Recetas Sanas para Niños: La Misión Imposible de que tus Hijos Coman Vegetales

Llega la hora de la comida y todo parece una batalla campal. Tus niños se niegan a comer lo que hay en el plato, sólo quieren hamburguesas, patatas fritas y pizzas. Y tú deseas, como buena madre que eres, darles más vegetales, frutas y cereales. ¿Cómo hacer para que coman de manera más saludable sin aburrirse? ¡Conoce algunas recetas sanas para tus peques que les encantarán!

Recetas saludables (y divertidas) para los niños

Vegetales empanados

Los ingredientes que necesitas para esta receta son: un calabacín, un zucchini y una berenjena, dos huevos, 200 gramos de pan rallado y aceite. Corta en rebanadas horizontales los vegetales. La berenjena se debe pelar y al menos tostar (no se puede comer cruda porque es algo tóxica para el organismo). En un recipiente coloca los huevos y bátelos un poco. Puedes añadir un poco de “sabor” con hierbas y especias tales como orégano, tomillo, albahaca, etc. En otro recipiente coloca el pan rallado (una opción más sana es la avena). Pasa las rebanadas de vegetales primero por el huevo y luego por el pan rallado. Luego frita con poca cantidad de aceite o rocío vegetal. Si quieres algo todavía más saludable, coloca en el horno. Por arriba, queso rallado.

Pastas de zapallitos y zanahorias

Los ingredientes para esta deliciosa receta que a tus hijos le gustará mucho son: dos zapallitos largos, media taza de arvejas frescas, dos cucharadas de queso rallado, un diente de ajo, cuatro cucharadas de aceite, sal, pimienta y albahaca. Pica el ajo y la albahaca, coloca en un recipiente y añade el queso y el aceite. Con un pelador de patatas o un cuchillo bien filoso, corta las zanahorias y los zapallitos en tiras largas como si fueran cintas. Cocina el vapor o en agua hirviendo durante dos minutos. Cocina aparte las arvejas con agua y un poco de sal. Añade los vegetales a la mezcla de queso, albahaca y queso. ¡Y a comer se ha dicho!

Budín de patata y zanahorias

Es una receta muy simple de hacer y además como tiene patata (la verdura más conocida por los niños), será más fácil que coman este platillo. Los ingredientes necesarios son una patata, una zanahoria, una taza de leche, una cucharadita de almidón de maíz, sal y nuez moscada. Pela los vegetales y luego corta en tiritas con el pelador de patatas (como en la receta anterior). Reserva en un recipiente con agua. En otro, coloca la leche, la nuez moscada, la sal y el almidón, para hacer el ligue. Forra con papel aluminio un molde pequeño y aceita. Intercala una capa de patata y otra de zanahorias con un poco del ligue, así hasta cubrir hasta el borde. Lleva a baño maría por 30 minutos. Deja enfriar mientras todos ayudan a poner la mesa.

Bolitas vegetarianas

Quizás si tus niños ven un plato con espinacas o acelgas no quieran comer. No importa si le dices que serán fuertes como Popeye o que si se terminan toda la comida recibirán un buen regalo en Navidad. Entonces, una buena idea es “enmascarar” los vegetales con otros alimentos. Esta opción es fácil de hacer y tus hijos comerán más sano que de costumbre.

Los ingredientes que necesitas son: una taza de acelga o espinacas cocidas, dos tazas de arroz cocido, media taza de zanahorias ralladas, seis cucharadas de queso rallado, tres dientes de ajo picados finamente, pan rallado o avena, sal, orégano, pimienta y perejil para condimentar. Coloca todos los ingredientes en un recipiente y mezcla hasta formar una especie de pasta homogénea. Haz bolitas que quepan en tu mano y luego puedes freírlas con un poco de aceite o bien hornearlas.

Pizza de pan pita

Cuando te pregunten que hay para cenar y les digas “pizza”, sus caras de felicidad serán inmensas. El secreto está en los ingredientes que le coloques encima y también a la cantidad de masa que terminen comiendo. Por lo tanto, puedes usar el pan pita o árabe que es fino (y por ende, hecho con menos harina) y aprovechar para sumarle vegetales a sus comidas.

Los ingredientes necesarios son: dos panes tipo pita, ¼ taza de salsa para pizza (o la puedes hacer tú misma con tomates), queso muzzarella rallado, ¼ taza de pimientos verdes cortados en tiras, 1/7 taza de champignones frescos rebanados y ¼ taza de cebolla cortada finamente. Coloca los panes en una fuente con un poco de rocío vegetal y pincela con la salsa de tomate. Lleva al horno hasta que se doren un poco. Coloca los demás ingredientes encima y regresa al horno hasta que el queso se derrita. Si quieres le puedes añadir olivas verdes al servir.

Tortilla de brócoli

Si por más de que le digas a tus hijos que los brócolis son como pequeños árboles no hay manera de que los coman, no dudes en poner en práctica esta receta. Ten en cuenta que se trata de un vegetal repleto de vitaminas y proteínas, esencial para el crecimiento de los niños. Los ingredientes para prepararla son: medio kg de brócoli, cuatro huevos, 150 gramos de queso fresco, una cucharada de aceite y sal. Pica el brócoli en pequeños trozos. Mezcla bien los huevos y añade los brócolis. Lleva este preparado a la sartén con un poco de rocío vegetal o aceite. Deja que se cocine bien, a fuego lento, tapado. Voltea la tortilla para que se dore bien de ambos lados. Cuando esté lista, coloca el queso desmenuzado y todos a la mesa.

Ensalada de pasta

¿No hay manera de que pidan otra comida que no sean pastas? Bueno, entonces, puedes ofrecerles una variante. Esta receta es nutritiva e ideal para el verano, porque refresca y a la vez, alimenta.

Necesitarás: 200 gramos de fideos (los tirabuzones o tornillos son los más divertidos para los niños), 200 gramos de queso fresco, media taza de guisantes (pueden ser también lentejas o maíz), ¼ taza de queso crema o mayonesa, 250 gramos de zanahorias, una ramita de perejil, una taza de tomates al natural, sal y condimentos (orégano, tomillo, albahaca). Hierve la pasta como de costumbre, con agua y un poco de sal. En un recipiente, coloca la zanahoria rallada, el tomate cortado en cubitos, los guisantes cocidos, el queso fresco cortado en cubitos. Una vez que la pasta esté lista, cuela y deja enfriar. Vierte sobre los vegetales. Añade el queso crema o mayonesa y la sal. Remueve bien y listo, ¡Todos a disfrutar!

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¿Cómo Tener una Huerta Ecológica Sana y Productiva?

En otro post te hemos enseñado cómo tener un huerto ecológico en casa y seguramente has comenzado a crearlo apenas terminaste de leer. Ahora es tiempo de que mantengas en buenas condiciones ese maravilloso espacio que te brinda alimentos sanos en cualquier momento del año y que no requiere de varios metros para poder abastecer a una familia.

El mantenimiento del huerto será mayor o menor en función del tamaño que éste tenga. No es lo mismo una huerta en macetas en el balcón que uno en el parque. Pero sí, habrá que tener en cuenta ciertos aspectos “generales”.

¿Cómo Hacer Mantenimiento a tu Huerto Ecológico?

Las principales tareas y cuidados de la huerta en casa son:

• Proporcionar los nutrientes esenciales a las hortalizas. El abono es muy importante así como también lo ha sido antes la preparación correcta del suelo. De esta manera, podrás cosechar vegetales más grandes, sabrosos y llenos de vitaminas, proteínas, minerales, etc. Es necesario que cuenten con una buena cantidad de sustrato. Una vez que ya hayas plantado, utiliza abonos orgánicos al remover la tierra, por ejemplo, o después de cosechar. Una excelente manera de mantener el huerto en perfectas condiciones es hacer tu propio compost: un receptáculo donde se arrojan los residuos orgánicos (cáscaras, semillas, etc) y al cabo de algunos meses, se convierte en tierra de color bien oscuro y repleta de lombrices, buenas para tu huerta. Mientras tanto, compra abono orgánico en el vivero.

• Controlar el huerto de las plagas y las enfermedades. Puedes hacer insecticidas ecológicos para tu jardín y evitar el uso de productos químicos y tóxicos. Son igual o más eficaces que los industriales y la buena noticia es que mantendrás a tus verduras sanas y orgánicas. Recuerda que las hortalizas son sensibles a los insectos, los cuáles pueden aniquilarlas en cuestión de horas. Para evitar que lleguen los depredadores de hojas, tallos y raíces hasta la huerta, es preciso que coloques plantas aromáticas en el perímetro o bordes, que funcionan como una maravillosa “barrera” para las hormigas, babosas, pulgones, etc. Entre las recomendadas encontramos: albahaca, rúcula, orégano y tomillo. Además, las podrás usar en tus comidas para darles un sabor exquisito.


• Regar con frecuencia. Según la época del año, el huerto necesitará más o menos agua. También dependerá de las especies que hayas elegido plantar. Tanto las frutas como las verduras necesitan agua para crecer correctamente. Si no tienes demasiado tiempo para regarlas o te olvidas, puedes colocar un sistema automático que se enciende a la hora en que lo programas. También puedes disponer un sistema por goteo, con una manguera a lo largo y ancho de la huerta, en contacto con la tierra y con pequeños agujeros, con el fin de que al abrir el grifo, todas las plantas reciban agua. Si has plantado en macetas, puedes poner un recordatorio en la puerta de la nevera, en el móvil o en tu agenda. Si al tocar la tierra ésta no se “pega” a los dedos, entonces es momento de regar. Se aconseja hacerlo bien temprano a la mañana o al atardecer, cuando ya ha bajado el sol. Ten en cuenta que en los meses de verano tendrás que regar a diario o cada dos días y en invierno, quizás una vez a la semana sea suficiente.

