¿Abusas de la Sal?

Sin darnos cuenta, todos los días consumimos una gran cantidad de cloruro de sodio en nuestras comidas. Por más de que no le echemos del salero muchas de las preparaciones y alimentos ya lo traen incorporado.

Los riesgos de consumir mucha sal no pueden pasar desapercibidos por toda la población. Por ello se realizan diversas campañas de concientización al respecto. En Siendo Saludable nos sumamos a la Semana mundial de la sensibilización sobre la sal (entre el 29 de febrero y el 6 de marzo).

Sal: No abusar para no enfermarnos

Como nos explican en el sitio Aim Digital:

La ingesta de sal de mesa, cloruro de sodio aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares. Estadísticas dadas a conocer en los Estados Unidos indican que nueve de cada 10 estadounidenses de dos años de edad o más consumen mucho sodio, sobre todo en alimentos empaquetados, procesados, adquiridos en tiendas y en restaurantes, la conocida “comida chatarra”.

En la actualidad, las personas saben que consumir demasiada sal es nocivo para la salud, gracias a las campañas de organizaciones y asociaciones civiles. Sin embargo, el consumo promedio todavía es entre dos y tres veces más alto que la cantidad recomendada por la OMS y OPS, que es cinco gramos por persona al día.

Consecuencias de comer mucha sal

En la web Mejor Con Salud nos detallan los efectos secundarios de ingerir mucha sal:

• Insuficiencia cardíaca (infartos, hemorragias cerebrales, ictus, embolias)
• Insuficiencia renal (retención de líquidos, edemas, piedras en los riñones)
• Aparición de tumores (cáncer de estómago, úlceras, indigestión)
• Dificultades en el aparato respiratorio
• Sobrepeso y obesidad (empeorando enfermedades hepáticas, renales, cardíacas y estomacales)

¿Cómo reducir el consumo de sal?

Existen diferentes maneras de ingerir menos sodio cada día, como nos comentan en el sitio “En Femenino”

• Aumenta tu consumo de alimentos frescos. Estos productos no llevan aditivos (como la sal) para favorecer su conservación.
• Utiliza otras sales bajas en sodio: cloruro potásico o magnésico, fosfato cálcico, citrato magnésico, etc.
• Añade más condimentos en forma de hierbas aromáticas y especias a los alimentos: orégano, laurel, azafrán, comino, rúcula, enebro…. Existen infinitas posibilidades y la mayoría tienen beneficios para la salud.
• Reduce el consumo en alimentos con sodio añadido: salazones, embutidos, quesos y encurtidos, conservas enlatadas, bollos y galletas (que pueden llevar además bicarbonato sódico). El sodio se añade para favorecer la conservación de estos productos.
• Escoge alimentos que indiquen en el etiquetado “sin sal” o “bajo en sodio”.
• Emplea técnicas culinarias que mantengan el sabor original del alimento, para evitar que se tenga que añadir sal. Por ejemplo, al vapor o cocido.
• Cocina a baja temperatura los alimentos frescos, por ejemplo, a 80-95ºC, en vez de a 100ºC (muchos robots de cocina disponen de termostato). De esta forma se conservarán todas los sabores y aromas del alimento y no hará falta añadirles sal.

La concientización sobre el consumo de sal es tal que en algunas ciudades como el caso de New York los restaurantes deben informar a los clientes cuánta sal tiene cada uno de los platillos del menú. Por supuesto que hay locales donde se ofrecen comidas sin sal para personas hipertensas o con problemas renales. Pero el cambio debe comenzar por uno mismo. ¡Así que no hay excusas!

Para ver la entrada completa haz click aquí: ¿Abusas de la Sal? - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com