viernes, 14 de noviembre de 2014

Cómo tener una vida más sana (parte II)

Si has visto la primera parte de cómo tener una vida más sana, en esta segunda entrega, aprenderás algunos consejos más que útiles para que puedas llevar una vida saludable, te enfermes menos, cuentes con más energía cada día y disfrutes de todo lo que te rodea.



Evita los cambios bruscos de temperatura: El sol, el calor, la nieve o el frío excesivos son dañinos para nuestra salud. En el caso del sol, por ejemplo, es bueno en cierta medida, porque si la exposición es frecuente y sin un factor de protección adecuado, puede causarnos problemas en la piel, desde quemaduras hasta cáncer. Entonces, antes de ir a la playa o pasar el día al aire libre, una buena crema con filtro solar alto es vital. Aunque la idea sea broncearse, no podemos tumbarnos en la playa al mediodía sin nada de protección. En el caso del frío excesivo, también tiene sus consecuencias negativas: envejecimiento prematuro y menor cantidad de defensas para luchar contra los virus y las bacterias que generan enfermedades. El calor del verano en las horas más intensas nos puede causar deshidratación y mareos y la nieve, quemaduras en la piel por el reflejo con el sol.


Bebe una buena cantidad de agua por día: Se dice que la medida justa son dos litros diarios, para poder equilibrar lo que perdemos con las actividades o con los procesos que lleva a cabo nuestro cuerpo. Sin embargo, esto puede resultar poco en ciertos momentos del año o dependiendo las cosas que hagamos. Por ejemplo, en verano se aconseja beber tres litros y lo mismo si hacemos ejercicio físico de moderado a intenso. Recuerda que dentro de esa medida no sólo cuenta el agua sino que podemos sumar tés e infusiones sin leche y zumos naturales (que estén exprimidos en casa, no los comprados). No esperes a tener sed para beber agua, lleva a todos lados contigo una botella cargada y cuando estés trabajando, colócala a la vista, por si aún no tienes el hábito y a veces se te olvida hidratarte.consejos para una vida sana


Bebe con moderación y no fumes: Una copa de vino tinto con las comidas, está permitido. Beber una cerveza con tus colegas a la salida de la oficina o en una fiesta de vez en cuando, también. Está comprobado que el alcohol moderado en las comidas hace bien para la salud cardiovascular, por ejemplo. Pero cuidado con los excesos, ya que lo que se resiente es el hígado, un órgano más que importante. El alcohol es una toxina que se debe eliminar por completo para que no cause problemas. Será más sencillo entonces excretar una medida que varias todos los días. Y en cuánto al cigarrillo, es de lo más dañino que existe. No sólo el tabaco, sino también la nicotina (lo que genera la adicción) y los químicos que añaden las empresas. El cáncer de pulmón es sólo uno de los problemas relacionados a fumar. Si tienes este mal hábito, has lo posible por dejarlo cuanto antes, en seguida ya empezarás a notar los cambios en tu cuerpo.


Presta atención a las manchas en la piel: Se recomienda ir una vez al año al dermatólogo para que analice el estado general de la dermis y que se realicen las pruebas pertinentes a ciertas manchas o lunares de procedencia dudosa. Si llevamos una dieta saludable, no comemos demasiadas grasas ni harinas, hacemos ejercicio periódicamente y bebemos agua, la piel tiene que estar sana. Y en el caso de necesitar un tratamiento por algo en específico, como puede ser el acné o la dermatitis, podremos curarnos más rápidamente.


Mantén una buena salud bucal: Cepíllate los dientes tres veces al día, una al levantarte, otra después de almorzar y la tercera antes de dormir. Así evitarás caries o formación de placa que genera halitosis (mal aliento) o manchas en los dientes. Evita ciertas bebidas como el café o el té porque alteran el color natural del esmalte. Un remedio casero para cepillar los dientes incluye bicarbonato de sodio y agua. También puedes usar un enjuague natural de agua con hojas de menta para eliminar todo resto de comida. No te olvides de cepillar la lengua y las paredes de la boca.


sonrisa saludable


La mente, siempre en movimiento: Existen muchas actividades que podemos hacer para mantener el cerebro trabajando. Al ser un músculo, necesita ejercicio para no atrofiarse. La lectura de novelas, las cuentas matemáticas sin usar la calculadora, el sudoku, los crucigramas, las palabras cruzadas, los puzzles, el ajedrez o los juegos de ingenio son muy buenas ideas para ejercitar la mente. Así estará atenta y saludable y retrasaremos la posibilidad de padecer enfermedades degenarativas como el Mal de Alzheimer o la arteriosclerosis.


Escucha música que te agrade: Algo que también hace muy bien a la mente y al corazón. La música nos permite relajarnos, bailar y hasta recordar momentos del pasado. Y como se ha confirmado con ciertos estudios, nos ayuda a mejorar el sistema inmunológico, por lo cuál, evita que nos enfermemos. La música placentera aumenta una proteína especial que combate las infecciones bacterianas y reduce los niveles de estrés. Podemos usarla para divertirnos, mejorar el ánimo, hacer ejercicio, juntarse con amigos a bailar o hasta aprender sobre una cultura diferente.


vida sana b4


Evita consumir mucha sal: El cloruro de sodio, más popularmente llamado sal es mala para la salud si se la consume en exceso. Como primera consecuencia negativa podemos encontrar que eleva la presión arterial, lo que se convierte en el futuro en hipertensión. También conlleva problemas renales y retención de líquidos en los tobillos, así como también problemas de acidez. Si quieres usar una sal más sana, opta por la sal marina o la Himalaya (que es de color rosa). Y trata de no añadir más sodio a tus comidas que ya están preparadas. Algunos secretos para reducir el consumo de sal: no lleves el salero a la mesa y sólo echa durante la cocción o preparación de los alimentos.


Ten mascotas: Son sin dudas nuestros amigos más fieles y son muchas las virtudes de tener un perro o un gato en casa. Por ejemplo, son un antidepresivo muy poderoso, hacen que los niveles de ansiedad se reduzcan, eliminan el estrés y bajan la presión arterial. Son perfectos para los que viven solos y muchos creen que los gatos tienen la capacidad de curar enfermedades sólo con su ronroneo.


Sé más sociable: Y no sólo las mascotas son buenas para nuestra vida, sino también los seres humanos. Pertenece a un círculo de amigos y sé más feliz, así de simple. El aislamiento, por el contrario, no trae nada bueno a la salud. En esta época de tantas redes sociales y teléfonos móviles, una charla en un café o un parque es una buena terapia para cualquier dolor. Recuerda pasar por nuestra sección de Vida Sana para tener más consejos!


salud


Para ver la entrada completa haz click aquí: Cómo tener una vida más sana (parte II) - De Nuestro Blog www.SiendoSaludable.com


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