• Proteger del clima. Cualquier cambio de temperatura o condiciones meteorológicas pueden afectar tu huerta orgánica. El calor, el frío, la lluvia, el sol, la nieve o el viento pueden dañar la cosecha, enfermar las plantas y echar a perder todo el trabajo que has hecho. Entonces, puedes cubrir con un plástico cuando llueve o nieva, armar un invernadero para las plantas más pequeñas, armar tutores para los tallos más débiles, retirarlas del sol abrasador del mediodía, etc.


• Rotar los cultivos. Este proceso se debe hacer periódicamente y se basa en cambiar de lugar las hortalizas. Sirve para que la tierra pueda descansar de un requerimiento especifico. Por ejemplo, si un año colocamos en ese tablón (parte cultivable del huerto) un vegetal de hoja (lechuga, acelga, espinaca), el siguiente año es mejor plantar allí uno de raíz (zanahoria, patatas, remolacha), ya que los nutrientes que necesita cada especie es diferente. Las rotaciones de cultivos son beneficiosas por varias cuestiones, por ejemplo porque mantiene el equilibrio de los nutrientes en el suelo y también porque evita la aparición de enfermedades o plagas en las hortalizas. Planifica la rotación según las necesidades de cada especie.


• Hacer asociaciones de plantas. Es bueno saber que un huerto es un ecosistema donde viven e interactúan tanto las plantas como los animales (no todos los insectos son malos para el cultivo). Una buena manera de sacar más provecho al huerto es asociar diferentes especies, cuando no necesitan los mismos nutrientes. No se trata de algo obligatorio, pero si muy beneficioso. Algunas asociaciones de vegetales en la huerta son: albahaca y tomate; acelga con cebolla; remolacha con apio; zanahoria con puerro y zapallo con maíz. Si no te acuerdas de estos equipos, no te preocupes, puedes colocar una especie de hoja o fruto con una de raíz.

• Tener herramientas adecuadas. Si bien podemos soñar con contar con un granero o cuarto donde guardar todo tipo de herramientas para el jardín, a veces no disponemos de lugar para ello, por lo tanto, es preciso comprar lo más básico o que pueda servirnos para más de una acción. Entre las herramientas de la huerta que no pueden faltar se encuentra la pala, que sirve para los trabajos más pesados. Si tienes un huerto grande o alejado de la casa, una carretilla puede serte de mucha utilidad para transportar plantines, herramientas, tierras, abono, etc. La azada (para excavar hoyos), el bieldo (para mullir la tierra y recoger hortalizas sin dañarlas) y el rastrillo (para armar surcos o levantar hojas) también pueden ser muy buenas para tu trabajo de agricultor hogareño. No olvides limpiarlas bien después de usarlas, sécalas para que no se estropeen y guárdalas en un sitio seguro, que no esté al alcance de los niños ni del sol o la lluvia.

Un huerto ecológico tiene muchas ventajas, desde tener vegetales orgánicos para tu familia a hacer ejercicio, pasando por reducir el estrés a estar más en contacto con la naturaleza. También sirve para ahorrar dinero en comprar comida y alimentarte de manera más sana.

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Cinco Recetas Rapidísimas y Facilísimas

En la actualidad, es frecuente no tener demasiado tiempo disponible para preparar la cena o el almuerzo. Pero eso no significa tener que “caer” en el delivery o en la comida chatarra. A diferencia de lo que se cree, existen miles de recetas deliciosas y a la vez, rápidas, saludables y con ingredientes sencillos.

Si no te gusta cocinar, por ejemplo, puedes quedar de maravillas con tu familia y amigos. Sólo necesitarás unos minutos para ofrecer platillos para disfrutar con quien quieras. Y lo mejor de todo, es que te ayudarán a comer más sano, dejando de lado las hamburguesas, las pizzas y los snacks.

Recetas simples, saludables y rápidas

Calabacitas rellenas con champignones y vegetales

Puedes consumirlas como entrante o bien como primer plato acompañadas de una deliciosa ensalada. Las calabacitas (o zucchinis) son ideales para la dieta porque aportan saciedad y mucha agua. El tiempo de preparación de esta receta es media hora y los ingredientes necesarios son:

• Dos calabacines


• 300 gramos de champignones


• 1 diente de ajo


• ¼ cebolla


• 1 cucharadita de romero


• ½ cucharadita de paprika


• 300 gramos de queso manchego o muzzarella rallado


• 1 tomate


• 1/2 pimiento verde


• sal y pimienta a gusto

Corta por la mitad los calabacines y retira la pulpa con una cuchara. No la tires, puedes usarla para otras preparaciones como por ejemplo tartas. Y una gran parte usarás en esta receta. Coloca en una bandeja para horno las cuatro rebanadas de calabacines, salpimenta y reserva.

Pica la cebolla y el ajo finamente. Lo mismo que los champignones. El pimiento y el tomate en cubitos pequeños. Saltea primero ajo y morrón, luego cebolla y por último champignones y tomate. Añade los condimentos y mezcla con un poco de la pulpa de los calabacines. Rellena las cuatro mitades y espolvorea con el queso manchego. Lleva al horno durante 20 minutos para que se derrita el queso y se cocinen los calabacines.

Receta de pasta horneada con salsa de espinacas

Un platillo que por un lado es fácil de preparar y además es saciante debido a los hidratos de carbono. Puedes usar pastas de harina integral para que sea más saludable. Es excelente para que los niños coman verduras, por ejemplo. Sólo precisas 30 minutos de preparación y los siguientes ingredientes:

• 200 gramos de pasta


• 300 gramos de champignones


• 100 gramos de queso gouda


• 200 gramos de espinacas


• Media cebolla


• 1 diente de ajo


• aceite


• sal y pimienta


• 1 taza de crema

Pon a cocinar las pastas en una olla con abundante agua y sal. Mientras tanto, filetea los champignones, pica cebolla y ajo bien finos. Limpia las espinacas y retira los tallos, luego blanquéalas con un poco de agua en el fuego, cuando hierve retirar. Mezcla las espinacas picadas con la crema. Saltea con aceite la cebolla y el ajo, luego dispón los champignones. Cuela la pasta y coloca en una bandeja para el horno, como si fuera una capa. Luego vierte el salteado y por último la crema de espinacas. Espolvorea con el queso y lleva al horno durante 20 minutos, hasta que se gratine y el queso se derrita.

Receta de verduras frescas con yogur

Si estás buscando una receta realmente sencilla y original, refrescante y que puedas comer al mediodía, por ejemplo, esta alternativa es increíble. La buena noticia es que no requiere prender el horno y se hace en pocos minutos (no más de 15). Los ingredientes necesarios son:

• 1 pepino


• 1 zanahoria


• 1 pimiento


• 4 champignones


• 1 ramita de apio


• 1 limón


• 1 cucharada de salsa de soja


• 1 cucharada de azúcar (puede ser integral)


• Media taza de yogur

Retira la piel del pepino y corta por la mitad, quitando las semillas y cortando como si fueran bastones medianos. Pela la zanahoria y córtala en cubos pequeños. Retira las semillas de los pimientos y corta en bastones finos. Pica finamente el apio. Filetea los champignones. Coloca todo en un recipiente. Prepara aparte un aderezo mezclando el yogur, la salsa de soja, el zumo de limón y el azúcar. Vierte encima de las verduras y sirve. Puedes usar yogur natural o yogur griego.

Receta de zanahorias y betabeles (remolachas) al horno

Una receta deliciosa, simple, rápida e ideal para aprovechar las ventajas de estos dos vegetales. La zanahoria contienen betacarotenos, excelentes anticancerígenos y antioxidantes. La remolacha o betabel contienen betacianina, también anticancerígeno. Ambos tienen vitamina A, calcio y otros minerales. Los ingredientes para esta receta son (15 minutos de preparación)

• 3 zanahorias


• 1 betabel


• 1 cucharada de aceite de oliva


• 2 cucharadas de cilantro


• 1 diente de ajo


• 1 cucharadita de tomillo en polvo


• sal y pimienta

Pela las zanahorias y corta en bastones. Lo mismo con el betabel. Cocina éste con un poco de agua y luego haz igual con la zanahoria (lleva menos tiempo de cocción) hasta que ambos estén tiernos. Escurre bien. Aparte pica el cilantro y el ajo, finamente. Coloca un chorrito de aceite en una bandeja para horno y luego añade zanahorias y betabeles cocidos. Añade cilantro, ajo, tomillo y mezcla bien. Condimenta con sal y pimienta. Lleva al horno durante 15 minutos hasta que se doren un poco.

Receta de arroz a la mexicana

Se puede acompañar con una pieza de carne o si eres vegetariano, con una hamburguesa de quinoa, soja, mijo, etc. También puede ser un acompañante ideal para buñuelos de acelga o croquetas de espinacas. Es un platillo típico de la comida de este país americano, perfecto para los amantes de la comida picante. Necesitarás 30 minutos de preparación y estos ingredientes:

• Una taza de arroz (puede ser integral)


• 2 tazas de agua


• 1 diente de ajo


• media cebolla


• 1 zanahoria


• media taza de guisantes o chícharos


• 1/3 taza de maíz amarillo o elote


• ¼ taza de puré de tomate


• 1 chile


• sal

Corta la cebolla en cuartos y la zanahoria en cubos. Pela el ajo y déjalo entero. Lava el arroz. Saltea la cebolla con el ajo, añade el arroz y remueve continuamente con una cuchara de madera. Añade el puré de tomates y mezcla bien. Luego ve incorporando de a poco la zanahoria, los chícharos, el maíz. Deja hasta que hierva y con el fuego al mínimo tapa dejando que se cocinen todos los ingredientes. No olvides colocar agua para que no se pegue. Cuando todo esté tierno, ya está listo para servir. El chile se puede colocar crudo o bien cocido.

