasculares, se reducen los latidos del corazón en reposo y aumentan el suministro de oxígeno.


Reduce la presión arterial: Las personas que padecen presión arterial elevada pueden aprovechar las ventajas del yoga. Luego de practicar esta disciplina durante tres meses seguidos, la presión sistólica desciende notablemente, al igual que la diastólica.


Desestresa: La hormona del estrés, llamada cortisol, se ve disminuida cuando practicamos yoga y meditación. Las glándulas encargadas de producirla responden a las crisis, los problemas y los nervios. ¡Y todo lo contrario ocurre en la práctica de esta técnica! Si los niveles de cortisol están bajos, no sólo estarás más tranquilo, sino también el sistema inmune estará reforzado, por ejemplo. Se traducirá en un buen estado de salud y de ánimo general, te enfermarás menos, dormirás mejor por las noches, no abusarás del café, los latidos de tu corazón estarán más equilibrados, amarás tu vida y hasta tendrás menos grasa acumulada en el estómago. Como si esto fuera poco, reducirás las chances de padecer un ataque al corazón, diabetes y otros trastornos relacionados al estrés.


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Estarás muy feliz: En relación a lo que decíamos en el punto anterior, el yoga te ayuda a mejorar tu estado de ánimo y te aporta felicidad. ¿Cómo? Simplemente debes sentarte en posición de Loto (con las piernas entrecruzadas y las manos en el regazo), luego te levantas y te estiras tanto como si tus manos tocaran el cielo. ¡Asunto solucionado! Estos dos ejercicios aumentarán los niveles de la hormona serotonina (conocida como “de la felicidad”) y reducirán la cantidad de cortisol (esa que ya hemos hablado antes). Si aún quieres más ventajas, como si estar feliz no bastase, mejorarás tu sistema inmune y harás frente a todos los dolores y enfermedades.


Bajarás de peso: Muchas personas creen que el yoga no sirve para adelgazar pero eso no es verdad. Acude a clases un mes y verás los resultados en tu cuerpo, el cuál estará más fino y moldeado. Además, las prácticas te harán estar en movimiento, quemarás calorías y al estar feliz y relajado comerás menos y mejor. No te extrañes si al salir de la clases tienes muchas ganas de comer una ensalada de frutas y no un helado o bien un plato de vegetales salteados en lugar de una hamburguesa.


Reduce lo malo de tu sangre: Ya hemos hablado un poco sobre los beneficios del yoga para la circulación sanguínea. Ahora es momento de dedicarnos a lo que está dentro de la sangre, es decir, el azúcar y la grasa. En mucha cantidad, provocan diabetes y colesterol (respectivamente). El yoga reduce la glucosa y el LDL (colesterol “malo”), por lo tanto es perfecto para las personas que sufren una o las dos enfermedades. Como consecuencia, se evitan las complicaciones resultantes de estas patologías, como por ejemplo los fallos renales, la ceguera o el ataque al corazón.


¡Existen muchos más beneficios de practicar yoga! ¡Los conocerás en la segunda entrega de este artículo!


Para ver la entrada completa haz click aquí: Una Guía para Comenzar a Practicar Yoga (Primera Parte) - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com


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