¿Por qué es bueno caminar descalzo?

Te pasas todo el día con un calzado incómodo. Lo primero que haces al llegar a casa es arrojarlos lo más lejos posible (teniendo cuidado de no romper nada ni de pegarle a alguien). ¿Por qué quitarse los zapatos puede ser la sensación más bonita del mundo? Existen varias explicaciones, tanto científicas como espirituales.

Podríamos decir, por ejemplo, que no tener calzado permite a los pies respirar o también que nos conecta con la madre tierra. Entérate cuáles son los beneficios de andar descalzo y qué nos aporta cada superficie en el siguiente artículo.

Caminar sin zapatos: Satisfacción Garantizada

Es verdad que no a todas las personas les gusta andar descalzos, pero lo que si es cierto es que en más de una oportunidad hemos querido quitarnos los zapatos a mitad de una reunión, cuando hace mucho calor o cuando hemos caminado demasiado.

Caminar descalzo es un ejercicio que tonifica tu cuerpo. Los pies cuentan con una serie de terminaciones nerviosas que se conectan con todos y cada uno de nuestros órganos. Tomar contacto con diferentes superficies como puede ser el césped o la arena, puede ayudarnos a estimular ciertos puntos energéticos y hacernos sentir mejor.

Hasta hace algunos siglos atrás, el hombre andaba descalzo. Con la llegada de la “civilización”, empezó a llevar zapatos muchas horas al día. En la actualidad, sólo estamos descalzos cuando estamos de vacaciones, el fin de semana o cuando regresamos del trabajo.

Eso nos da la pauta de que el ser humano relaciona no usar zapatos con el descanso y la libertad… justamente lo que disfrutaban sus antepasados. Está comprobado que quitarse el calzado algunas horas al día permite desbloquear nuestras emociones negativas, como ser la depresión, la ansiedad y hasta las enfermedades.

Estar descalzo nos contacta con la naturaleza

Si vivimos en la ciudad quizás nos sea un poco complicado amigarnos con la madre tierra. Necesitamos ir a un parque o alejarnos unos kilómetros para ir al campo. Si tienes la posibilidad, no dudes en despojarte de tus zapatos y calcetines cuando salgas del trabajo para almorzar. No, no nos hemos vuelto locos. Opta por ir a una plaza cercana a disfrutar de tu comida, de 15 minutos de sol y de estar moviendo libremente los dedos de tus pies. Al regresar a tus actividades te sentirás realmente feliz. ¡Haz la prueba y ya nos cuentas!

No es lo mismo, claro está, que caminar descalzo en nuestra casa que en el mar, por ejemplo. Presta atención a las bondades de cada superficie para tus pies, tus emociones y tu cuerpo en general:

Piedras frías: Por ejemplo, en un ambiente de río o montaña cuando baja el sol o cuando hay sombra. Tiene efectos muy buenos en tu organismo. Por ejemplo, sirve para mejorar la circulación, tratar el dolor de cabeza o de cuello, aliviar catarros y gripe.

Nieve: ¿Te animas a quitarte los zapatos durante el invierno? Si logras caminar 3 minutos sobre la nieve recién caída estarás estimulando la circulación de la sangre, así como también irrigando oxígeno a todo tu cuerpo.

Arena: Es lo más frecuente porque lo hacemos cuando estamos de vacaciones. Caminar descalzo por la orilla del mar tiene muchas ventajas para tu cuerpo y para tu salud mental. Por ejemplo, fortalece las piernas, elimina la celulitis, evita las varices, da tono a glúteos y muslos. Preferible hacer este ejercicio bien temprano en la mañana, cuando todavía la playa está vacía y no hace tanto calor. (si puedes ir a caminar por la arena en otoño o primavera, mucho mejor).

Césped: Pero atención, para disfrutar de mejores beneficios se aconseja caminar cuando la hierba está húmeda por acción del rocío o de la lluvia. Absorberás los minerales de la tierra, así como también su energía. Y eso no es todo, porque fomenta la circulación sanguínea, fortalece el corazón y mejora el sistema nervioso.

Agua: Puede ser de mar o de río, mucho más recomendable que una piscina. La acción del agua en tus pies te servirá por ejemplo para moldear las piernas, prevenir los callos, combatir el pie de atleta y mejorar la circulación.

¿Quieres más beneficios de andar descalzo? Sigue leyendo

Caminar sin zapatos en una superficie limpia como puede ser los pisos de nuestra casa tiene beneficios para nuestra piel. Esto se debe a que podemos descansar de la compresión que provoca el calzado y los calcetines. En el caso de las mujeres, pueden sentirse liberadas de los tacones o hasta de la moda.

Si a eso le sumamos un buen masaje con aceite naturales o la inmersión en agua tibia con hierbas aromáticas, la sensación será maravillosa. Pero no nos desviemos, sigamos hablando de las bondades de andar descalzo…

La biomecánica del pie cambia cuando estamos con zapatos. Por ello, cuando nos despojamos de ellos, los huesos se reorganizan y se equilibran las cargas y tensiones en los músculos. La planta del pie se apoya completamente y ciertas áreas no tienen que soportar más el peso del cuerpo que otras. Por ejemplo, cuando se usan tacones, los dedos tienen que caminar llevando varios kilos.

Los beneficios de no usar zapatos atañen a todas las edades. Los bebés que caminan descalzos desarrollan mejor la conexión neuronal motora, se ubican mejor en el ambiente y tienen mayor seguridad. En el caso de los ancianos, eliminan la tensión muscular y mejoran la circulación en los miembros inferiores.

Haciendo una especie de resumen, presta atención a los beneficios de andar descalzo por la vida:

• Corrige los desequilibrios en los movimientos


• Fortalece los músculos y los huesos tanto de los pies como de los tobillos


• Da fuerza a los músculos de las caderas y las piernas


• Mejoran el equilibrio y la forma de andar (más ágil)


• Ayuda a que las rodillas no soporten tanto peso


• Amortigua los pasos


• Nos ayuda a conectarnos con la naturaleza


• Mejora la circulación sanguínea


• Elimina las impurezas

Como tip final: frota los pies con una pelota pequeña o un limón. De pie, coloca en el “arco” algo de superficie redonda y realiza movimientos para atrás, para adelante, circulares, etc. Ejerce cierta presión (ten cuidado de que no se desparrame todo el zumo) y obtendrás resultados realmente maravillosos. Aliviarás los dolores en las articulaciones y en los huesos, así como también reducirás las tensiones y te sentirás más calmado y feliz.

Ahora ya lo sabes: ¡Arroja los zapatos bien lejos cuando llegues a casa! No esperes a estar de vacaciones para caminar descalzo. ¡Benefíciate todos los días!

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