¡Ya no tienes más excusas para comer de forma desequilibrada! El mismo tiempo que tarda el delivery en llega a tu casa es lo que te lleva preparar estas deliciosas y sanas recetas. ¡Aprovecha al máximo los nutrientes de los alimentos!

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¿Qué es la Huella Ecológica? ¿Cuál es la tuya?

Si has oído hablar de la “huella ecológica” y no sabes de qué se trata, en este artículo trataremos de responder a tus preguntas. Básicamente, es un indicador a nivel internacional de sostenibilidad. ¿Qué quiere decir esto? Cuáles son nuestros hábitos a favor (o en contra) del medio ambiente y del bienestar social.

Entonces, la huella ecológica integra diferentes aspectos, en relación al impacto que ejerce una persona dentro de su comunidad y también en un plano más general. Se tiene en cuenta, por ejemplo, cuánta materia prima se necesita para crear un objeto que luego compramos (y que tiramos la mitad por causa del packaging) o el gasto de recursos naturales en nuestra vida cotidiana (agua, electricidad, gas, etc).

¿Cómo se calcula la huella ecológica?

Para poder calcular la huella ecológica se tienen en cuenta los siguientes aspectos:

• Los materiales y energía que se necesitan para producir un bien o un servicio


• Los ecosistemas que se precisan para absorber los residuos que se generan luego de la utilización de ese producto


• El espacio que usan las viviendas, infraestructuras, fábricas, equipamientos, etc


• Los hábitos de vida o de consumo de una persona en su entorno (casa, trabajo)

Entonces, la huella ecológica permite medir cuál es el impacto de nuestro estilo de vida, al analizar cómo viajamos, qué compramos, cuánto gastamos, cómo nos deshacemos de los residuos, etc. Como ventaja de conocer la huella ecológica podríamos decir que nos sirve para comprender de qué manera vivimos, cómo nos relacionamos con la naturaleza y cuáles son las acciones que tomamos para cuidar el planeta.

Si bien el cálculo de la huella ecológica es algo complejo de realizar, existen en Internet o en Entidades (con o sin fines de lucro), diferentes tests para que todos podamos saber si somos buenos o no con la Tierra. Además, es un indicador para empresas y gobiernos para determinar qué medidas o leyes poner en práctica, por ejemplo.

Se pueden hacer cálculos de huella ecológica a nivel general o por actividad, como por ejemplo, por la quema de combustibles fósiles, agricultura, industria maderera, pesca, ganadería, energía nuclear, cantidad de ciudades o asentamientos urbanos u obtención de leña.

¿Cuál es tu huella ecológica?

Todas y cada una de nuestras acciones tienen repercusión en el medio ambiente. Pero no por ello tenemos que sentirnos mal ni preocupados. Algunos de nuestros hábitos serán positivos y otros no tanto, siempre es bueno aprender a mejorar y a cambiar para un bien común.

Lo que comemos, qué medios de transporte usamos, cuánto compramos en el supermercado, a dónde nos vamos de vacaciones, donde arrojamos la basura, son sólo algunas de las variables para analizar y calcular la huella ecológica.

Si bien el panorama puede resultar poco alentador a nivel global o mundial (los datos de la última medición de huella ecológica fueron desastrosos), siempre se puede cambiar y aportar “nuestro granito de arena”. Lo importante es tomar consciencia y saber de qué manera nuestras acciones, por más pequeñas que sean, pueden formar parte de la recuperación o el cambio en el planeta.

Dentro de los parámetros que se tienen en cuenta al calcular la huella ecológica se encuentra la “huella de carbono”. ¿De qué se trata? De las emisiones de dióxido de carbono que se generan por nuestras actividades o decisiones. Por ejemplo, si usamos el coche para ir al trabajo, estaremos emitiendo más CO2 que si usamos la bicicleta o hasta el autobús.

¿Cuánto necesitas para vivir y qué cantidad de esa porción es la que usas? Podemos hacer nosotros mismos una estimación de la huella ecológica prestando atención a estas áreas:

• Energía: Cuánto se gasta en electricidad o gas, para iluminar, calefaccionar o refrigerar, ya sea en casa o en el trabajo.


• Agua: Cuánto es el consumo para bañarnos, cocinar, beber, regar, etc.


• Transporte: Qué tipo de transporte usamos, siendo el menos contaminante la bicicleta y el más contaminante el avión


• Residuos y materiales: Cómo es el tratamiento de la basura, cuántas bolsas se sacan a la semana, si se separan los residuos según el material, si se recicla o se reutiliza, etc.

Para poder calcular la huella ecológica o huella de carbono, se puede confiar en dos sitios web de renombre. Uno es MyFootPrint y el otro es Twenergy. En el primero tendrás que responder un cuestionario de 27 preguntas simples y anónimas. En el segundo, se usa también un test para conocer la huella ecológica personal.

¿Cómo reducir la huella de carbono?

Quizás toda la parte teórica o explicativa sobre la huella ecológica sea un poco abstracta o difícil de imaginar, por lo tanto, nada mejor que ¡Pasar a la práctica! ¿Cómo? Ten en cuenta estos consejos más que útiles:

• Encender sólo las luces que estamos usando y colocar lámparas de bajo consumo o LED en toda la casa (sobre todo en las zonas donde pasamos más tiempo)


• Desenchufar los cargadores de móviles o portátiles cuando no se están usando, así como también apagar (no dejar en stand by con la luz roja) los electrodomésticos como la televisión o el ordenador.


• Utilizar los programas de menor temperatura para la lavadora o el lavavajillas, usando en ambos casos la capacidad máxima del aparato.


• Comprar electrodomésticos que tengan la categoría A en la etiqueta de eficiencia energética, quiere decir que gastan menos cuando están encendidos (sobre todo en el caso de la nevera que no se apaga nunca).


• Utilizar medios de transporte menos contaminantes como puede ser la bicicleta. Si la distancia es más larga, entonces, el autobús o el metro. Compartir el coche con otras personas que van hacia el mismo lugar y el avión sólo para viajes que no pueden realizarse a través de otro medio (tren, autobús, barco, etc).


• Usar el aire acondicionado a consciencia. Esto quiere decir que por más que la temperatura exterior sea mayor a los 35°C, en la casa no deberá ser menor a los 24°C. Para evitar sufrir el calor, aislar techos, paredes y ventanas.


• Comprar alimentos y demás productos que sean locales y de temporada, evitando artículos exóticos que hayan tenido que “viajar” miles de kilómetros hasta tu mesa.

También puedes visitar nuestra sección de trucos ecológicos haciendo click aquí.

Si crees que todo esto es demasiado, puedes ir cambiando tus hábitos de a poco. Recuerda que eres el granito de arena que puede crear una playa.

Para finalizar, una bonita historia inspiradora (y relacionada al tema que hemos tratado)

Cuenta la leyenda que hace muchos años un gran incendio asoló una selva tropical. El mono capuchino palidecía de terror y el mono araña huía de rama en rama con sus largas extremidades, mientras los guacamayos con toda su familia trotaban despavoridos lejos de las llamas. En medio de este caos, un bello pajarillo sobrevoló la selva en dirección contraria al resto de los animales. El ave, pequeñísima y de alas turquesas, batía sus alas a toda prisa y directa al corazón del fuego.

Un jaguar, que huía del peligro con toda la fuerza que sus patas podían proporcionarle, miró con extrañeza a ese colibrí que volaba hacia el mismísimo peligro, pero siguió corriendo despavorido. Su sorpresa fue mayúscula al ver que el pajarillo regresaba de vuelta hasta una pequeña charca, donde recogió con su pico una gotita de agua. El temible felino le preguntó al ave: -“¿Amigo colibrí, qué haces? ¿Por qué te metes en la boca del lobo y no huyes del fuego como todos nosotros?”.

El pajarillo levantó con orgullo su pequeño pico y le respondió: – “Estoy llevando agua de la charca hasta el fuego para apagar el terrible incendio que asola nuestra selva”.

La fiera, entre boquiabierta y avergonzada, le replicó: “¡Pero eres un animal muy pequeño, jamás podrás acabar tú solo con un incendio tan grande!

El colibrí miró directamente a los grandes ojos del jaguar y le contestó sin un atisbo de temor: “Sé que soy pequeño, pero ésta es mi casa y estoy haciendo mi parte para salvarla”. El colibrí levantó entonces el vuelo y, entre altas llamaradas y nubes de humo gris, se internó con la gotita de agua en el pico.

¿Quieres ser como el colibrí? ¡Aporta tu gota de agua para apagar el incendio!

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¿Cómo Tener un Huerto Ecológico en Casa?

Cultivar nuestros propios alimentos es casi lo mismo que imprimir nuestro propio dinero. Y a diferencia de lo que se cree, no se precisa una gran cantidad de terreno para poder tener un huerto. Muchas personas que viven en las grandes ciudades plantan en maceteros en sus balcones o terrazas, por ejemplo.

