En la primera parte de este artículo has aprendido cómo mejorar el humor con la alimentación. Pero tal y como ocurre con las dietas para adelgazar, además de comer bien tenemos que cambiar ciertos hábitos. Con el estado de ánimo pasa exactamente lo mismo. Claro, porque de nada sirve que consumamos más vitaminas o ácidos Omega 3 si después estamos con el estrés a flor de piel, por ejemplo.

¿Qué hábitos ayudan a mejorar el humor?

Hacer ejercicio: Tiene tantas ventajas “mover el esqueleto” que ya no querrás quedarte más sentado todo el día. Gracias al ejercicio se elevan los niveles de dos hormonas, la serotonina y la dopamina. Ambas son responsables de que nos sintamos bien de ánimo. Por otra parte, liberarás todas las toxinas que se acumulan en tu cuerpo al transpirar y según el deporte o disciplina que elijas, eliminarás las tensiones producidas por los problemas financieros, las discusiones de pareja, lo que te gustaría decirle a tu jefe (pero te despediría), etc.

No necesitas entrenar como para competir en un Juego Olímpico, sólo tienes que moverte un poco. Empieza caminando media hora por día de lunes a viernes. Saca a pasear a tu perro (a él también le ayudará), da la vuelta a la manzana, ve al parque, no uses tanto el transporte público o el coche, sube por las escaleras, haz la compra del día en bicicleta, etc. ¿Viste cuántas maneras de mover el cuerpo sin ir a un gimnasio existen?

Mantener el contacto con los demás: En esta era donde todo parece pasar por un teléfono móvil o un PC, es bueno que volvamos a vernos las caras con las personas que amamos y nos hacen bien. ¿Qué tal llamar a tu padre, a tu abuela o a tu mejor amiga para que vayan a almorzar juntos? ¿Por qué en lugar de comunicarte por teléfono con tu madre o tu tía vas hasta su casa? Si, es verdad que tienes muchas cosas que hacer, pero al regresar después de una salida de este tipo te sentirás de excelente ánimo como para continuar por varias horas más. No desaproveches las ocasiones que tienes para decirle a los demás cuanto los amas. Eso también te hará sentir de maravillas. No guardes rencores, perdona, di lo que sientes y te quitarás un gran peso de encima.

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Dormir: Ya hemos dicho en otros artículos de Siendo Saludable que la siesta debería ser obligatoria por Ley. Pero más allá de ello, es vital que duermas bien por las noches. Entre 6 y 8 horas es lo normal. Si duermes poco, estarás de mal humor todo el día, te dolerá la cabeza, estarás irascible, no podrás concentrarte, etc. En cambio, si descansas lo suficiente, tu jornada empezará de otra manera, estarás más predispuesto, creativo y te llevarás bien con todo el mundo. Para poder dormir mejor se aconseja por ejemplo cerrar todas las ventanas o puertas para que no ingrese la luz, no mirar películas de acción o las noticias (mejor si no tienes televisión en tu habitación), date un baño antes de dormir, bebe un té de manzanilla o de cualquier hierba que te ayude en la relajación, deja los problemas y el trabajo fuera de la cama.

Tomar sol: ¡A hacer fotosíntesis se ha dicho! Aunque no seas la planta o la flor que decora tu ventana u oficina, todos los seres vivos necesitamos del sol. ¿Has oído hablar alguna vez de la llamada “depresión de invierno” o de “la nieve”? Es muy popular en los países nórdicos y lleva hasta al suicidio. Pero no nos pongamos tan drásticos. Cuando no estamos en contacto con la luz solar nos sentimos sin fuerzas y eso también afecta nuestro humor. Así que ya lo sabes, en la hora del almuerzo, nada de quedarte en el escritorio o cocina de la empresa… ¡Sal a un parque a tomar sol! Te sentirás renovado y con ganas de seguir hasta las 18 y más.

Hacerse masajes: ¿Puede haber algo más placentero en este mundo? Existen diferentes tipos de masajes, los descontracturantes suelen ser los más populares y la buena noticia es que no sólo te ayudará a quitar los nudos que tienes en la espalda (como si fuera poco), sino que mejorará tu humor al momento de terminar la sesión, o antes. Los efectos de los masajes fueron investigados en diversos estudios y se ha llegado a la conclusión de que reducen la ansiedad, el estrés, los nervios y el mal humor debido a que actúan directamente con las hormonas relacionadas a estas sensaciones. Aumentan a su vez la producción de las dos señoritas que hemos hablado antes: la serotonina y la dopamina, así como también la endorfina (esta última está relacionada al amor por ejemplo).

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Meditar y/o hacer yoga: Puedes practicar en casa cada día, sólo necesitas una colchoneta, unos sahumerios y música instrumental (que la puedes escuchar desde YouTube). Ya que el estrés es un enemigo íntimo del buen humor, ¡elimínalo meditando o haciendo yoga! Estas prácticas milenarias tienen muchos beneficios (como podrás leer en los artículos de Siendo Saludable haciendo click en los enlaces). Aseguran tu estado de bienestar, te ponen de mejor humor, te ayudan a estar descansado y a que una sonrisa de oreja a oreja se imprima en tu rostro.

Jugar: Si la última vez que jugaste a las escondidas o a la rayuela fue cuando tenías 12 años, ¡vuelve a tu infancia! Siempre podrás disfrutar de una tarde en el parque o en casa con tus hijos, sobrinos, primos, hermanos pequeños, hijos de amigos, etc. Quizás no valga la comparación pero si tienes una mascota que es como tu bebé, ¡juega con ella! Los perros y los gatos son excelentes para ello (además de ser antidepresivos por excelencia). Reír y jugar como cuando eras niña te ayudará a dejar de lado el mal humor y el estrés. Además estarás ayudando a los pequeños a huir de los videojuegos, el smartphone, la tableta, el PC y todos los dispositivos electrónicos que se te ocurran. Sigue leyendo más.

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