Siendo Saludable: Trucos para Aumentar tu Energía de Manera Natural (Parte III)

¿Has puesto en práctica los consejos para tener más energía de las dos entregas anteriores de este informe? Aquí puedes ver la primera parte, y aquí el segundo artículo. Si es así, no dudes en seguir con los siguientes hábitos saludables que te permitirán estar más despierto durante toda tu jornada laboral, por ejemplo.

Estrategias para Aumentar tu Energía Naturalmente

Come un desayuno completo: Un error muy frecuente es salir apurado de casa, con una galleta en la mano y bebiendo el último sorbo de un café al abrir la puerta de salida. A partir de ahora, empieza a levantarte más temprano (unos 15 O 20 minutos antes) para disfrutar de un desayuno completo. ¿Qué quiere decir “completo”? No tiene que ser continental como el que sirven en los hoteles, con ingredientes algo extraños o fuera de lo común como puré de patatas.

Un desayuno completo está formado por: una infusión que puede ser café, té, leche o chocolate; una pieza de fruta como manzana o pera; una o dos rebanadas de pan integral con queso crema o mermelada y un zumo de naranjas. ¿Te parece mucho? Puedes ir añadiendo de a poco. Y lo que es más importante, aprovecha esos minutos para desayunar con tu familia. Que la cena no sea el único momento del día en que pueden estar juntos.

Disfruta de la siesta: En las grandes ciudades se ha perdido, lamentablemente, el hábito de dormir la siesta. Quizás se deba a que ahora trabajamos “full time” o que no estamos en casa por las tardes. Sin embargo, algunas empresas multinacionales han descubierto que permitir a sus empleados dormir la siesta tiene muy buenas ventajas en cuanto al rendimiento y la eficiencia. Claro, porque al descansar media hora después del almuerzo, al levantarnos somos más productivos.

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No es cuestión de pasarse toda la tarde durmiendo o no querer levantarse para la cena. Los estudios indican que con 30 minutos de siesta al día es suficiente para elevar tus niveles de desempeño y sobre todo, de energía. ¿Qué te parece si empezamos a juntar firmas para que la siesta sea obligatoria en todo el mundo? ¡En Siendo Saludable contribuimos a la cruzada!

Aumenta la ingesta de magnesio: Este es uno de los nutrientes más relacionados a la vitalidad que existen. Y la buena noticia es que lo podemos añadir a nuestro cuerpo gracias a ciertos alimentos. Anota cuáles son y trata de consumirlos al menos una vez a la semana: avellanas, almendras, nueces, granos integrales y anacardos.

Además, un puñado de cualquiera de estos frutos secos al día te ayuda a tener mejor memoria, concentración, inteligencia y evitar enfermedades del tipo degenerativo como es al Alzheimer o la arterosclerosis. Nota al pie: ¿te has dado cuenta de que la nuez partida al medio se parece a un cerebro? ¿Tendrá algo que ver con sus propiedades cognitivas?

Escucha música: Pero atención, nada de boleros o románticos del recuerdo… porque eso no te dará energía sino todo lo contrario. Puede que te largues a llorar en medio de la oficina y quedarás muy mal visto. Si tienes la posibilidad de escuchar música en el trabajo, trata de poner estilos movidos, como puede ser la electrónica, la salsa, etc. Si estás solo… ¡aprovecha para subir el volumen y, por qué no, a bailar un poco! Estarás liberando tensiones y al mismo tiempo produciendo más hormonas de la felicidad.

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Si escuchas una canción que te gusta mucho, conseguirás estar más enérgico y podrás afrontar los cálculos, los informes o lo que sea que hagas en tu trabajo con una gran sonrisa. A su vez, eliminarás la monotonía y el aburrimiento que suele hacer mella en los empleos muy automatizados.

Baila: Justamente en relación al consejo anterior para tener más energía, no dudes en correr la silla y el escritorio y mover el esqueleto. Harás ejercicio, te sentirás feliz, liberarás el estrés excesivo que has acumulado todo el día y volverás a tu lugar con una sonrisa de oreja a oreja, dispuesto a afrontar lo que te resta de jornada.

Pero no sólo esta técnica se aplica a los que trabajan en una oficina. También lo puedes hacer mientras limpias tu casa, cuando te das un baño, cuando preparas la cena. ¡Musicaliza tu vida, baila, disfruta, como si nadie te estuviera mirando! No hace falta que seas un experto bailarín ni que vayas a tomar clases a una academia. Simplemente se trata de mover un poco los músculos y alegrar nuestra vida… ¡haz que tu existencia valga realmente la pena!

Respira con el vientre: Pero cómo… ¿no era que los pulmones se encargaban de eso? Claro que sí, pero no nos estamos refiriendo a las funciones vitales del cuerpo. Si respiras de una manera más completa, hinchando el vientre cada vez que el aire ingresa, permitirás llenarte de oxígeno en su capacidad máxima. Sobre todo si estás todo el día sentado, tus respiraciones serán cortas.

La falta de oxígeno en tu cerebro hace que te sientas soñoliento. Si te lo pasas bostezando quizás tenga que ver la falta de sueño o quizás el aburrimiento, pero también, recuerda que esa reacción del cuerpo está diseñado para aumentar el caudal de 02 que llega a tu organismo, más precisamente a la mente.

Entonces, como primera medida, siéntate derecho con la espalda recta (que ya te hemos dicho que aporta una gran cantidad de energía y vitalidad). Luego, respira con la nariz de manera tal que se hinche tu vientre lo más que puedas. Mantén el aire durante unos segundos y luego exhala despacio, por la nariz. Repite unas 5 veces, si es con los ojos cerrados, mucho mejor. Verás que te sientes lleno de aire que va circulando por el cuerpo y te despierta. Como si fuera un café instantáneo, pero sin efectos adversos.

Consume más vitamina C: No sólo está presente en las naranjas, como todo el mundo cree, sino en los demás cítricos (pomelo, limón, mandarina), en el kiwi, el pimiento, el melón, las fresas, el brócoli y la col de Bruselas. Prepárate zumos o batidos naturales combinando varios de estos alimentos y enseguida ya te sentirás como nuevo, renovado al 100% y con la capacidad de seguir trabajando por varias horas más.

Y por último, aumenta tus horas de ocio. Es decir, haz todo aquello que te gusta, aprovecha el tiempo libre para leer, ir al parque, jugar con tus hijos, cuidar las plantas, hacer manualidades, pintar un cuadro, tocar un instrumento musical, haciendo obras de caridad, lo que te haga sentir pleno. De esta manera no sólo estarás más despierto y activo, sino también feliz y sereno.

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