Cultivar vegetales es más sencillo de lo que parece y lo mejor de todo es que recibimos una sensación más que gratificante. No hay nada como disfrutar de las verduras que nosotros mismos vimos crecer y luego cosechamos.

Y como si fuera poco, es una excelente terapia. Estar en contacto con la naturaleza y la tierra, aunque sea en una maceta, nos aporta mucha tranquilidad y serenidad.

Si el huerto es un poco más grande te ayudará a hacer ejercicio, al tener que regar, rastrillar, cavar, etc. Por eso, desde SiendoSaludable.com, te presentamos nuestra nueva sección de Huerta y Jardinería.

Pasos para Tener tu Huerto Ecológico

En primer lugar, es preciso delimitar el espacio que le vamos a dedicar al huerto ecológico. Como se decía antes, no es necesario que sea un lugar muy grande ni directamente en la tierra.

Si dispones de un terreno para plantar, entonces el siguiente paso es tener en cuenta la cantidad de personas que viven en la casa o van a aprovechar de la cosecha.

Todo dependerá a su vez de sus hábitos alimentarios, ya que no es lo mismo una familia que come sólo ensaladas y algunas otras verduras a una pareja que es vegetariana.

Algo a tener en cuenta también es las especies que se plantan y la cantidad de espacio que se le otorga a cada una. Si nos gusta mucho la lechuga o si solemos comer más zanahorias o pepinos, entonces, plantar más.

Si hay algo que no utilizamos porque no nos gusta, por ejemplo, es preferible no sembrarlo.

El sitio donde se colocará el huerto es muy importante. En lo posible, debe darle el sol directo unas cuantas horas al día, tanto en verano como en invierno. Algunas plantas serán más resistentes que otras al calor, por lo cuál, podemos elegir un espacio que también tenga algo de sombra.

En el caso de las huertas en macetas, es preferible colocarlas todas en un recipiente más grande que pueda moverse con facilidad dependiendo de donde apunta el sol.

Si no tienes demasiado lugar, las plantas aromáticas son aliadas de las macetas!

Luego, es momento de preparar el terreno. Si vamos a usar maceteros, la tierra a colocar ha de ser orgánica en lo posible o proveniente de un compostario. Si hacemos el huerto en tierra, entonces, se procede a rastrillar la zona para poder “airearla”. Pero atención, no profundizar más que 1 metro desde la superficie. Limpia bien de malezas, piedras, objetos extraños, basura, etc.

La Planificación de tu Huerto en Casa

Determina los espacios donde vas a plantar. Las huertas se dividen en “cajones” que son espacios de tierra donde plantamos. Para darse una idea del tamaño, el ancho debe ser como máximo el largo de nuestro brazo.

Así, podremos trabajar más cómodamente. El largo de cada cajón dependerá del terreno disponible para el huerto.

En el perímetro de la huerta se debe crear una barrera natural de hierbas aromáticas (albahaca, menta, romero, laurel, etc). No sólo te servirán para condimentar tus comidas, sino que también serán perfectos para ahuyentar a las aves, insectos u otros animales que quieran “servirse” de los alimentos que estás cultivando.

Y si esto no te da resultado, no dudes en colocar el popular “espanta pájaros”, un muñeco hecho con un palo y un poco de paja.

Una vez que la tierra ya está labrada y se ha determinado dónde se plantará, es necesario colocar una capa de unos 10 cm de abono orgánico. Luego, sembrar las semillas según su tamaño y cómo será la planta al crecer.

Una buen manera de saber a cuánta profundidad colocar la semilla es analizando su tamaño.

Si por ejemplo la semilla tiene un diámetro de 2 mm, debe estar enterrada a como máximo 4 mm. Claro que no vamos a usar una regla o centímetro para ello, es un valor aproximado. De esta manera, evitaremos que se vuele por el viento, sea comida por un ave o insecto o que se mueva de lugar con la lluvia o el riego. Otra cuestión a tener en cuenta es cómo será la planta al momento de su adultez, por así decirlo.

Si por ejemplo vamos a plantar lechugas, éstas necesitarán más lugar que los puerros.

Las semillas más pequeñas se siembran de la siguiente manera: se traza un surco con un palito o el dedo y luego se esparcen de manera aleatoria.

Las semillas más grandes se hacen agujeros en la tierra (siguiendo la regla del tamaño de la semilla para saber la profundidad en que la enterramos) y se colocan de a una.

En ambos casos luego se tapan con tierra. Y no te olvides de colocar un cartel para saber qué es lo que plantaste en cada lugar!

Debes Poner Carteles a todo lo que siembras para no confundirte luego!

Además, es bueno separar en dos grandes grupos a las plantas que vamos a sembrar en el huerto orgánico. Están por un lado los que crecen más debajo de la tierra (raíz) y por el otro, los que crecen encima del suelo (fruto u hoja). Así, una zanahoria crece más abajo que arriba y una espinaca al revés.

Regando y Cosechando tu Huerto

El riego de la huerta se puede hacer de diferentes maneras, y eso dependerá del tamaño del terreno y del tiempo que le dediquemos.

Por ejemplo, si tenemos una huerta en un balcón, se puede usar una regadera. Si tenemos una buena extensión de terreno, con una manguera o con un sistema de riego “por goteo”.

Básicamente es una manguera que se dispone en contacto con la tierra y a la que se le hacen agujeros muy pequeños a cierta distancia (en lo posible “apuntando” a donde está la planta).

Esta manguera se conecta al grifo y se abre y cierra cuando se desea. O también, se puede instalar un sistema automático que se programa para regar cuando no estamos en casa.

Por lo general, se recomienda regar a primera hora de la mañana o después del atardecer para que el agua no se evapore por el sol.

Algunos optan por regar al mediodía, para que las plantas crezcan más rápido (tienen en ese momento sus dos elementos imprescindibles juntos: sol y agua). Puedes ir probando qué es lo que más resultado te da.

Y por último, es importante prestar atención a la época del año. Ciertas plantas crecen en verano, otras en invierno.

A diferencia de lo que ocurre en las verdulerías o mercados, no podremos disponer de todas las verduras los 365 días del año. La buena noticia es que podemos aprovechar el espacio para plantar el doble de especies, unas en los meses de calor y otras en los de frío.

Si bien tener un huerto ecológico es una tarea que requiere de atención y compromiso, la recompensa y la satisfacción que te brinda es realmente impresionante.

¡No dudes en tener una huerta, aunque sea algunas macetas en tu balcón!

Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Cómo Tener un Huerto Ecológico en Casa? - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Cinco Recetas de Cocina Fáciles y Sanas

Llegas a tu casa del trabajo después de una jornada agotadora, abres la nevera y te das cuenta que no tienes nada preparado para la cena. Quizás estás queriendo comenzar con la dieta o deseas comer de manera más saludable. ¡No te preocupes! Existen miles de recetas simples, sencillas y sobre todo sanas, para tu día a día. No importa si te gusta o no cocinar, si tienes mucho o poco tiempo, con estas recetas no habrá excusas para que empieces a comer mejor.

Salteado de Semillas de Quinoa con Pasas y Piñones

La quinoa es una planta usada desde hace miles de años por las civilizaciones americanas, se trata de uno de los alimentos más completos que existen y contiene los 8 aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. Para hacer esta receta (dos comensales), precisarás los siguientes ingredientes:

• 1 cebolla


• 1 pimiento rojo


• 1 diente de ajo


• 2 cucharadas de salsa de tomate (o tomate natural triturado)


• 1 puñado de pasas de uva


• 1 puñado de piñones


• 1 taza de semillas de quinoa


• Cantidad necesaria de aceite o rocío vegetal


• 3 tazas de agua o de caldo natural

La elaboración lleva nada más que media hora. Cocina primero las semillas de quinoa en agua caliente, durante 20 minutos aproximadamente. Si te acuerdas, la noche anterior la puedes dejar en remojo para que estén más blandas. Aparte prepara el sofrito con el pimiento rojo, la cebolla y el ajo cortados en cuadraditos. Añade luego de 10 minutos el tomate (salsa o al natural) y deja 5 minutos más. Agrega las pasas de uva y los piñones, removiendo para que no se pegue en el sartén. Por último añadimos las semillas de quinoa cocidas. Sazona a gusto. Puedes acompañar con una ensalada o comer solo.

Paté de Berenjenas

Puede ser un excelente entrante hasta que esté preparada la cena o bien para cuando nos ataca el hambre al atardecer. Se hace con los ingredientes crudos (como hablamos en este post sobre comida cruda), aunque algunas personas prefieren tostar las berenjenas para que tengan un sabor ahumado. Se trata de uno de los platillos típicos de la gastronomía árabe. Cuando lo pruebes, no podrás dejar de disfrutarlo! Los ingredientes del paté o pasta de berenjenas son:

• 800 gramos de berenjenas


• 50 gramos de aceitunas negras


• 1 diente de ajo


• 4 cucharadas de cebolla de verdeo o cebollino


• 150 ml de aceite de oliva


• ½ cucharadas de pimentón o páprika


• Opcional: comino y pimienta negra molida a gusto

Corta las berenjenas por la mitad y úntalas con el aceite de oliva, salpimenta y asa en el horno, hasta que estén bien tiernas. Pica las aceitunas y la cebolla. Cuando las berenjenas se enfríen, retira la piel y machaca la pulpa con un tenedor o mortero. Coloca en un recipiente y añade las aceitunas y cebollas picadas, junto con el ajo finamente picado. Mezcla bien y vierte un poco de aceite de oliva. Sazona y condimenta. Puedes usar un triturador de alimentos para que te quede una pasta más homogénea o bien dejarlo con trozos de pulpa. Llévalo a la nevera tapado con un film de cocina, durante media hora por lo menos. Unta en rebanadas de pan tostado o tostadas. Pueden añadir unas gotas de zumo de limón.

