Cómo ser Ecológico al Hacer la Compra

En artículos anteriores te hemos contado cuáles son los mejores hábitos para cuidar el planeta en casa o incluso por qué es bueno llevar nuestras propias bolsas al ir al mercado. Pero por supuesto siempre se puede ir un poco más allá con los cambios a nivel personal y familiar para ser más responsables con el medio ambiente.

Por ello en este post de Siendo Saludable queremos darte algunos tips para ser ecológico al hacer la compra, ya sea que vas al supermercado, a una feria o un almacén pequeño. Te asombrarás las ideas simples y que se pueden poner en práctica que nunca habías pensado.

Consejos para ser un comprador ecológico

Los productos que compramos periódicamente pueden tener un impacto mayor o menor en el ecosistema y aumentar o reducir la contaminación y la acumulación de basura. El impacto que tienen nuestras decisiones y nuestros hábitos es tal que todo lo que hagamos repercute en el medio ambiente. Ya sea para bien o para mal.

Si te conviertes en un consumidor que asume una responsabilidad cuando estás haciendo la compra entonces bajarás tu huella ecológica y al mismo tiempo ahorrarás dinero. Presta atención a los siguientes tips para ser ecológico al comprar:

No vayas en coche

Es verdad que si haces la compra para todo el mes y usas el coche para cargar las bolsas está más que permitido. A lo que nos referimos es no emplear ese medio de transporte para sólo adquirir un par de artículos. Nuestro vehículo contamina, gasta combustible, libera dióxido de carbono a la atmósfera y además no nos ayuda a hacer ejercicio.

¿Qué tal si optas por ir en bicicleta o caminando? Lleva las alforjas lo más equilibrado posible y será una actividad con muchos beneficios. Otra idea interesante es aprovechar un paseo o un viaje al trabajo con el coche para hacer las compras de paso así no tendrás que salir de casa exclusivamente para ello.

Prioriza y almacena la comida

Cuando llegas a casa con toda la compra hecha el siguiente paso es acomodar los productos en la nevera, refrigerador o alacenas. Para que luego no tengas que tirar nada a la basura y puedas aprovechar todo es preciso que por ejemplo pongas las verduras de hoja y las frutas frescas en la nevera, que dejes los vegetales de raíz en un ambiente fresco y los alimentos no perecederos (azúcar, arroz, pasta) en un lugar cerrado.

En relación a las prioridades ten en cuenta qué cosas tienen fecha de caducidad más cercana y cuáles más lejanas así elegirás las primeras para tus platillos inmediatos. Otra cuestión importante es dejar de comprar productos que no te ayudan en tu vida cotidiana sino todo lo contrario como por ejemplo golosinas, harinas blancas, azúcares, empanados, enlatados, etc.

Elige artículos de temporada y locales

Para poder transportar productos de lugares muy lejanos se emplean diferentes medios que van desde el camión al barco e incluso el avión. Esto conlleva a un importante impacto ambiental y aumento del CO2 en la atmósfera. En cambio cuando los artículos son locales este trayecto (y con él esta contaminación) se reduce sobremanera.

A su vez los productos de temporada son frescos, más naturales, no han pasado por diversos procesos como congelamiento o mecanismos de aceleración de producción, etc. Por ello si es verano, compra frutas y verduras de esa época y evita los de invierno (y viceversa cuando hace frío).

Utiliza tus propias bolsas

Hemos hecho un artículo específico sobre el tema de las bolsas ecológicas o el hábito de llevar tus propios medios de transporte cuando vas a hacer la compra. Te recomendamos que lo leas.

Piensa si realmente necesitas lo que vas a comprar

Si compras algo que no precisas o que ya tienes en casa es probable que termines tirándolo a la basura o consumiendo un producto que no te hace bien. No te dejes influir por las publicidades o la moda. Para probar un producto nuevo elige un envase pequeño.

El despilfarro de alimentos es algo muy frecuente y realmente preocupante. La tercera parte de la comida que se produce en el mundo termina en el relleno sanitario en descomposición por no consumirla en su momento.

Presta atención a los paquetes

Los artículos que son de “usar y tirar” y que no se pueden reutilizar déjalos de lado en tu compra. Tampoco sería bueno que comprases aquellos que están demasiado empaquetados como bandejas o plástico. Escoge por ejemplo las “recargas económicas” de plástico para rellenar un envase más grande. El paquete vacío lo puedes usar para rellenar tus ecoladrillos.

Si tienes que elegir entre un producto de tamaño “familiar” y otro de tamaño “estándar” opta por el primero siempre y cuando sea algo que lo utilizarás por completo y no se echará a perder. El motivo es muy simple: se usan casi los mismos recursos para realizar un envase grande y otro pequeño pero la diferencia está en la cantidad de producto que ofrece cada uno. Además es más económico una presentación superior.

Compra en ferias y cooperativas

Seguro tendrás cerca de tu casa un mercadillo donde comprar frutas y verduras sin pesticidas o ningún otro producto perjudicial para tu salud (y la de los campos y los cultivos). Los productos ecológicos u orgánicos son amables con el medio ambiente.

En algunos sitios puedes hacer compras colaborativas para poder reutilizar y redistribuir los productos y ahorrar dinero mientras se usa de manera eficiente cada recurso. Por ejemplo puedes ir con tu amiga o vecina a hacer la compra en un solo coche y adquirir productos al por mayor.

Sé muy cuidadoso con tus hábitos y piensa dos veces antes de amontonar comida, envases y bolsas en casa. ¡El respeto por el medio ambiente es algo de todos!

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