Pirotecnia: Diversión para Unos, Sufrimiento para Otros

En estas épocas de fiestas muchos optan por celebrar arrojando fuegos artificiales y cohetes. La conocida como “pirotecnia” está siendo prohibida en muchos lugares del mundo debido a los daños que causa en las personas y animales.

Si bien es verdad que todos tenemos derecho a festejar como preferimos también es cierto que deberíamos pensar un poco en los demás y, a su vez, en nosotros mismos, ya que los efectos de la pirotecnia son más peligrosos de lo que creemos.

¿Qué provocan los fuegos artificiales?

Según el sitio Infonews, los riesgos de usar pirotecnia son muy graves y en algunos casos los daños irreversibles.

La pirotecnia puede generar distintos grados de pérdida de la audición, generalmente por daño del oído interno: zumbidos, acúfeno o tinnitus, que es la percepción de un ruido como un silbido o el canto de un pájaro. La disminución auditiva suele ser transitoria, pero en ocasiones puede ser definitiva y dañar las frecuencias agudas.

La utilización de artefactos de pirotecnia representa un riesgo para la salud debido a que su manipulación incorrecta puede ocasionar graves lesiones físicas, tales como quemaduras, problemas auditivos y daños oculares irreversibles, que pueden discapacitar a la persona de por vida. Las partes del cuerpo que suelen resultar más afectadas por accidentes de pirotecnia son las manos, los ojos, la cabeza y el rostro.

Los niños y los autistas, los que más sufren

La misma publicación nos informa que el sector más expuesto a los daños de la pirotecnia son los niños incluso antes de nacer, ya que los estudios demuestran que los bebés en el vientre materno pueden sufrir las consecuencias de los ruidos intensos.

En el caso de los niños, la franja que va de los 5 a los 14 años suelen ser los más perjudicados por el uso indebido de los fuegos artificiales. Los adultos no deben permitir que ellos los manipulen.

Los autistas son de los que más sufren con el ruido de los fuegos artificiales durante las fiestas. En La gaceta de Argentina explican:

Una de las características de este trastorno son los déficit sensoriales. La sensibilidad auditiva es una de las que se ve más alteradas. Sus oídos son muy sensibles. Por eso, generalmente se tapan muy fuerte, tienen crisis de llanto, berrinches o hasta llegan a autolesionarse. Toman una posición agresiva para comunicar que los ruidos les molestan.

¿Y qué ocurre con las mascotas?

Los perros son los que más sufren la pirotecnia y durante estas fechas aumentan los casos de mascotas perdidas, atropelladas o lastimadas. Su instinto les hace pensar que un ruido muy fuerte es una amenaza y por ello intenta protegerse donde puede, como por ejemplo debajo de la mesa o cama o en el baño.

Atención que los dueños a veces pueden causarle más nervios al animal con su accionar, como indican en el periódico Clarín

El factor externo que actúa sobre el animal estimulando conductas alteradas es el propietario del perro, ya que cuando el cachorro experimenta por primera vez la situación ruidosa de los festejos, el dueño se acerca a él, lo alza y le da algo de comer para que no tenga miedo; lo acaricia para tranquilizarlo y pasa toda la noche con el cachorro en su falda, iniciando, sin darse cuenta, una patología.

Desde Siendo Saludable nos gustaría concientizar a aquellas personas que quizás por desconocimiento o tradición utiliza pirotecnia durante las fiestas. Existen muchas maneras de festejar que no alteran la salud o la integridad física de quienes nos rodean. ¡Celebremos en paz! Ese es nuestro mayor deseo.

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