Ensalada de trigo con pimiento y cebolla

Los cereales como el trigo han sido la base de la alimentación de la humanidad hace miles de años. También podemos encontrar en este grupo a la cebada, el centeno, la avena, el maíz, el mijo y el arroz. En el caso de trigo, nos aporta una gran cantidad de vitaminas B y E, fibras, hidratos de carbono y selenio. Para esta receta (dos porciones) se necesitan los siguientes ingredientes:

• 1 taza de semillas de trigo


• 3 tazas de agua


• ½ pimiento rojo


• 1 pimiento verde


• 1 cebolla


• Aceite de oliva


• Sal

Coloca en un cazo el trigo y abundante agua. Deja remojar toda la noche. Al día siguiente cuela y lava bien. En otro recipiente (puede ser sartén o cacerola), echa un poco de aceite para rehogar el trigo por unos minutos, luego añade las tres tazas de agua y tapa para que se cocine, durante 40 minutos aproximadamente, o hasta que esté tierno. Apaga el fuego y deja reposar. Aparte corta en cuadraditos los pimientos y la cebolla. Con un poco de aceite saltea hasta que la cebolla esté dorada. Luego añade el trigo, sazona y rehoga algunos minutos para que todo tome sabor.

Panaché de Vegetales

Esta receta es ideal para dejar volar nuestra imaginación. La palabra “Panaché” es de Galicia y quiere decir “mezcla de verduras”. Se suele hacer con lo que nos sobra de las ensaladas o bien con lo que tenemos en casa, más alguna legumbre que le aporte consistencia al plato. En este caso, los ingredientes que lleva son muy simples de conseguir (si es que abres la nevera o alacenas y no tienes a disposición):

• 2 tomates


• Alcachofas


• 1 puñado de judías verdes


• 2 zanahorias


• 1 puñado de guisantes


• 3 dientes de ajo


• aceite


• sal

Cocina las legumbres por separado, con agua y muy poca sal. Lo mismo con las zanahorias peladas y cortadas en cuadrados y las alcachofas. Si lo prefieres, puedes hacerlas al vapor. El tomate se corta en rebanadas gruesas y se doran con unas gotas de aceite. Pela y filetea los ajos (si te gusta que la comida tenga mucho sabor, pueden ser más que tres), dora después con una cucharada de aceite. Coloca en una bandeja o recipiente primero las rodajas de tomate salteadas, luego las hortalizas ya cocidas. Sazona con sal y riega con el aliño de ajo. Se sirve caliente.

Sopa Crema de Tomates y Apios

Esta receta se puede consumir caliente (como una sopa) o bien, según la consistencia, comerla como si fuera un puré o hasta para untar. El secreto para que el sabor sea realmente delicioso es condimentar bien. Los ingredientes necesarios son:

• 1 apio


• 1 cebolla


• 3 tomates


• 2 tazas de salsa bechamel


• Sal


• Pimienta

Lava y corta en rebanadas el apio. Corta al medio los tomates y trocea la cebolla. Coloca todo en un cazo con una taza de agua hirviendo hasta que todo esté tierno. Quita la piel de los tomates y tritura todo. ¡No te olvides de salpimentar! Para hacer la salsa bechamel tienes que mezclar dos tazas de leche, una cucharada de harina y dos cucharadas de aceite. Si no te queda como una crema ligera, añade más leche. Vuelca sobre la verdura triturada, mezcla bien y sirve. Si deseas que te quede como un puré, has menos ligera la crema o tritura menos los vegetales. Puedes acompañar con rebanadas de pan, huevo duro, bastones de apio o lo que se te ocurra.

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Tres Pilares para que tu Vida Sea Más Saludable

Según la Organización Mundial de la Salud, el estilo de vida tiene que ver con la calidad del día a día de cada individuo. Pero además, está relacionado a la percepción de la persona en relación a su existencia, su contexto, sus valores, sus objetivos, sus normas, sus inquietudes y sus expectativas.

La calidad de vida no tiene que ver únicamente con el dinero, sino con la satisfacción por realizar ciertas actividades a diario, por cumplir con las necesidades básicas, por lograr de ciertas metas, por tener una buena actitud hacia la vida y por formar parte de un grupo social.

Por el contrario, los hábitos que afectan nuestra salud son el consumo de sustancias tóxicas (alcohol, drogas, tabaco), el sedentarismo, la falta de ejercicio, el insomnio, el estrés, una dieta desequilibrada, la falta de higiene, la carencia de actividades lúdicas o de ocio, pocas relaciones interpersonales y la contaminación ambiental.

Entonces, los estilos de vida saludable, que nos permiten ser más felices y plenos, están compuestos por:

• tener objetivos, planes de acción y un sentido de vivir


• mantener la autoestima alta y la identidad


• pertenecer a un grupo (familia, comunidad, nación)


• conservar la autogestión, la independencia y las ganas de aprender constantemente


• brindar y recibir afecto, reconocimiento y agradecimiento


• autocuidarse tanto en lo externo (piel, cabello) como en lo interno (órganos, huesos)


• promover la solidaridad, la tolerancia, el perdón y el arrepentimiento


• controlar factores de riesgo (estrés, abuso de medicamentos, obesidad, tabaquismo, vida sedentaria)


• realizar actividades al aire libre y disponer de tiempo para el ocio

En definitiva, los hábitos o estilos de vida saludables son aquellas actitudes que asumimos como personas o como familia y que inciden de manera positiva en nuestro bienestar mental, físico y social. Se traducen no sólo en una buena salud en el cuerpo, sino también en felicidad, así como también en un aporte positivo a la comunidad en la que vivimos. Claro, porque una persona alegre tiene más para ofrecer a la sociedad que aquella que está nerviosa, alterada y desequilibrada.

Es bueno recordar que comer bien no es lo único necesario para gozar de buena salud (aunque sea una parte muy importante). Es preciso a su vez, hacer ejercicio y rodearse de personas positivas. La combinación de estos tres factores traen como consecuencia un individuo más pleno y seguro de si mismo.

Primer Pilar para una Vida Saludable: la Alimentación

Es preciso hacer una diferencia entre comer y nutrirse. Lo primero no siempre se hace a consciencia y lo segundo es un acto que evita que nos enfermemos, entre otras ventajas. Si nos nutrimos y dejamos de deglutir alimentos por ansiedad, hábito o aburrimiento, entonces nos sentiremos mucho mejor. Recuerda que la alimentación es la encargada de construir y renovar las células y los tejidos, permitir que se realicen los procesos internos como la digestión y la respiración y obtener energía para hacer todas nuestras actividades. Si comemos de más, no sólo estaremos causando un aumento en nuestro peso, sino también un desequilibrio en nuestro organismo. ¿Te ha pasado que después de comer mucho te sientas tan pesado que no puedes ni quieres hacer nada y sólo quieres dormir una siesta? Esto no sucede si consumes una ración suficiente. Puedes ver nuestra sección de recetas saludables para más información.

Entonces, para que una dieta sea equilibrada, sin que falte ni que sobre nutriente alguno, es preciso aportar una proporción correcta de hidratos de carbono, proteínas y grasas, no dejar de lado los minerales y las vitaminas, distribuir el aporte alimenticio cada día (de mayor a menor comenzando por el desayuno) e hidratarse constantemente, aún cuando no se tenga sed.

Segundo pilar para una Vida Saludable: El Ejercicio

Cuando nos dicen o leemos la palabra ejercicio, seguro pensamos en pasarnos horas y horas en el gimnasio y esto no es así. Existen miles de maneras diferentes de “mover el esqueleto”, mucho más placenteras y que no se conviertan en una carga. Es posible cambiar el “tengo que hacer ejercicio” al “voy a hacer ejercicio” (con una sonrisa en el rostro). ¿Cómo? Probando diferentes disciplinas hasta encontrar la que más nos gusta. Para darte cuenta si algo te encanta, prueba con esta regla: si no lo sientes como una obligación, si esperas con felicidad el momento de practicarlo, si no pones excusas para faltar o dejar de hacerlo y si al terminar la actividad te sientes pleno (aunque cansado), entonces, esa disciplina es perfecta para ti.

Puedes hacer todos los deportes o actividades físicas que se te ocurran. Seguro hallarás eso que te encante. Si pruebas mil y un ejercicios y no hay nada que realmente te guste, entonces, puedes optar por el deporte “informal” es decir, el que se realiza mientras se hace otra cosa. Esto significa que puedes subir las escaleras cuando llegas al trabajo en lugar de usar el elevador o bien ir a la oficina en bicicleta. También puedes dejar el coche en casa y hacer las compras caminando o limpiar tu casa de manera más enérgica. ¿Sabías que eso también es hacer ejercicio? ¡Seguro que ya lo hacías y ni siquiera te habías dado cuenta!

Si bien algunos médicos indican que esto no es suficiente para cumplir con la cantidad semanal de actividad física recomendada, por algo siempre se empieza, ¿verdad?

Tercer pilar para una vida saludable: El Ambiente Positivo

¿Has oído hablar de las personalidades tóxicas? Bueno, se trata, básicamente, de aquellos seres que no sólo absorben tus energías sino que además no te permiten crecer ni avanzar. Seguro los puedes detectar sin problemas, ya que son personas que se lo pasan todo el tiempo quejándose y criticando “porque si”, nunca se alegran por tus logros y hacen lo posible por ver el medio vaso vacío en cada situación.

