Cómo Podar un Árbol Correctamente

La mejor época del año para podar los árboles y arbustos, en el caso de que sea necesario, es durante el invierno. Esto se debe a que al estar en reposo pierden menos savia y “sufren” menos los cambios. Sin embargo no todas las especies requieren de este tratamiento y es esencial saber sobre esta tarea con el fin de prevenir consecuencias que resulten irreversibles para el ejemplar.

En este artículo de Siendo Saludable te contamos algunas cuestiones interesantes sobre la poda de los árboles para que puedas realizarla con celeridad y aprovechar todos sus beneficios. Es fundamental contar con las herramientas adecuadas y realizar los cortes en los sitios exactos. ¡Conviértete en una experta!

¿Por qué es bueno podar los árboles?

Solemos pensar que podar los árboles es algo malo o destructivo sin embargo es preciso hacerlo en algunas especias y en ciertas etapas del año (y de la vida del ejemplar). De esta manera nos aseguramos, al eliminar algunas ramas, que su crecimiento esté orientado y que el tronco cuente con mayor fuerza.

A su vez la poda se lleva a cabo con el objetivo de evitar las ramas demasiado pesadas o para lograr que la luz del sol llegue de manera uniforme a todos los frutos o flores. Vale decir también que podar un árbol no es algo que se debe “tomar a la ligera” ya que la utilización de herramientas oxidadas o sucias e incluso los desgarros parciales de ramas provocan enfermedades en el ejemplar.

Los 3 tipos de poda

Dentro del arte de podar árboles existen tres tipos diferentes, cada uno con una meta distinta:

1. Poda de formación: Se realiza en los primeros años del ejemplar y tiene como objetivos conducir el árbol (que las ramas se distribuyan equitativamente) y situar la copa a una altura determinada del suelo. En el caso de que no se pode de formación el árbol crecerá libre o salvaje. Algunas especies son más recomendables para este tipo de poda, como es el caso del Abeto.
2. Poda de mantenimiento: Es para los árboles adultos y bien formados. La copa ya debe haber crecido a cierta altura y tanto las ramas principales como las secundarias estar dispuestas correctamente. Esta poda se realiza durante toda la vida del árbol y consiste en eliminar todo aquello indeseable (ramas con riesgo de rotura o que estropean el paso, ramaje excesivo, ramas secas, tocones, etc). Un subgrupo de la poda de mantenimiento se llama Topiaria y se usa para darle formas geométricas a las copas.
3. Poda excepcional: Los especialistas la desaconsejan bajo todo punto de vista sin embargo es la más usada sobre todo en las ciudades o jardines privados. Se elimina toda la copa usando una motosierra. Se indica sólo para casos muy extremos o situaciones particulares.

Cómo y cuándo podar

Tal y como hemos indicado antes, la época indicada para podar es durante el invierno (precisamente a finales de la estación) y esto tiene varias explicaciones. En primer lugar porque en primavera y verano el árbol está creciendo a mayor velocidad y hay mucha savia circulando por sus ramas. Si cortamos el ramaje en estos meses el ejemplar se debilitará.

Por otra parte en los meses fríos es más fácil ver el armazón de ramas ya que no hay hojas, frutos ni flores. A su vez en esta época la proliferación de hongos o enfermedades es menor debido a las bajas temperaturas (se reduce la posibilidad de que el árbol enferme o se pudra).

Como si fuera poco en el invierno no tenemos mucha actividad en el jardín o huerta por lo tanto contamos con más tiempo disponible para hacernos cargo de los árboles.

En cuánto a la técnica para podar un árbol es bueno saber que:

• el corte se realiza en la base de la rama a unos centímetros de la unión con otra rama o tronco
• las yemas deben quedar a unos 5 mm del corte
• la incisión se realiza en diagonal cuando hay yemas alternas en la rama o recta cuando las yemas crecen igual que el tallo
• es imprescindible trepar a la copa si el árbol es grande y por supuesto no olvidar el arnés de seguridad.

Las herramientas que se emplean en la poda son:

• Tijeras de mano (o podadoras): Se manejan mejor que los serruchos y se usan para las ramas pequeñas. Para tallos de hasta 20 mm de diámetro se aconsejan las tijeras de una sola mano y para mayores de 30 mm mejor las de dos manos (que ahorran mucho esfuerzo).
• Sierras (o serruchos): En el caso de ramas más gruesas. Hay muchos tipos con más o menos dientes, mayor o menor espesor del cuerpo y forma de la hoja. En cualquier caso, que esté bien afilada.
• Cuchillos (o navajas de jardinero): Son para rematar los cortes en ramas muy gruesas con el fin de que el trabajo quede “limpio”. Tienen hojas curvas y bien afiladas.

Por último te recomendamos que prestes mucha atención a la postura cuando estés podando un árbol. No es conveniente ponerse en puntillas para llegar más alto, sino subir a una escalera para trabajar más cómodo. La idea es colocarse al mismo nivel donde se quiere cortar y apoyar la mano izquierda (si se es diestro) en una pared o el tronco del árbol. El codo del brazo que trabaja debe estar flexionado y el área a trabajar a la altura del pecho.

¡No dudes en consultar con un especialista en poda de árboles antes de cortar ramas de tus ejemplares!

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