¿Por qué estas personas no son buenas para llevar un estilo de vida saludable? Pues porque no nos aportan nada bueno, sino todo lo contrario. A veces es un poco complicado deshacernos de estas personas (en el buen sentido de la palabra) porque están en nuestro círculo más íntimo, como ser nuestra pareja, nuestros padres, nuestros amigos o compañeros de trabajo.

En ese caso, puedes optar por evitar el contacto lo más posible o bien ayudarles para que puedan cambiar o mejorar. O bien, seleccionar qué cosas compartir con ellos y qué guardar para quienes valen la pena y te aportarán algo positivo.

Atención, que no se trata de ser egoísta ni mala persona, sino de preservar nuestra salud mental y emocional ¡que también cuenta en esta tarea diaria de llevar un estilo de vida saludable!

Para ver la entrada completa haz click aquí: Tres Pilares para que tu Vida Sea Más Saludable - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Todo lo que Debes Saber Sobre Alimentos Orgánicos

También llamada agricultura orgánica o biológica, es una técnica de siembra y cultivo de los campos que utiliza medios amigables con el medio ambiente. Esta tiene muchas ventajas para el planeta y también para las personas. ¿Quieres saber más acerca de la agricultura ecológica? Entérate en el siguiente artículo!

Entender la agricultura orgánica, de manera sencilla

Es probable que cuando buscas información sobre la agricultura ecológica puedes encontrar términos que no se comprenden o demasiado técnicos que hace que te pierdas entre tantos conceptos. Lo que si es bueno saber de este método, es que por un lado, está a favor de la Tierra (como planeta y como suelo donde cultivar los alimentos) y por el otro, nos aporta una gran cantidad de beneficios a quiénes lo aprovechamos.

Básicamente, esta manera de proveernos comida no utiliza ningún producto químico y nocivo, ya sea plaguicidas, químicos, fertilizantes ni sintéticos. Los agricultores ecológicos saben en qué momento una cierta cantidad de insectos es benéfico y cuando no. En el primer caso, les permiten que interactúen con la tierra y los nutrientes y en el segundo, utiliza remedios caseros, que van desde el ajo al espantapájaros.

Otra de las características que vale la pena destacar de la agricultura orgánica es que las semillas no han sido modificadas genéticamente. ¿Qué quiere decir esto? Que respetan los ciclos de las plantas para poder cosechar las semillas, las cuáles crecen a su tiempo y cómo lo desean, siendo saludables al 100%.

Además de ser un negocio y el modo de vida de muchas familias en todo el mundo, se trata de una filosofía y un estilo de vida, más sano, en contacto con la naturaleza, teniendo en cuenta que la tierra es un recurso que nos presta el planeta y no algo para explotarlo sin pensar en el futuro. Basándose en un calendario de siembra según las fases de la luna y las épocas del año, así como también rotando los cultivos en cada temporada, los nutrientes del suelo no se pierden y siempre es fértil, pudiendo ser utilizado por varias generaciones sin perder sus propiedades.

A modo de resumen, podemos decir que la agricultura biológica o ecológica tiene los siguientes objetivos:

• Obtener alimentos usando mecanismos amigables con el medio ambiente.


• Producir frutas, vegetales, hortalizas y cereales sanos, de mayor calidad.


• No utilizar ningún tipo de sustancia química que elimine las plagas o aumente la productividad de las semillas.


• Mantener un sistema integral, basándose en lo social, lo ecológico y lo económico.


• Convertir estos métodos antiguos en una alternativa mayoritaria y no algo para “unos pocos”.


• Respetar los ciclos de la naturaleza y consumir únicamente lo que cada temporada tiene para ofrecer.


• Disfrutar de las propiedades de los alimentos en su totalidad y no de manera parcial por causa de los tóxicos.


• Conservar el suelo para futuras generaciones y hacer un uso consciente de los recursos naturales como el agua.

¿Por qué es bueno consumir alimentos orgánicos?

Más allá de lo que se expresó antes, la agricultura ecológica presenta una gran cantidad de ventajas para los consumidores y es por ello que se aconseja elegirlos antes que los productos que no siguen esta técnica. Para poder darnos cuenta cuáles son orgánicos y cuáles no, es bueno prestar atención a ciertas características. Los primeros se consiguen en ferias y mercados (no en los supermercados), no presentan una “vista espectacular” (porque lo que se busca es resaltar el sabor y no la apariencia) y además, sólo podrás comprar los que se cultivan en cada temporada (por ejemplo, las frutillas en invierno o los tomates en verano) ya que no se guardan en cámaras frigoríficas ni se usan procedimientos fuera de lo que la “madre naturaleza” estipula.

Algunas de las cualidades de los alimentos orgánicos son:

• Son más saludables: Como ya has podido leer antes, los productos ecológicos no utilizan ningún tipo de tóxico, conservante, pesticida, fertilizante, etc. Tampoco se les añaden elementos que le aporten más color o brillo. No contienen sustancias artificiales, son naturales al 100% y por ello el organismo los asimila sin problemas. Esto es ideal para los que tienen ciertas dolencias o patologías como ser gastritis, acidez estomacal, intolerancia, etc. Gracias a la agricultura natural podrás aprovechar todas las vitaminas y minerales que los alimentos tienen para nosotros (consumiéndolos crudos).


• No tienen aditivos ni nada sintético: Está comprobado que los componentes artificiales que se le añaden a los alimentos pueden provocar enfermedades de todo tipo, como ser osteoporosis, alergia, ataques cardíacos, Mal de Parkinson, cáncer, etc. Los productos biológicos, en cambio, son equilibrados, ricos en nutrientes y libres de añadidos perjudiciales para la salud. ¡Derriba el mito de que se deben comer todas las verduras en cualquier momento del año! El organismo sabe que en invierno necesita ciertos nutrientes y en verano otros, no hace falta nada más.


• No contienen pesticidas ni organismos genéticamente modificados: Ambos son responsables, al igual que los aditivos y sintéticos, de muchas enfermedades hoy en día. Los estudios toxicológicos indican que existe una gran relación entre el uso de pesticidas con el asma, las alergias y el cáncer. En cuánto a las semillas modificadas genéticamente (OGM en inglés), no sólo tienen consecuencias desastrosas para el medio ambiente sino también para el organismo. Todavía no hay muchos estudios que confirmen cuáles son los efectos nocivos para la salud, porque se estima que son al largo plazo, aunque si se sabe que cada vez más personas padecen ciertas patologías o problemas que van desde el cáncer a la infertilidad.


• Son amigables con el medio ambiente: La agricultura ecológica se basa en la conservación del planeta, trata al máximo de no contaminar el agua, el suelo y el aire y también respeta la flora y la fauna de un lugar en particular. Al utilizar el 100% de los cultivos (ya sea para la cosecha, para la reproducción, para crear composta o para alimentar el ganado), no se generan residuos.

• Son un legado para las generaciones futuras: La industrialización de los alimentos ha dejado de lado las tradiciones ancestrales, donde el cultivo era el medio más importante de subsistencia. Gracias a la agricultura biológica, se siguen manteniendo algunas técnicas usadas desde hace miles de años y a la vez, permite que esto se transmita de generación en generación, al preservar las semillas para la siguiente temporada o impidiendo que ciertas variedades de alimentos se pierdan para siempre.


• Son de excelente nivel de calidad: El sistema de producción utilizado es de máxima seguridad y fiabilidad. El hecho de no utilizar plaguicidas artificiales no convierte a la agricultura ecológica en peligrosa para nuestra salud, sino todo lo contrario.


• Respetan a la madre tierra y al ser humano: Se fertilizan los campos, se impide la desertificación, favorece la retención de agua, fomenta la biodiversidad, no contamina acuífenos, mantiene el hábitat de especies autóctonas, respeta los ciclos naturales de los alimentos y cultivos, evita la degradación del suelo, no contamina el ambiente…

¿Te hacen falta más razones para empezar a comer de manera orgánica? Si todavía estás dudando, has de saber que los productos ecológico son más deliciosos que los industrializados, podrás disfrutar de su gusto y aroma natural. Depende la edad que tengas, comerlos te remontará a la época en que eras pequeño. No lo dudes! Busca un mercado o feria para comprar y comer frutas y vegetales orgánicos ¡No te arrepentirás!

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Remedios Caseros Para El Colesterol

Lo primero que hay que entender es que el colesterol no es malo, no es un enemigo al que hay que luchar, es más bien un amigo al que hay que comprender.

Nuestro cuerpo tiene la capacidad de producir el colesterol que necesita y este es fundamental para ciertas tareas metabólicas, entre ellas básicamente el transporte de nutrientes liposolubles como las vitaminas A, D, E y K entre otras funciones, además de que es una sustancia esencial para constituir la membrana plasmática que regula la entrada y salida de sustancias en las células.

Entendiendo las Causas del Colesterol

El Dr. T. Colin Campbell autor del libro “El Estudio de China” , tiene una frase muy famosa que dice: “Ingerir alimentos que contengan colesterol mayor a 0 mg no es saludable”.

Si tenemos esto en cuenta, el remedio casero más poderoso y efectivo para el colesterol es sencillamente dejar de consumirlo, no se trata de contrarrestarlo con ninguna medicina, cuando podemos no ingerirlo en primer lugar.

Para la persona que ve incrementado sus valores de colesterol LDL “comúnmente llamado malo” en sus estudios clínicos a valores considerados anormales, debería considerar seriamente desde un punto de vista casero y natural encausar su dieta hacia practicas principalmente vegetarianas con la inclusión de algunos pescados ricos en omegas 3 y 6 si se quiere.

El colesterol excedente es aportado exclusivamente por la dieta y solo lo contienen los productos animales, con lo cual remover carnes y lácteos simultáneamente mientras que se incorporan mas semillas, legumbres, brotes y vegetales junto con algún pescado de mar de agua profunda seria una excelente idea además de totalmente casero y económico.

En cuestión de lípidos los requerimientos del organismo son muy sencillos, lo único que necesitamos ingerir en una dieta saludable son los llamados ácidos grasos esenciales cuyos nombres simplificados son linolenico y linoleico. Que son nada más ni nada menos que miembros de las conocidas familias de ácidos grasos omega 3 y 6 respectivamente. Nuestro cuerpo puede producir el colesterol que necesita a partir de estos dos ácidos grasos, por lo que consumir alimentos ricos en colesterol no tiene ningún sentido nutricional, y si por otro lado la persona sufre de un desequilibrio como la hipercolesterolemia, con más razón debería considerar evitar alimentos que aporten innecesariamente colesterol en su dieta.

Quien se encarga de hacer estas conversiones de ácidos grasos es principalmente el hígado por lo cual desde una perspectiva naturista es buena idea asistir a este órgano para que pueda restituir el orden natural dentro del organismo. Consultar un experto en hierbas para depurar el hígado y familiarizarse con el método de la limpieza hepática del Dr. Andreas Moritz, podría ser una buena idea.

También me gustaría destacar que no en todos los países son considerados los mismos niveles de colesterol en sangre como peligrosos, ya que estas consideraciones surgen en base a estadísticas. Por lo que tener un colesterol LDL de 240mg/dl en buenos aires podría ser considerado un factor de riesgo mientras que en España este mismo valor entraría dentro de un margen razonable hasta no superar los 300mg/dl. Es decir el colesterol alto no es una enfermedad, es solo que las estadísticas sugieren que pasado determinado umbral se aumenta demasiado el riesgo de una aterosclerosis lo que significa un angostamiento del canal arterial que recién después de ese estadio recién ahí podría devenir es problemas cardiacos.

En sentido estricto, el nivel deseable de colesterol LDL debe definirse clínicamente para cada persona en función de su riesgo cardiovascular individual, el cual está determinado por la presencia de diversos factores de riesgo, entre los que destacan, edad y sexo, antecedentes familiares, tabaquismo, presencia de hipertensión arterial y nivel de colesterol HDL “comúnmente conocido como bueno”.

Algunos Remedios Caseros y Naturales

Entonces, concretamente desde lo casero que se puede hacer?

• Ayudar a depurar el hígado con limpiezas, infusión de hierbas y ayunos.


• Reducir al mínimo o eliminar Carnes Rojas y Pollo.


• Reducir al mínimo o eliminar Huevos (o si no se quiere) consumirlos únicamente pasados por agua.


• Reducir al mínimo o eliminar Lácteos y productos derivados que contengan colesterol.


• Eliminar por completo panificados que contengan grasas animales y/o margarinas con grasas trans.


• Incorporar el consumo diario de grasas saludables como:

1. Paltas (Aguacates)


2. Semillas como, girasol, lino, chía, cáñamo, sésamo, nueces, almendras, zapallo.


3. Aceites de primera presión en frio (girasol y oliva)


4. Pescados de mar de agua profunda cocidos suavemente en horno o a la plancha.

• Incorporar algas marinas (wakame, hiziki, kombu, kelp, etc.) que aportan ricos minerales que asisten a recuperar el equilibrio metabólico general del organismo.


• Consumir al menos 3 Limones por día ya que son ricos en minerales alcalinos y coadyuvantes del hígado. Se pueden consumir con una pizca de bicarbonato para neutralizar su acidez y/o en de cocciones en forma de té.


• Considerar la toma de Aloe Vera bebible como opcional para ayudar a regularizar las funciones intestinales y su flora.

Las semillas son estratégicas dada la gran cantidad y calidad de ácidos grasos esenciales que aportan al organismo, las nombradas todas contienen ambas familias de omegas y en general una cucharada sopera diaria es más que suficiente para cubrir los requerimientos. (Consultar algún asesor para su forma de consumo, por lo general dejarlas en remojo del día anterior y luego molerlas o hacer pates es la mejor práctica junto con la posibilidad alternativa de tostarlas levemente) Los pescados también aportan dichos lípidos poli insaturados saludables, por lo que el día que se come pescado sería redundante incluir semillas en el plato.

Un almuerzo fácil y nutricionalmente funcional podría ser de entrada 1 manzana (la fruta siempre va primero con el estomago vacio) y una ensalada de hojas verdes con zanahoria rayada y tomate con un limón y una pizca de aceite de oliva. Y de plato principal una porción de arroz integral cocida con media palta trozada, un puñado de perejil trozado y una cucharadita de semillas de sésamo tostadas machacadas en mortero con una pizca de sal de roca o una cucharadita de algas hiziki.

De esta forma incorporamos fruta, vegetales crudos, un cereal que brinda ricas vitaminas y minerales, que nos brinda saciedad e incorporamos semillas y aguacate (palta) que proveen las grasas saludables poli-insaturadas que ayudan a elevar el colesterol HDL “bueno” y a regular el LDL “malo”.

Es clave habituarse a comer más alimentos frescos y crudos como fruta y hortalizas, granos y legumbres integrales para lograr saciedad combinados con alimentos ricos en grasas saludables como los ya mencionados.

Y por ultimo si hablamos de remedios caseros podría ser de mucha utilidad tener en cuenta la visión holística del tema. Por ejemplo la reconocida autora Louise L. Hay en su libro Sana tu Cuerpo, que es básicamente un gran diccionario de dolencias y afirmaciones para su solución, desde su visión nos habla del colesterol como la manifestación física de un temor a aceptar la alegría, y por consiguiente la posible obstrucción (aterosclerosis) de los canales de júbilo (arterias).

Y si consultamos el manual de la BioDescodificación podemos acceder a un tip aun más interesante.

Conflicto: Gente a la que le cuesta construirse. Resentir: ―Me construyo yo solo a mí mismo”. “Solo puedo contar conmigo mismo”. “No recibo el apoyo de mi familia”.

Por lo que proveerse de actividades semanales que incrementen la capacidad de sentir júbilo, estimulen las ganas de vivir y fomenten una interacción en armonía con la familia también podría ser una excelente idea.

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Cómo Tener una Casa Ecológica

Muchos creen que para tener una casa sustentable es preciso mudarse en medio de la montaña o alejados de las grandes ciudades. Nada más alejado de la realidad. Nuestros hábitos o costumbres pueden ser benéficos o perjudiciales para el planeta, no importa la ubicación geográfica.

Tampoco es una excusa el típico “no tengo tiempo” o “se necesita mucho dinero”. Una casa ecológica te permitirá ahorrar en los servicios (agua, electricidad, gas) y a su vez, estarás ofreciendo una mejor calidad de vida a tu familia. Y como si esto fuera poco, estarás aportando tu granito de arena a una causa que nos compete a toda la humanidad.

Viviendas ecológicas: ¿qué pasa si ya he construido mi casa?

Cuando uno piensa en tener una casa ecológica o sustentable, automáticamente cree que debe construir una vivienda desde la base, sin embargo, esto no es siempre así. Si ya hemos hecho nuestra casa y la derrumbamos para construir otra, el impacto sería mayor que si nos mantuviéramos en ella.

Entonces, ¿qué hacer? Hay cientos de maneras diferentes para que puedas ser más ecológico en tu casa, quedándote donde vives. Es posible disfrutar del mayor confort posible, sin impactar negativamente (o al menos no al 100%) en el medio ambiente. La idea es que empecemos de a poco a cambiar ciertos hábitos, para así poder ayudar dentro de nuestras posibilidades a tener un mundo mejor.

Tips para tener una casa más ecológica

En primer lugar, reduce los gastos de electricidad. Esto es vital, ya que disminuir la utilización de energía no sólo impacta positivamente en las facturas que pagamos cada mes, sino que ayudamos de esta manera al medio ambiente. Apagar las luces que no se están usando, colocar detectores de movimiento o luces automáticas para el jardín, no dejar los cargadores de móviles en el toma corriente o apagar los electrodomésticos sin que queden en stand by (con ese punto color rojo) puede ayudar. Y como puedes ver, son simples actos que se van aplicando de a poco en el hogar. En el verano, no colocar el aire acondicionado fuera de los 23 ó 24°C. Si se tiene calor, mejor es cerrar ventanas y persianas y colocar cortinas oscuras que dejar la refrigeración en 15°C.

En segundo término, es importante reducir el consumo del agua. Este recurso natural cada vez más escaso y que en muchos lugares es hasta inexistente o un “lujo”, puede descender, mantener o aumentar su caudal según nuestro comportamiento. A lo ya conocido no cepillarse los dientes con el grifo abierto ni darse baños extensos todos los días, podemos sumar la colocación de un sistema inteligente para regar las plantas, lavar el coche con un cubo de agua, reparar griferías que pierden y también, juntar agua de lluvia para el parque.

El tercer ahorro que debemos tener en cuenta en una casa ecológica es el del gas. Para ello, es importante prestar atención al uso de la calefacción en invierno, por ejemplo. Si se tiene frío, añadir una manta más en la cama o abrigarse con una camiseta de algodón. En la cocina es donde también se gasta bastante gas. Para preparar los alimentos, aprovechar y hornear más de un platillo. Para hervir agua, las cacerolas siempre tapadas. El agua puede calentarse utilizando otros medios, como es el caso de un termotanque o panel solar, que evitan un consumo tan elevado del gas durante los meses con temperaturas más bajas.

Comprar electrodomésticos más eficaces es el cuarto ítem para una vivienda ecológica. En la actualidad podemos conseguir en las tiendas, productos que han sido creados siguiendo una normativa más “verde”. Esto quiere decir que las neveras, las lavadoras, los equipos de refrigeración, etc, no gastan tanta energía como sus antecesores. Cuando vayas a comprar un aparato para el hogar, recuerda que debe contar con la letra A en su etiqueta. Que sean siempre de bajo consumo y prestar atención a su utilización, como ya se explicó antes.

En quinto lugar, las bombillas siempre han de ser bajo consumo. Si bien es cierto que en muchos países existe una ley donde todos los comercios deben vender este tipo de iluminación, todavía quedan otros donde o bien no se ha tomado esta decisión o bien la normativa no se cumple al 100%. Una lámpara o bombilla de bajo consumo es mucho más eficiente que las tradicionales. Aunque cuesta más, en definitiva estarás gastando menos de electricidad y eso se verá reflejado en tu factura. Las luces LED son una excelente alternativa para iluminar ciertos espacios.

Una vez que hayas empezado con estos hábitos, también debes incluir otros, como es el caso del reciclado o la reutilización de materiales. Las latas, las botellas, los cartones o los plásticos pueden tener otra vida más allá de tirarlas al cubo de la basura. Desde maceteros a porta juguetes, pasando por cuadros a lapiceros, todo es posible. Si tienes hijos pequeños, enséñales a reciclar y a crear juguetes con estos elementos.

Y en conjunto con ello, una buena idea es separar los residuos según su composición. En la cocina podemos disponer de diferentes cubos para colocar: vidrio, papel y cartón, aluminio, vidrio, plástico. Luego puedes llevarlo a un centro de reciclado, el más cercano a tu domicilio, donde se encargarán de reciclarlo. Si tienes una huerta en tu casa o un espacio al aire libre como un patio o un balcón, puedes hacer tu propio compost con los desechos naturales, es decir, los restos de las frutas y los vegetales. Pasadas varias semanas tendrás a disposición tierra negra de la mejor calidad para que tus plantas u hortalizas crezcan sanas y fuertes. Aquí tienes más trucos para cuidar el medio ambiente.

Utiliza productos de limpieza que no sean tóxicos, ni para el medio ambiente ni para tu familia. Los componentes de los artículos que usamos habitualmente para desinfectar el hogar no son buenos ni para la salud de las personas ni tampoco para el planeta. Esto es así porque causan alergias, erupciones, problemas respiratorios, intoxicaciones, etc. Y en lo que se refiere a la contaminación, el desague se llena de químicos que luego van a parar a los ríos, lagos o arroyos. Por ello, la mejor opción es usar recetas caseras para limpiar, como por ejemplo, el bicarbonato de sodio o el vinagre.

Como puedes ver, no es difícil tener una casa ecológica y aportar algo bueno al medio ambiente. Puedes ir añadiendo nuevos hábitos de a poco, hasta cumplir con todos estos compromisos. ¡No es para nada difícil y estarás haciéndole un gran favor al planeta!

Para ver la entrada completa haz click aquí: Cómo Tener una Casa Ecológica - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com

Claves y Trucos Para Reducir el Estrés

No hay dudas que el estrés es la enfermedad del siglo XXI y que por su causa, cientos de patologías se hacen presentes en nuestro cuerpo. El ritmo de vida que llevamos, las preocupaciones, el ajetreo de las ciudades, los problemas económicos y los trabajos sedentarios traen como consecuencia un aumento en los niveles de estrés. Conoce en este artículo algunas claves para eliminarlo de tu vida y vivir más feliz y relajado.

¿Cómo eliminar el estrés?

Esta es una pregunta que la mayoría de las personas (sobre todo los que viven en las urbes) se hacen a diario. Las consecuencias del estrés son desastrosas para nuestro organismo. Podría decirse que la totalidad de las enfermedades que padecemos son debido a una super producción de estrés. Como explican los médicos, un poco no está mal porque ayuda al cuerpo a estar alerta ante los peligros, pero el problema comienza cuando se desequilibra la balanza.

Algunos de los tips para eliminar el estrés que pueden ayudarte son:

• Busca estar en silencio: Cuando llegas a tu casa, recuéstate con los ojos cerrados y apaga todo lo que puede estar haciendo ruido, desde el móvil al televisor, el PC, etc. Cierra las ventanas para no dejar que el ruido del exterior ingrese. Aprecia el silencio, relájate. Aprovecha para tomar un baño de inmersión si lo deseas, pero nada de música ni de chequear los mails. Si tienes la posibilidad, viaja al campo los fines de semana o en algún feriado. El leve sonido de los pájaros, del viento o de un arroyo es realmente tranquilizante. ¡Experiméntalo!

• Haz meditación: Se trata de una práctica que te ayuda a calmar la mente y quitar las preocupaciones. Al principio no será sencillo que las ideas se instalen en tu cerebro. Pero, como dicen los maestros de meditación “haz que los pensamientos desaparezcan como las nubes se despejan en el cielo por la acción del viento”. Meditando al menos una vez a la semana (si puedes hacerlo todos los días, mucho mejor), no sólo calmarás tu mente, sino que además reducirás los latidos del corazón, bajarás varios cambios, te ayudará a vivir más tiempo, estarás más relajado y pocas cosas podrán ponerte nervioso.


• Toma un buen baño: Si tienes la oportunidad de disfrutar de un baño de inmersión con sales minerales, no lo dudes. Una vez por semana, o cuando has tenido un día complicado en el trabajo, llega a casa, llena la tina con agua tibia y comienza a disfrutar de ese mimo para el cuerpo y para el alma. Las luces deben estar tenues en el baño, puedes poner algunas velas e inciensos. Esto generará un ambiente mucho más tranquilo y relajado. Y no te olvides del primero de los consejos que te ofrecimos en este artículo, de apagar todo lo que genere ruidos molestos o indeseados. Con media hora de un baño de inmersión te sentirás realmente renovado.

• Lee algo que nutra tu alma: Si sólo lees las noticias, los informes del trabajo o los apuntes de la Universidad, seguro que relacionarás la lectura con una tortura y no con el placer que realmente es. Los libros de autoayuda o de superación personal, son realmente muy buenos para tu mente y para dejar de lado el estrés. Busca los títulos que llamen tu atención y que aporten algo positivo para tu vida. Lo importante es que lo disfrutes. Puedes aprovechar a leer mientras estás disfrutando de un día de campo o al hacer un baño de inmersión (¡ten cuidado de no mojar las hojas!). Puedes comenzar con uno sencillo como “El caballero de la Armadura Oxidada” de Robert Fisher y seguir con “Los cuatro acuerdos” de Miguel Ruiz, sólo por citar dos de los más conocidos.


• Experimenta las bondades de la aromaterapia: Los aceites esenciales son fundamentales para la relajación y tranquilizar nuestra mente. Lo mismo que los inciensos. Además tienen otras propiedades para la piel. Recuerda que siempre los debes diluir con agua tibia porque pueden irritar. Echa algunas gotas en el agua del baño o hazte masajes en los hombros o nuca, lugares donde con frecuencia se forman contracturas debido al estrés. Los aceites esenciales con mayores propiedades para calmarnos son la lavanda, la manzanilla, el jazmín, el sándalo y el naranjo.Puedes ver otras técnicas para una vida más sana aquí.

• Evita las noticias: Sobre todo por la noche antes de irte a dormir. Ver la televisión y enterarte de lo que ocurre en tu ciudad, país o el mundo entero quizás no sea lo más recomendado para eliminar el estrés, sino todo lo contrario. Lamentablemente, el periodismo actual considera “noticia” lo malo, las guerras, los accidentes, los crímenes, los reveses de la economía, etc. ¿Te imaginas un noticiero donde sólo se muestren historias bonitas? Bueno, hasta que eso se invente (es una excelente idea, ¿no crees?), evita estar pendiente de lo que ocurre en el mundo. No se trata de convertirte en un hermitaño o “vivir en una burbuja”, sino de hacer todo lo posible porque estas noticias no alteren tus nervios. No serás menos responsables por no leer los periódicos ni oír la radio.


• Disfruta aquello que te apasiona: Quizás en estos momentos no estés en el trabajo “ideal” o tengas muchos problemas económicos como para pensar en cambiar de empleo. Sin embargo, siempre tienes la posibilidad de hacer algo que te encanta después de las 5 de la tarde (o de la hora que salgas de la oficina). No dudes ni un segundo en perseguir y conseguir la tan anhelada felicidad, dedica tu tiempo libre a hacer lo que te llena el alma y te completa. Porque sin dudas, serán estas actividades las que te alejen del estrés, además de brindarte felicidad y una vitalidad nunca antes alcanzada. Puedes elegir el pasatiempo que más te guste. La clave está en que te llene de energías y te haga disfrutar de la vida, que no todo es trabajar y trabajar. Desde hacer deporte a un curso de cocina, pasando por andar en bicicleta a jugar con tus hijos. Elige lo que realmente te guste y olvídate de los problemas, tu jefe y los horarios.

Todavía quedan muchas más claves para que puedas eliminar el estrés de tu vida. ¡Presta atención a las próximas publicaciones de Siendo Saludable!

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